Política y Economía

El 1% más rico de España

El diecisiete de septiembre de 2011 cientos de personas se citaron en el centro del distrito de Wall Street. Pretendían llamar la atención sobre el aumento de la desigualdad en Estados Unidos. Un aumento que había sido particularmente desorbitado para aquellos con más ingresos de la sociedad americana: en 1970 el 1% con más renta acaparaba el 9% del total de ingresos, hoy ese 1% acapara el 22%. Por eso los manifestantes de Wall Street, y los miles que les siguieron en las redes, adoptaron un eslogan fácil, directo, numérico: we are the 99%.

De forma similar, ahora mismo debe de haber cien bares en España donde se está discutiendo lo que cobran las estrellas de fútbol, los directivos de banca y otros tipos con sueldos astronómicos. Muchos lo consideran inmoral, otros lo consideran un pago justo por pura ley de mercado («si tú llenases el Bernabéu también querrías cobrar una parte»). Estas discusiones son tan viejas como lo más viejo de la organización social humana: la desigualdad. Sin embargo, últimamente han tomado un cariz más amargo, más sentido y, poco a poco, también más público. La razón es simple: la presente crisis ha incrementado las desigualdades. Igual que hizo la anterior. En España la recesión aumenta la desigualdad en renta, echando a perder las mejoras conseguidas en épocas de bonanza.

fig1_inequality

No es de extrañar, pues, que una gran parte del debate público sobre desigualdad se haya centrado en los más ricos. En ese grupo de privilegiados que disfrutan de rentas envidiables, que parecen inmunes a la crisis, y que en cierta medida lo son.

Señoras, señores, les presentamos a nuestros 1%.

Los 1% son los españoles que más ganan. No son los más ricos exactamente, porque no se computan patrimonios, sino aquellos que más ingresos consiguen (y declaran) cada año. Por definición, uno de cada cien adultos españoles es un 1%. Más o menos 370.000 hombres y mujeres. Es, la verdad, bastante gente. Y aunque probablemente ninguno de ustedes forma parte del selecto grupo, quizás conocen a alguno.

Y bien, ¿cuánto ganan estos privilegiados? Los 1% tienen una renta media de 153.000 euros anuales. Eso es lo que ingresa de media cada uno de ellos. Ocho veces la renta media de los españoles, que ronda los 17.400 euros, y tres veces más que los privilegiados de andar por casa, aquellos que pertenecen al 10% con más renta, que ingresan unos 57.000€ (fuente).

fig2_los1porcien

Esto es lo que gana cada uno de los 1%, ¿pero cuánto suman como colectivo? ¿Qué parte del pastel acaba en manos de ese pequeño grupo de ganadores? Los hombres y mujeres del 1% acumulan el 9% del total de renta. No está mal, es cierto. Pero pensemos en las 3700 personas que constituyen el 0,01% con más renta, un contingente que suponemos debe incluir futbolistas, ejecutivos de banca y artistas de éxito, que acumulan el 3% de toda la renta del país y cuyos ingresos medios superan el millón de euros.

tabla1_TopIncomes

Viendo estos datos, a nadie le extrañará que España sea más desigual que la media europea. Sin embargo, y paradójicamente, no lo es por culpa de los 1%. En realidad los 1% españoles son relativamente menos ricos que sus homólogos en otros países (gráfico). Los 1% españoles acumulan menos renta (8,2% sin incluir ganancias de capital) que los estadounidenses (17,5%), suizos (11%), irlandeses (10,5%) o italianos (9,7%). Menos incluso que en Francia (8,8%) o Finlandia (9%), y no muy lejos de los países más igualitarios, como Noruega (7,9%) o Suecia (6,9%). Reducir los ingresos de los 1% no parece por lo tanto un asunto prioritario, sino que es muchísimo más urgente combatir la desigualdad en otros niveles más poblados, como el del 20% más rico y el 20% más pobre.

