Cine y TV

Sapir y Whorf, Villeneuve y cómo hacer ciencia ficción

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Imagen: Paramount.

Este artículo contiene SPOILERS.

Es posible que cuando se encendieran las luces del cine después de pasar los créditos de La llegada te diera la impresión de haber asistido a una de las películas más inteligentes que ha visto 2016 si no la más inteligente. Por eso mismo habrás pensado que será una de las obras de ciencia ficción de los últimos años que  se convertirá en un clásico, con un guion que la mayoría del tiempo nos deja boquiabiertos, por razones buenas y algunas malas también. Sea como fuere, hay un par de cosas que le pueden venir a uno a la mente mientras se enfrenta a esta película; bien «esto ya lo he leído», o bien «esto ya lo he visto». Y es que en La llegada se aúnan muchos factores por los que podríamos decir que es algo distinto de todo lo que hemos visto, pero al mismo tiempo una película que, a pesar de haberse estrenado hace unos meses, se siente como algo «viejo», o tal vez como un clásico.

«Esto ya lo he leído» porque si eres de los afortunados en conocer la obra del escritor de relatos Ted Chiang probablemente ya estabas familiarizado con la historia. «Esto ya lo he visto» o incluso «esto ya lo he oído» porque, prestando un poco de atención, en La llegada se puede rastrear la huella de diferentes obras contemporáneas, tanto pertenecientes al género como ajenas a él, en la manera en que Denis Villeneuve decide narrar la historia. Por ejemplo, esos flashbacks en los que Louise ve a su hija y le habla, e incluso la razón por la que piensa en ella tan a menudo, no pueden más que recordarnos enormemente, y quizás también gratamente, a la obra de Terrence Malick El árbol de la vida. O al escuchar «On the Nature of the Daylight» de Max Richter, esa pieza con la que la película abre y cierra dejándonos el cuerpo triste, que muchos solo podemos identificar al instante con Shutter Island de Scorsese y Leonardo DiCaprio abrazando a Michelle Williams mientras esta se deshace convertida en cenizas.

Aun con todo, La llegada es una película que merece ser vista y disfrutada, si eres afortunado, en una buena sala de cine para apreciar todos estos detalles y otros muchos deleites que nos trae el director por cuenta propia. Y es que la película se ha hecho un merecido hueco entre el público y la crítica. La interpretación de Amy Adams seguro marcará un hito en su carrera, aunque no haya sido nominada al Óscar como mejor actriz. El nombre de la cinta sí que ha aparecido en ocho categorías de los premios de la academia. Así se une quizás a otros grandes títulos que nos está regalando la ciencia ficción más reciente como Interstellar o Ex machina, y al mismo tiempo los sobrepasa, situándose como una de las películas del género con más nominaciones en los Óscar. La llegada recuerda a otras películas de contacto con extraterrestres pero de una forma diferente, huyendo de algunos de los clichés que encierran la mayoría de estas películas, y sin poder evitar toparse con muchos otros en algunos momentos.

Hasta cierto punto esto no es reprochable, Villeneuve quiso filmar algo innovador y que al mismo tiempo pueda incluirse en una atmósfera en la que los fans de la ciencia ficción más clásica se reconocen y que agradecen. Hay naves espaciales, aunque no sean circulares, metálicas y llenas de lucecitas. Hay héroes —o mejor, heroínas— aunque no haya violencia. Hay efectos especiales, pero no parecen ser lo más importante en esta película. Lo más importante de La llegada y lo que hará que pase a la historia no es toda esa parafernalia estética ni formal: lo que verdaderamente rompe los esquemas del género es su guion.

Ante la aparición de unas naves extraterrestres en doce puntos diferentes del globo terráqueo, el Gobierno busca la ayuda de Louise Banks, la lingüista más brillante de Norteamérica, para que establezca contacto con los visitantes y averigüe sus intenciones en la Tierra. A partir de ahí asistimos a una clase magistral de estilo, por parte de Villeneuve, y de lengua extraterrestre, por parte de Louise. La trama se cimenta sobre tres pilares fundamentales: primero, es una historia sobre la forma en la que el idioma con el que nos expresamos transforma o determina la manera en que racionalizamos la realidad —relativismo lingüístico o la hipótesis de Sapir-Whorf—. Es también una historia sobre la relación de una madre con su hija y, más importante aún, la relación de una mujer con sus decisiones y las consecuencias de las mismas. Pero, además, Villeneuve quería que La llegada se relacionase con el poderío de la mujer, adscribiéndose a ese movimiento feminista que está sacudiendo con fuerza el cine más actual con historias en las que una mujer no se define por su posición con respecto a un hombre.

El mérito de tan intrincada historia es, originalmente, del escritor estadounidense Ted Chiang, quien imaginó en su relato La historia de tu vida que si los humanos adquiriésemos un lenguaje en el que el tiempo no se concibiera como una línea recta y no existiese una cadena causal, sino que todo fuese principio y fin al mismo tiempo, podríamos saber lo que va a pasar a lo largo de toda nuestra vida. Deberíamos entonces elegir si cambiar algo de ella o dejarla transcurrir siguiendo el plan que para nosotros está escrito. Un planteamiento muy interesante aunque la hipótesis de Sapir-Whorf se considere hoy día refutada en su forma más radical.

Sin embargo, es una idea que desde su formulación hasta nuestros días sigue despertando interés, y la relación entre pensamiento, lenguaje y realidad ha tenido su hueco en las obras de algunos personajes populares. Entre ellos quizás el que más la ha desarrollado sea el novelista William S. Burroughs, que ofrece una lectura más radical y combativa afirmando que el lenguaje es un virus que aliena al ser humano con sus reglas gramaticales y sintácticas. Esta idea también le viene a uno a la mente cuando lee en la obra de George Orwell 1984 aquel pasaje en que el Partido está renovando el diccionario de la neolengua y va a eliminar algunos significados de la palabra «libertad», o cuando Aldous Huxley dice en Las puertas de la percepción que «la mayoría de las personas solo llegan a conocer, la mayor parte del tiempo, lo que pasa por la válvula reductora y está consagrado como genuinamente real por el lenguaje del lugar».

Partiendo de una idea tan compleja y novedosa es normal que La llegada resulte ser una película llamativa y que destaque entre otras cintas del mismo género. El tema principal aquí no es la llegada de extraterrestres a la Tierra en sí, sino el problema de la comunicación con una especie de la que no se conoce absolutamente nada. La protagonista es, pues, la comunicación racional y voluntaria, o lo que Steven M. Greer llamó «la quinta fase» en un encuentro extraterrestre. Vimos algo parecido en Contact, donde Jodie Foster consigue desentrañar un mensaje emitido por una civilización extraterrestre en el que se indica cómo construir una máquina para llegar hasta ellos. La diferencia aquí es clara, en Contact se da por hecho que los humanos podrían entender esas instrucciones de naturaleza ingenieril, mientras que en La llegada se pone de manifiesto la imposibilidad que tendríamos para comunicarnos con una raza extraterrestre sin antes emplear años de investigación con este fin. Un problema con poco desarrollo en el que Chiang quiso poner el acento de su relato La historia de tu vida.

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Imagen: Paramount.

Sin embargo, el contenido de la película está ligeramente cambiado si lo comparamos con el relato original, debido principalmente al trabajo de Eric Heisserer, quien adaptó la mayoría de la historia. No solo incluye bastante dramatismo, con claros ejemplos como los cambios en la historia de la hija de Louise, la tensión geopolítica como coprotagonista, o la alusión a un «arma» o un «regalo» que los heptápodos le hacen a la humanidad. Los relatos de Chiang podríamos decir que se caracterizan por unos desenlaces un tanto bruscos que, si bien funcionan para un relato, ciertamente no tendrían la misma efectividad en la gran pantalla, y de esto se dieron cuenta tanto Heisserer como Villeneuve. De hecho, uno de los grandes cambios con respecto a la historia original es el final de la película, un halago a su personaje femenino que da muestras de heroicidad frente al ejército y a las potencias extranjeras para defender a sus amigos de siete patas. A este respecto, y habiendo mencionado que nos recuerda a Contact, también hay que subrayar una diferencia principal: si bien las dos películas están protagonizadas por féminas especialistas en su campo, en el caso de La llegada vemos a una mujer respetadísima, capaz de manipular a los hombres de su entorno, mientras que en Contact la doctora Eleanor Arroway es ninguneada constantemente por altos cargos y la validez de sus estudios y descubrimientos es puesta en entredicho hasta el hartazgo. Esta visión de Louise como una mujer fuerte, heroica y hasta cierto punto controladora es uno de esos añadidos de Villeneuve, su toque feminista.