Además, si pensamos en redistribuir a través de gasto público e impuestos a los muy ricos, cabe recordar que hablamos de poca gente. Los superricos del 0,01% no suman juntos ni el 3% del total de renta. Es mucho para los pocos que son, sí, pero sigue siendo relativamente poco dinero para hacer carreteras, pagar escuelas públicas, o financiar la investigación. Las rentas de los 1% son ya algo más apetecibles. No obstante, ambos palidecen con el grupo del 10%. Por supuesto esto es mucha más gente, más de tres millones de españoles, aún relativamente privilegiados, pero que juntos suman un 32% de la renta total de los españoles. Es evidente que estos números condicionan el cálculo a la hora de fijar tipos impositivos. Grosso modo, podemos decidir que los ingresos de los 1% o los 0,01% son inmorales e injustos y que deberían ser limitados; pero sin olvidar que machacarlos a impuestos no va a pagar la crisis, ni los hospitales, ni un cambio de modelo productivo.

Los 1% y la burbuja inmobiliaria

Hemos visto que hoy los 1% tienen una renta media de 153.000 euros anuales. La verdad, no es para tanto… comparado con lo que ganaron sus iguales durante la burbuja. Entre 2004 y 2008 unos pocos españoles tuvieron ingresos extraordinarios: nuestros 1% llegó a levantar 240.000 euros al año. No duró demasiado. Hoy los 1% son seguramente personas distintas y tienen ingresos sensiblemente inferiores. Las ganancias anuales de los 1% se han reducido un 26% con la crisis, mientras que ustedes y nosotros, asumiendo que estamos alrededor de la media, vimos reducidos nuestros ingresos un 7% —es decir, que aunque la desigualdad aumentó en general, se ha reducido con respecto a los 1%.

Pero tras la crisis los 1% vuelven a ganar lo mismo que hace una década. Lo que está recogiendo este vaivén es, pura y simplemente, el tamaño de la burbuja inmobiliaria en las capas altas de la sociedad. El siguiente gráfico representa cómo ha ido variando la composición de la renta de los 1%. Esto es, cómo ganan lo que ganan. Y cómo lo ganaban. Las rentas se dividen en cuatro categorías: rentas del trabajo (salarios y pensiones), ganancias de emprendedores (autónomos, pequeñas empresas, etc.), ingreso de capital (dividendos, intereses o arriendos) y ganancias de capital (básicamente ventas esporádicas de valores cotizados).

fig3_los1porcienComposicion

Del gráfico se desprenden tres historias sobre los 1%. Primero, una tendencia a que sus rentas vengan cada vez más de salarios; segundo, una composición entre trabajo, capital y emprendimiento más o menos constante durante treinta años; y tercero, un periodo excepcional y anómalo que coincide con la burbuja inmobiliaria.

La única tendencia clara a largo plazo ha sido el aumento de los salarios. Este fenómeno, la emergencia de una nueva clase de trabajadores ricos, es común a muchos países occidentales y contribuye al aumento de la desigualdad que se observa desde los 80 en países muy diversos, como Estados Unidos, Alemania, o Suecia. Las causas aún se discuten, pero la mayoría de académicos apunta al desarrollo tecnológico y a la globalización como factores importantes, sin olvidar el papel de la instituciones laborales o la habilidad de los ejecutivos (o, por ejemplo, banqueros) para fijar sus propios salarios.

Observemos ahora el gráfico y hagamos una radiografía para intentar averiguar quiénes han sido generalmente el tipo de personas en el 1%. Veran que durante tres décadas los 1% han obtenido sus rentas en gran medida a través de su salario (en torno al 55%). Esto sugiere que son en su mayoría asalariados con sueldos jugosos. También tendremos cierto número de emprendedores y autónomos de éxito. A estos ingresos por la vía del trabajo hay que sumar las ganancias y rentas de capital (23%), sin que podamos precisar cuánto corresponde a puros rentistas y cuánto son ingresos, digamos complementarios, de emprendedores y asalariados.

Esta radiografía representa a nuestros 1% típicos, pero no a los de la burbuja. Los miembros del club con ingresos top no son permanentes, sino que entran y salen según las circunstancias. Unas circunstancias que entonces fueron muy singulares: entre 2002 y 2006 los 1% se caracterizaron por unas ganancias de capital exorbitantes, que multiplicaron por cinco las anteriores, en un repunte sin parangón en décadas. El año paradigmático es 2006, el único de la serie en el que las plusvalías por ventas de activos de los 1% superaron a sus rentas del trabajo.

Lo que vemos sugiere que durante la burbuja emergió un tipo nuevo de 1% que no obtenían sus ingresos del trabajo, ni del emprendimiento, ni vivían de sus rentas, sino que hicieron el agosto con unas ganancias de capital excepcionales, seguramente vía compraventa de ladrillo. Lo que no podemos saber es cuántos de esos especuladores burbujistas eran nuevos ricos, recién llegados al club 1%, y cuantos eran antiguos miembros —antes asalariados, emprendedores o rentistas—, que centraron su acción, atención, esfuerzos y desvelos en la compraventa de activos. Seguramente se dieron ambos casos y la especulación fue cosa de nuevos y viejos ricos.

Por qué no queremos otra burbuja

Cabe destacar que, sorpresivamente, el aumento enorme de las rentas más altas no vino acompañado de un aumento general de la desigualdad. Al contrario, como hemos mostrado en el primer gráfico de este artículo, la desigualdad de renta disminuyó durante la burbuja. Esto sugiere que todos (o muchos) participamos del festín. Sin embargo, lo que es particularmente llamativo (y preocupante) es que una parte significativa del mascarón de proa de nuestra sociedad, aquellos que, según el capitalismo schumpeteriano, deberían llevar adelante las inversiones arriesgadas que generasen empresas con futuro e innovación dedicaron una parte inusitada de recursos a la especulación.

El economista estadounidense Gregory Mankiw, quien no es conocido por sus posturas izquierdistas precisamente, publicó hace poco un artículo en defensa del 1%. En él Mankiw justifica la desigualdad como una forma de garantizar los incentivos a los emprendedores y a la innovación: el cambio tecnológico y la globalización demandan personas más habilidosas, lo cual incrementa la diferencia salarial entre los trabajadores cualificados y los no cualificados. Esta bonita historia del capitalismo es relevante para juzgar la emergencia de esos asalariados ricos de los que hablamos antes, tanto en España como, sobre todo, en otros países más innovadores. Pero no sirve, ni mucho menos, para explicar la evolución de nuestro 1% durante la burbuja. Las ganancias extraordinarias de capital pocas veces tienen detrás innovación o emprendimiento. Lo que tienen son, bueno, casas pagadas con dinero del futuro. Es posible que Mankiw se equivoque, o quizás tiene razón, pero es seguro que no estaba hablando de España al escribir su ensayo.

Porque, aunque la burbuja aumentó las rentas y redujo la desigualdad, hoy parece evidente que no queremos que algo así vuelva a pasar. No queremos que una pequeña parte de la población vuelva a obtener semejante rendimiento de la compraventa de vivienda, aunque esos beneficios se propaguen también hacía abajo por un tiempo. Lo que queremos es un crecimiento sostenible y sostenido. Si estamos de acuerdo en esto, ¿qué debemos hacer para lograrlo? ¿cómo evitar las tentaciones burbujiles?

Tenemos que preguntarnos por qué el capital se ha dirigido hacia la construcción y el sector inmobiliario. Por qué fue ese el camino que ofrecía menos resistencia. Un camino que ha alimentado el pico de desigualdad improductiva en España, si se nos permite la expresión, frente a la desigualdad productiva defendida por Mankiw y otros. Responder esa pregunta resuelve también al interrogante de por qué nos fue tan bien a todos… y por qué ahora nos va tan mal. Una cuestión compleja, pero que entreteje elementos ya conocidos: una regulación urbanística laxa que da el control sobre nuevos desarrollos urbanísticos a políticos elegidos a dedo en municipios y comunidades, una legislación laboral dual que favorece la contratación de trabajadores precarios en sectores de baja cualificación como el inmobiliario, un entramado de lastre burocrático y barreras a la competencia que castigan la actividad en otros sectores, un sistema de financiación municipal que hace a pueblos y ciudades dependientes de la construcción para llenar sus arcas, un flujo de deuda desde el exterior que se demostró perjudicial, y un engendro llamado cajas de ahorros, bajo control de políticos sin experiencia financiera que podían dirigir el dinero hacia donde les conviniese.