Algunos cambios, por esta razón, los podemos comprender. Hay otros que deben ser más bien fruto del imaginario del director en cuanto al género se refiere. Influenciado en su juventud por los cómics de Moebius, Enki Bilal y Jean-Claude Mézières, en La llegada podemos encontrar también rastros de algunas muestras de cine contemporáneo o de obras que han encumbrado la ciencia ficción. Sin ir más lejos, su nombre en inglés —Arrival— ya se parece bastante al de la película, también sobre extraterrestres, The Arrival estrenada en 1996.

Para empezar, en el relato la forma en que la lingüista y los heptápodos se comunican es por medio de unos espejos muy grandes escondidos bajo tiendas militares. Sin embargo, Villeneuve nos presenta unas naves negras, alargadas como monolitos que flotan en el aire. Un monolito negro que viene a ofrecernos una visión superior, una evolución de la especie humana. ¿A alguien le recuerda a algo? Pues si no bastaba con la sospecha, Villeneuve nos da alguna pista más. Un plano contrapicado en el que vemos el negro monolito desde abajo y, arriba, el cielo. ¿Una música que podría recordarnos a un enjambre de insectos o a un coro? Es bastante tentador pensar que Villeneuve quiso hacer a su manera un tributo a 2001: Una odisea del espacio.

Ya hemos hablado además de su relación con la obra de Terrence Malick El árbol de la vida, donde una familia revisita su pasado y la trágica muerte de uno de los hijos, que les marca para el resto de sus vidas. Compuesta mayoritariamente por flashbacks y otras muchas escenas de una belleza digna de lo que ya entendemos por una película de Malick, la forma en la que Villeneuve se acerca a esos recuerdos de Louise nos trae a la memoria esta otra obra de 2011. Flashbacks del pasado que vienen y van, una madre que habla con su hijo fallecido mientras las imágenes de niños jugando se suceden.

También hemos mencionado sus similitudes con Contact de Zemeckis. No se puede negar que hasta cierto punto la historia de Chiang se relaciona con esta película, pero la visión de Villeneuve fue más allá y tomó algunos elementos que parecen sacados directamente de la película. Por ejemplo, en La historia de tu vida jamás se mencionó un intercambio masivo de información en forma de una especie de mapa conceptual saturado de esa escritura extraterrestre que tiene que ser descifrado por los lingüistas y que en última instancia compone el elemento principal del desenlace de la película. Un documento que recuerda mucho al que recibe la doctora Arroway en Contact  y gracias al cual el Gobierno es capaz de construir la máquina con la que viajar en el espacio-tiempo hasta el planeta de los amigos extraterrestres, y que también compondrá finalmente el peso del desenlace de esta película.

El caos que se vive en todo el mundo una vez los extraterrestres aparcan sus naves en los cielos es también un añadido del guion. Se puede entender que, al aparecer seres de otro mundo, cunda el pánico entre los ciudadanos, pero como nada de esto aparece en el libro, este pequeño cambio no puede más que recordarnos a la historia de La guerra de los mundos —mejor en su versión de 1953—.

Por otro lado, en el relato original nunca se puso el acento en la militarización de las operaciones, si bien se centró más en el intercambio de información y, en concreto, en muchos aspectos teóricos, lingüísticos y científicos. Una densidad típica del estilo del escritor estadounidense, entregado a los mundos de la ficción y del software a partes iguales. Sin embargo, en La llegada toda la narrativa y el ritmo están soportados por la acción del ejército y las tensiones geopolíticas, prestando especial atención a la evolución de los acontecimientos que se suceden en paralelo en otros países. Todo el tema militar y referente a la colaboración —o la ausencia de la misma— recuerda y mucho a Encuentros en la tercera fase, otro hito del género, rodada por Steven Spielberg en 1977. Además aquí volvemos a ver un intento de comunicación del Gobierno con los extraterrestres, esta vez utilizando solamente una sucesión de cinco notas musicales.

Sin duda, La llegada es una obra innovadora en el género, que plantea una perspectiva muy diferente a lo que hemos visto hasta ahora, aunque nos ofrece un espacio común, un reducto al que agarrarnos para encontrarnos en terreno familiar a la vez que descubrimos algo totalmente insólito. Una obra inteligente, sacada del relato de un escritor muy inteligente, que nos abre el pensamiento a nuevos horizontes en cuanto a los contactos con seres de otro mundo. No se reduce a la preocupación de si destruirán o no a la raza humana, sino más bien a cuáles serían en general las consecuencias de interactuar con seres cuya inteligencia se puede comparar con la nuestra pero que funciona de forma totalmente diferente. Y para contarnos esto, toma pequeños retazos del imaginario que es el cine contemporáneo, que nos aseguran que estamos en campo conocido. Una forma de utilizar ese lenguaje que es el cine, que se crea y configura en relación con otras obras, y del que cada uno toma sus referentes para formar su propio dialecto cinematográfico.

Entonces, quizás sea lícito pensar que, a su manera, Villeneuve sufrió también de ese fenómeno que Sapir y Whorf llamaron relativismo lingüístico. Si hablásemos del relato La historia de tu vida como un estímulo real, y de La llegada como la interpretación que de este hizo Villeneuve, podríamos concluir que su lenguaje cinematográfico, adquirido en este caso tanto de obras y directores importantes como de lo más destacado en el género, configura la manera en la que el director piensa el cine de ciencia ficción. Un imaginario o lenguaje propio por el cual la visión de cada director es única, y en este caso la de Villeneuve nos ha dejado una obra genial que para los amantes del género será una maravilla como de otro planeta, para los que odian el cine lento, una tortura deliciosa, y para los demás, una rara avis.

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Imagen: Paramount.

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41 Comentarios

  1. Pingback: Sapir y Whorf, Villeneuve y cómo hacer ciencia ficción – Jot Down Cultural Magazine | METAMORFASE

  2. José María

    Para mí fue una decepción. Supongo que influenciado por una pérdida , ver cómo al final se resume en aceptar la pérdida de una hija, todo lo demás se diluye. Antes de todo eso y esperando el desenlace , sí que hay señales de numerología religiosa que no me pasaron desapercibidos. Uno se forma a través de sus experiencias. Asumir con resignación un destino, no es muy científico, creo.
    Posiblemente, mi concepción de la película sea muy simplista, pero tengo que decir que no he hecho nada por recordarla. Me encanta la ciencia ficción , hasta las películas de serie b o como se clasifiquen, y no la considero tan especial.
    Espero, si tengo o quiero tener otra ocasión para verla, tener un enfoque diferente. La llegada no me llegó.

    • Little red corvette

      Opino aquí, perdona porque no se donde se opina
      Tengo que opinar porque si no me muerdo la lengua y me enveneno, volvemos otra vez al tema : Como mola, como mola todo lo que hace Chrisphopher Nollan,¿ Creéis que el argumento de interestelar tiene algún sentido?,¿ Creéis que tiene sentido que aparezca el padre detrás de una estantería de la hija en forma de éter( porque evidentemente pierde masa corporal al viajar en el tiempo) y tire una figurita y la hija deduzca que ha sido su padre quien la ha tirado? y no me lo comparéis con Zemeckis( por el amor de dos), Contact es cojonuda y Encuentros en la tercera fase ya ni os cuento.
      Shutter Island de Scorsese por supuesto increíble, inmejorable, como todo lo que lleva el sello Scorsese y con unas interpretaciones de 10, os habéis olvidado de la interpretación de Mark Ruffalo, increíble sin duda.
      Y 2001 es un truño, con perdón, Kubrick no se en que estaría pensando, ¿Qué es esa mierda psicodélica del final tipo años 70? ¿Qué es eso de un útero y un feto?¿Donde aparece ese tío que va en una nave y aparece en una habitación de mayor?
      Y lo de los monolito me recuerda a la Panto y me da mal rollo, no hagáis conexiones inconexionables de mierdas que no tienen conexión, que yo soy muy de conexionar cosas sin conexión ninguna
      Espero que está este bien, iré al cine a verla of course, si me llega el presupuesto, Amy Adams es una de mis actrices favoritas.
      Perdoname si comento en tu comentario, que no tengo twitter y parece ser sólo se puede comentar por tuist y ando dandome de lata en todos los sitios, el país enlace con esto , aquí y allí.
      Sorry