En ese río podrido algunos solo tuvieron que pescar, y picó lo que picó, esto es, extraer  rentas vía compraventa de activos. La especulación. Nuevos ricos que se vinieron abajo con todos nosotros una vez la burbuja estalló. Solo que su colchón era más grande y probablemente con mejores plumas, y por eso su caída les habrá dolido menos. Lo que tenemos que evitar es que en la próxima temporada de pesca las mismas truchas envenenadas salgan escogidas. Eso supone cambiar muchas cosas en España. Pasar reformas que levanten un nuevo escenario, uno donde los 1% no sean, nada más y nada menos, que la vanguardia de un país que iba de la mano hacia el abismo.

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52 Comentarios

  1. Pingback: Bitacoras.com

  2. Pingback: El 1% más rico de España

  3. Tenemos que preguntarnos por qué el capital se ha dirigido hacia la construcción y el sector inmobiliario?

    No porque fuera el que ofrecia menos resistencia sino que era la manera que cualquier persona sin conocimientos pudiera enriquecerse de manera facil y rapida. La clave es que para conseguir que 1% sean la vanguardia se necesita una sociedad comprometida y educada en lograr esa vanguardia y creo que España aun dista mucho de eso.

    No tiene pinta de cambiar que la sociedad española prefiera hacerse rico de manera facil que a traves de la innovación y el conocimiento. Asi que seguramente dentro de unos años vuelva a haber otra burbuja ya que es algo innato de nuestra sociedad.

    • ¿Crees que -por ejemplo- en Estados Unidos los inversores rechazarían una forma fácil de conseguir dinero para en lugar de ello tomar un camino más largo y difícil? Alemania, Francia, Estados Unidos, etc. ¿Son más ricos por su pasión por el conocimiento?

      Me parece un poco ingenuo pensar que los españoles somos tan especiales en algo tan humano como la ambición económica. Debe ser otra cosa, no sé cuál, pero achacarlo todo a un problema moral o innato para nuestra cultura me parece excesivo.

      • Cuando digo burbuja me vale hablar igualmente de economía sumergida. La moralidad española acepta gratamente que exista pelotazos inmobiliarios como aceptan que haya economía sumergida y si alguien puede trabajar sin pagar impuestos mejor que mejor.

        Sigo insistiendo que es un problema de la cultura/mentalidad/moral, llamadlo como querais que hace que este pais se decante siempre por la via facil, el escaqueo, la picaresca etc si eso e traslada a la economía del pais suceden cosas como esta decada perdida.

        • He vivido varios años en Inglaterra, y para algunas cosas van muy de legales pero un gran porcentaje de la población inglesa tienen inquilinos ilegalmente, para muchos de ellos supone su principal fuente de ingresos, por la que no pagan ningún tipo de ingresos, su gobierno lo sabe y no hace nada para evitarlo porque en el fondo son ingresos para el país.
          También es uno de los países con más proporción de pedofilia del mundo, y sin embargo miralos, les va bien.
          Nos creemos que el nepotismo y enchufismo es cosa nuestra pero se hace en todas partes. Los pocos paises que si libran un poco son Japón, y un poco Alemania y los escandinavos.

  4. Por definición, el 10% de habitantes de un país con 46.815.916 habitantes es apróx. 4.681.591, no 3.700.000, ¿no?

    [Fuente: wikipedia, datos del INE a 1 nov. 2011]

    • También me chocó al leerlo en diagonal, que me imagino es lo que has hecho tú. Al pararme un momento, he visto que hablan del 10% de los mayores de edad

      • Kiko Llaneras

        Exacto, son los mayores de edad. Al principio usé los 46 millones, pero luego me di cuenta de que en la base de datos dan el total de adultos, que es más preciso.

  5. Javier Sanchez Alvarez

    Muy buen artículo, desconocía la existencia de la Database de top incomes, gran resumen del devenir de este colectivo en España.