  3. En éste artículo en el que se ha hecho referencia a multitud de obras de la cultura popular falta uno: Alan Moore.

    Relatividad lingüistica y Alan Moore. Básicamente.

    La película no esta mal pero tampoco es una obra maestra. Personalmente que se la llame «película inteligente» me resulta extraño. Pero bueno, supongo que para una película…

  4. Estoy con José María y con Hauru. Para mí, una película más de ciencia ficción, no a la altura de Interstellar, Contact o Encuentros en la 3ª fase. Pero bueno, cuestión de gustos. No me parece una película inteligente, aunque debo reconocer que a mi entorno sí se lo pareció.

    • Totalmente de acuerdo en que las tres películas que has citado son mucho mejores. Creo que la peli es limitada y simple aunque es engrandecida artificialmente por las implicaciones ocultas que quieren extraer de ella muchos cinéfilos.

  5. Es raro que una película tan inteligente pueda ser apreciada por mucha gente. En este caso, se trata de una película que supera mucho al relato original sin perder la perspectiva. Lo que hace Villeneuve, un director que sigue creciendo a pasos agigantados, es conservar el nucleo de la historia y dotarlo de mayor dramatismo para su adaptación al cine y llegar a un público más grande. Y lo hace con maestría. Quienes quieran quedarse con lo básico, el relato de ciencia ficción, pueden hacerlo, y los que quieran quedarse con la historia de una madre y una hija, también. Las grandes películas son así. 10/10

  6. El tratamiento de la problemática de la relatividad lingüística no está mal, pero cae en la estrategia de crear un idioma simbólicamente idéntico a las lenguas humanas. Sería mucho más desafiante una propuesta diferente, sin iconicidad u otros rasgos plenamente localizables en las lenguas humanas.

  7. Constanza

    Si bien muchos de los contenidos de esta crítica a la película me parece muy buenos, creo que el centro de la película no es la ciencia ficción sino la aceptación de ella de su destino: la maternidad y la muerte de la hija. Ahí todo el feminismo se acaba: su triunfo al lograr comunicarse con los extraterrestres es apenas un pequeño guiño que ayuda a terminar el capítulo, porque de su vida después de ese triunfo lo más que se sabe es su maternidad. Feminista puede ser todo el intento de mostrar una mujer fuerte y capaz que logra triunfos desde el punto de vista profesional, pero al final lo deja todo para abocarse a su destino: ser madre y además sufriente y cuidadora de una hija moribunda. El mito de la realización femenina a través de la maternidad en todo su esplendor. Si esto es todo el feminismo que podemos esperar en una película, falta mucho por hacer.

    • Para nada. De hecho, si se fija en la película, no lo «deja todo» para estar con su hija. La puede usted ver trabajando, cuando su hija le pregunta por un término en concreto, la puede ver abriendo una caja y sacando el último libro del que es autora. Lo que realiza al personaje no es parir o ser madre, sino el comprender la verdadera naturaleza del tiempo y por tanto no temer la pérdida de sus seres queridos.