    Como todo artículo de este tipo, siempre finaliza con que se deben realizar reformas. Y se sabe qué reformas se han de realizar (al menos en términos generales, la evidencia empírica es relativamente clara). Entonces la pregunta que se deriva es: ¿Y por qué no se toman esas reformas/decisiones? Aquí también la evidencia ha hecho lo suyo, como bien ilustraron Acemoglu y Robinson. La clave pasa a ser, entonces, cómo poder cambiar nuestras instituciones de forma que respondan de forma inclusiva. Soy economista, no politólogo, por lo que desconozco si la diferencia la marca el sistema electoral o no, como algunos aclaman (aunque lo dudo mucho). Pero si no está ahí, habrá que buscar dónde: ¿En las demandas y presión que hace la sociedad? ¿Y cómo se pueden alterar los incentivos de la sociedad para que demande de forma más activa a sus políticos una actitud más inclusiva? ¿Educación, participación política…? Es en ese terreno donde ahora creo que la investigación podría hallar cosas interesantes para resolver el rompecabezas de sociedad-instituciones-crecimiento.

    De nuevo, muy buen artículo, que hace reflexionar. ¡Un saludo!

  6. Muy interesante. A ver si pudiérais hacer una disección semejante del 90% restante, del que supongo que con las condiciones actuales debe haber un 20% que lo está pasando realmente mal (viviendo de la caridad o con 400 euros al mes), un 50% viviendo en el mileurismo (también pasándolo mal) y otro 20% que aunque está lejos del 10% de los más ricos, aguanta más o menos la crisis. A ver como se consigue meter a más gente en ese último 20%. Todas las cifras son suposiciones mías.

    • Kiko Llaneras

      La base de datos que usamos es solo de ingresos TOP, pero es posible encontrar datos de renta disponible en los hogares para todos los percentiles en el INE.

      La desigualdad (medida en Gini) aumenta, lo que significa los percentiles bajos (ej. 20%) están evolucionando peor que los altos (ej. 80%), seguramente porque ambos pierden, pero los de abajo más.

      También hay datos de gente en riesgo de pobreza, que sabemos están aumentando con la crisis.

      • Efectivamente, que a alguien que cobra 800 euros le quiten el 10% del salario son 80 eurazos.

        Si alquilen gana 8.000 son 800 eurillos.

        Para quien cobra poco es un mazazo. Al de los 8.000 le fastidiará (hablando finamente), pero seguramente sobreviva.

  7. Buen artículo. Estaría muy bien poder dar datos del 1% que más tiene, no el que más gana. Vamos, patrimonios, riqueza y no capacidad de generar ingresos (y encima, declarados).

    Y ya sé que cuantificar la riqueza es complicado y volátil, pero, ¿hay fuentes?

  8. Javier, yo creo que pegar pelotazos le gusta a todo el mundo, sean espannoles o no. La cosa no es tan sencilla.

    En Alemania los precios de los pisos suben y no tienen burbuja (aunque ya he leído algún titular al respecto). Pero aquí no tienen el crédito desatado como pasó en Espanna. O a las mismas cajas haciendo de promotoras. Y a todo hijo de vecino metiéndose a especulador. Los pisos se están poniendo muy caros, pero no acabarán con millones de personas con hipotecas de cientos de miles de euros que no pueden pagar.

  9. Recuerdo haber leído hace algunos años que la ONU presentó un informe en donde decía que el sector inmobiliario era el que más producía corrupción en una sociedad.
    Creo que esa es la respuesta a por qué se invirtió tanto en la construcción.
    En un país en donde los políticos son totalmente corruptos y no dependen en definitiva del voto del pueblo (una vez ya han sido elegidos por dicho voto), la construcción es su «deporte nacional».

  10. El 1% de España y V de Alemania. Un pelín tendencioso, no? Bajo esa aurea pseudo científica de andar por casa os cascáis un panfleto titulado «el 1% más rico de España» para luego decir «Los 1% son los españoles que más ganan. No son los más ricos exactamente, porque no se computan patrimonios, sino aquellos que más ingresos consiguen (y declaran) cada año.»
    Qué barbaridad.

    • Kiko Llaneras

      ¿Por qué crees que es un panfleto?

      En cuanto a que no son los más ricos, ya lo aclaramos pronto en el texto. Es una imprecisión que creíamos razonable para un titular.

  11. Patrimonio plis. De esta manera cualquier trabajador especializado entraría en el 10%. Digamos los que todavía conservan un trabajo profesional. Y no parece que alguien que esté en los 50.000 sea rico, no? Sigue siendo clase trabajadora pero mejor pagada que otros. La diferencia
    entre los de 50.000 y los ricos es abismal.

    • ¿Cualquier trabajador especializado? Hay miles de trabajadores especializados cobrando sueldos muy normalitos, por muy neuropsicólogos o especializados en Enfermedades Raras que estén. En él ambito de lo social y cultural, los sueldos tienen muy poco que ver con la cualificación o especialización, y mucho con las redes clienterales, el nepotismo y el tráfico de influencias.

  12. De todas formas los cálculos no pueden ser muy exactos ya que se estima que el veinte por ciento del P.I.B. español es economía sumergida. En España hay mas cantidad de billetes de 500 euros que de 5. De echo son mas del 60 por ciento del dinero en circulación. Aquí no se habla del dinero negro, que es la diferencia mas flagrante entre España y el resto de países del área europea. Abría que conocer en manos de quien están esos billetes.

  13. Esquema de la deuda española. ¿Quién ha vivido por encima de sus posibilidades? – Saque de esquina

    http://eduardogarzon.net/esquema-de-la-deuda-espanola-quien-ha-vivido-por-encima-de-sus-posibilidades

    El desfile de los salarios en España – Kujan Bulak

    http://kujanbulak.blogspot.com.es/2012/08/el-desfile-de-los-salarios-en-espana.html

  14. Soy un tío extraño. Pienso que la vivienda es una necesidad, no negocio.

    Cuando los tres tercios ya están pagados te venden la casa por el doble. Y de alquiler social revisable cada dos años ni hablar.

    Es decir, una vivienda vale 10. Normalmente 3,33 el suelo, 3,33 el material y 3,33 la mano de obra. El propietario del suelo, el material de obra y quienes han trabajado para hacerla realidad ya han cobrado y cuesta 10. El que vende la vivienda pone un precio de 21. Me lo dijo alguien que conocía a un concejal… Aunque ya lo sabíamos.

    Más alcaldes como el de Villaviciosa de Odón que mandó a tomar vientos a Francisco Hernando hacen falta. Este alcalde vivió un infierno por rechazar la oferta de 150 millones de pesetas por parte de un mafioso analfabeto.

    Bono y Zaplana le dijeron que en Seseña sí podría hacerse. Y otro alcalde amenazado. Lo demás es historia.

    Por cierto. Otro enlace sabrosón:

    http://www.letraslibres.com/revista/dossier/esto-funciona-asi-anatomia-de-la-corrupcion-en-espana

    En fin, Solchaga dijo aquello de «a partir de ahora el que no se haga millonario es porque no quiere».

  15. «Hemos visto que hoy los 1% tienen una renta media de 153.000 euros anuales. La verdad, no es para tanto… comparado con lo que ganaron sus iguales durante la burbuja».

    Y para solucionarlo, allá va la privatización de la sanidad, la educación, los transportes…

  16. «Cabe destacar que, sorpresivamente, el aumento enorme de las rentas más altas no vino acompañado de un aumento general de la desigualdad. Al contrario, como hemos mostrado en el primer gráfico de este artículo, la desigualdad de renta disminuyó durante la burbuja. Esto sugiere que todos (o muchos) participamos del festín.»

    No lo compro.

    Segun el propio articulo, gran parte de los que escalaron hasta el 1% lo hicieron desde mas abajo (por lo tanto, sus rentas crecieron mas que las del resto) especulando con la vivienda gracias al credito facil y excesivo. La vivienda que vendieron en esos años tuvo un rendimiento considerablemente mayor que el interes a pagar por estos. Ejemplo: una inmobiliaria que paso de ganar 20 a ganar 30. Vale. Eso coincide con la definicion de «festín».

    Las rentas de muchos de los que no especularon tambien crecieron mucho durante la burbuja, pero muchos tenian que comprar viviendas con las que otros especulaban, cuyo precio crecio mucho mas que las rentas del trabajo. Se endeudaron por un bien «del que no podian prescindir» (podian alquilar, pero tampoco era barato). Ejemplo:un padre de familia que paso de ganar 20 a 30, pero tuvo que pagar un piso un 80% mas caro que su padre. Explicame como eso puede considerarse «participar del festín».

  17. Me descojono. De donde salen estos datos? Tiene en cuenta las manadas de profesionales con coches de alta gama que recogen a sus hijos de colegios de pago y clubes deportivos privados y luego declaran ingresos de 1000 euros al mes?
    Y hablamos de que la cuestión no es machacar a los más ricos a impuestos? Este país no tiene un problema de gasto público. Tiene un problema de la hostia de recaudación. Y mientras se siga exprimiendo a los asalariados (mientras se les dice que hay que moderarse para competir con los chinos) y los de arriba sigan defraudando de manera masiva no hay nada que hacer.

    • Kilgore: «Este país no tiene un problema de gasto público.»

      Piénsatelo un poquito, anda. Una pista: «vivir por encima de sus posibilidades».

  18. Pingback: El 1% más rico de España y su papel en la burbuja | Politikon

  19. Yo soy 1%. O sea que al menos uno de vuestros lectores (sobre todo en Politikon) forma parte del «selecto grupo». Me consta que la mayor parte de la gente cree que con nuestros sueldos se puede llevar una vida de millonario o algo así, pero me temo que no es para tanto.
    Soy trabajador cualificado por cuenta ajena y mi sueldo es de unos 130000 euros BRUTOS al año. Recalco lo de brutos, porque en ninguna parte de vuestro artículo hacéis referencia a si los ingresos son brutos o netos, y me consta que hay grandísima confusión al respecto, sobre todo cuando se habla de salarios altos. Cuando hablamos de un mileurista, hablamos de alguien que cobra 1000 euros netos al mes, y mucha gente habrá sacado la equivocada conclusión de que yo cobro unos 10000 euros netos al mes. Error. Tributo un 43-45% de mi salario por IRPF, con lo que me queda un sueldo NETO de unos 6000 euros mensuales. Efectivamente, un sueldo «jugoso», como decís. Aumento mis ingresos con lo que cobro por alquilar un piso en propiedad que tengo en Valencia capital (850 euros mensuales, a restar los gastos), y por los dividendos e intereses de acciones y deuda pública que poseo y que he comprado con mis ahorros. Estos ingresos se añaden a mi base imponible y tributo por ellos también en torno al 43%.
    Mi patrimonio: Un piso de 90 m2 en Valencia ya pagado, un Seat Ibiza del año 2010, un MacBook Pro comprado de segunda mano en 2009 por 1700 euros y un móvil Samsung mini. Vivo de alquiler en el Eixample de Barcelona pagando 1200 euros al mes (gastos que no me puedo desgravar, aunque sí que tributo por mis ingresos como casero).
    Tengo 40 años. Nací, viví y me eduqué en el sistema público en una ciudad dormitorio de Madrid en una familia humilde. Estudié una ingeniería (de 6 cursos en 8 años) en la Universidad Politécnica de Madrid gracias a las becas del Ministerio. Desde los 16 años hasta que acabé la carrera estuve dando clases particulares y en una academia para sacar algo de dinero que mis padres no podían darme.
    Gasto bastante menos dinero del que gano, y el excedente se me va en invertirlo como mejor puedo para intentar asegurarme un retiro en condiciones cuando me jubile. Probablemente por mi origen humilde y por mi educación, tengo una gran conciencia de que hay que ahorrar. Les he «prestado» bastante dinero a mis hermanos y a algunos amigos para que se compren los pisos donde viven (post-burbuja), y también les paso dinero a mis padres para completar sus ridículas pensiones.
    Es cierto que durante la burbuja ganaba un 40% más (bruto) de lo que gano ahora, pero mi sueldo no ha vuelto a subir ni lo va a hacer más; probablemente siga bajando.
    Mis ingresos lo son gracias a un buen trabajo que he conseguido gracias a mi esfuerzo, a mi sacrificio y a la ayuda de mi familia y del Estado que he sabido aprovechar. Nadie me ha regalado nada, y todos los días tengo que seguir demostrando que estoy a la altura de un trabajo exigente.
    No considero que mi sueldo sea ni inmoral ni injusto, ya que tenemos un sistema impositivo proporcional y progresivo que hace que pague en impuestos casi la mitad de lo que gano. Me parece inmoral e injusto que mucha gente que gana mucho más que yo tribute un porcentaje muy inferior al mío.
    Tampoco soy inmune a la crisis, porque aunque yo pueda seguir viviendo holgadamente, la crisis sí que ha afectado a mucha de la gente a la que quiero: a familiares y amigos que están en el paro o con trabajos precarios, o que han sufrido una merma considerable de atención de, por ejemplo, la sanidad pública o los servicios sociales.
    Además, y aparte de mi círculo más cercano, la degradación de los servicios públicos me preocupa como al que más y siento que la crisis me afecta enormemente como ciudadano.

  20. El título prometía, pero luego resulta que habla únicamente del 1% con más renta, no del 1% más rico por patrimonio. Fíjense que hablan del 0,01% que incluye a «futbolistas, ejecutivos de banca y artistas de éxito». Pues muy bien. Pero aquí, en Nueva York o en Tombuctú, cuando se habla del 1% (más como intento de concienciación y de inclusión de la mayoría que como instrumento de análisis serio), se está pensando en grandes rentas del capital. No de Paco, el del último comentario.
    Ah, y según dicen aquí, el Estado ingresa poco vía impuestos (9% menos que la media europea) y gasta relativamente poco (4 puntos menos si quitamos la deuda bancaria) http://cincodias.com/cincodias/2013/10/21/economia/1382374948_303432.html

  21. Pingback: Anónimo

  22. Hola,
    respondiendo a CusCus, en esta infografía
    http://picaparaarriba.org/wordpress/desigualdad-en-espana/
    podéis consultar la distribución de la riqueza neta en España. Los datos han sido obtenidos de la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España.
    En concreto, se estima que el 1% más rico tiene el 16,5% de toda la riqueza neta (fuente: Global Wealth Databook 2013 – Credit Suisse – Tabla 1-5).

    Un saludo.

    • También hay datos y análisis sobre la distrbución de la riqueza, a partir de la EFF, en http:barometrosocial.es (ámbito Renta y apartado Informes)

  23. Gracias, Nacho, muy interesante.

    Una pregunta sobre los datos, ¿los quintiles los habéis tomado de Azpitarte? ¿y los percentiles? No acabo de enlazar cada gráfico con su fuente de las tres que dais.

    Me interesa mucho el tema, gracias por pasar los datos.

    • Hola Kiko,

      los quintiles del EFF2002 son cálculos de Azpitarte. Los del EFF2008 provienen del BCE.

      El gráfico en percentiles es una interpolación tomando:

      – P10, P20, P30, P40, P50, P60, P70, P80, P90 támbien del BCE.
      – P100 del informe del Credit Suisse.
      – más la condición de los quintiles.
      – también del BCE hemos sacado el porcentaje de hogares con riqueza neta negativa.

      En el post, a continuación de la infografía, puedes encontrar enlaces a los documentos, y referencia de las tablas de las que hemos extraido cada dato.

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  32. Todos sabemos que si mañana repartiéramos la riqueza en partes iguales, en tres meses volvería a haber ricos y pobres. La diferencia es algo intrínseco al ser humano, porque hay genios e imbéciles, hay gente con talento y gente mediocre, gente con fuerza de voluntad y vagos redomados y gente con más y menos suerte. Me parece que bastante redistribuimos. Y el límite entre la redistribución y el robo legalizado está cerca.

    Pensemos más en crear riqueza que en redistribuir la que hay. La riqueza no es como el dinero del Monopoly, se crea y se destruye.

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