      • constanza

        Bueno, tal vez exageré un pelín al poner «deja todo». Porque sí especifiqué que lo poco que se ve de su éxito profesional (su libro, la reunión con el presidente chino…) son apenas pequeños flash que no restan apenas minutos a lo importante de su vida después de su éxito: su maternidad, que es desarrollada en extenso en montones de minutos de metraje. El hecho de que la película empiece y termine con eso no me parece en absoluto baladí. Cuando la ves «trabajando» (sentada escribiendo): deja por un momento el trabajo para responder a la hija. No es su trabajo en un despacho y ganando premios, es en casa cerca de esa hija que parece el centro de su vida. Todo el futuro que vemos parece inexorablemente ligado a su hija: ni a los extraterrestres, ni a su marido, ni a su trabajo. Y lo de «no temer la pérdida de los seres queridos», eso no creo que necesitemos a los extraterrestres para que nos lo enseñen, pero eso ya es una observación personal. La vida y la muerte es algo que enfrentamos a diario. Quizá es más interesante verlo desde la perspectiva del que conoce el futuro y aún a sabiendas se lanza a abrazarlo. Incluso sabiendo que le va a costar su relación de pareja: sospecho que lo poco que dicen del divorcio y que está ligado a ese futuro que ella conoce y trata de hacerle comprender a él es precisamente su decisión de su maternidad y la muerte de la hija. Como sea, después de verla me pareció casi que los extraterrestres eran una excusa para hablar de la maternidad.

        • constanza

          De hecho, aunque yo no leí el relato en el que se basa, me ha comentado alguien que sí lo leyó que en el relato la muerte de la hija se produce por accidente. Sin embargo, para la película lo cambian a una enfermedad larga y que requiere que la madre se haga cargo de los cuidados, dándole más énfasis a su condición de cuidadora y de sufriente por los hijos.

        • Yo creo que usted está confundiendo dos partes de la película y también los términos que se usan para describirla. Cuando se habla de «feminismo», se destaca el hecho que una película repose 100% sobre un personaje femenino rodeada de hombres que no son más que actores secundarios. Aunque no debería ser nada extraordinario, si que lo és. Ya que en esta sociedad, es verdaderamente complicado apostar por este tipo de personajes femeninos. Y Amy Adams lo borda, creando uno de los mejores personajes de los últimos años.

          Por otro lado, su decisión de seguir adelante con una vida llena de dolor, y dedicarse en cuerpo y alma en su hija no tiene nada que ver con la maternidad ni el feminismo. Sin importar el género, es una cuestión que te pega y en el fondo no sabes que responder.
          Si supieras lo que se siente al ver la sonrisa de tu hijo, al descubrir el mundo a través de sus ojos, aún sabiendo que la vida te lo arrebatará, que tu pareja no te lo perdonará jamás, y que únicamente vivirás en el dolor? Yo quiero pensar que haría como ella y disfrutaría cada segundo como si fuera un regalo. Y eso no tiene nada que ver con la realización femenina a través de la maternidad, ya que ni siquiera soy mujer…

          • Constanza

            Sí, es una película en la que la acción reposa sobre un personaje femenino y en la que ella «salva» la situación. Ese análisis no lo he ninguneado. Pero si ese es todo el feminismo que tenemos en una película, falta mucho por hacer. Una película que apenas pasa el test de Bechdel (porque solo recuerdo dos personajes femeninos en toda la película, todos esos secundarios de los que habla son todos hombres), en la que la ciencia y lo militar lo siguen llevando hombres mientras que ella (gran profesional) ha seguido una carrera «de letras», que son las más tradicionales asociadas a lo femenino, y de «comunicación», que tiene que ver con esa atribución tradicional de que las mujeres preferimos y nos inclinamos más por carreras que tienen que ver con las relaciones sociales y el contacto con otros. En la película se quita una parte interesante del relato que no leí pero me contaron: la niña era más independiente, rebelde y le gustaba la aventura y la escalada. En esta película eso (que sería mucho más feminista) se borra para dejar a una hija sin ninguna característica especial de carácter que la defina y que va a morir inexorablemente por una enfermedad larga. Y esa enfermedad larga es la que aboca a la madre a su cuidado, asumiendo el rol más tradicional de madre (porque toda la cuestión de la sonrisa de un hijo que me comenta tiene que ver con ese rol de madre tan tradicional y con el ensalzamiento de la maternidad, aunque también el padre tenga algo de cabida para disfrutarlo). Definitivamente, ese rol de madre abnegada que se desvive por el hijo hasta borrar prácticamente su vida (al menos borrarla de la pantalla como comenté antes) es tan tradicional que lo verdaderamente revolucionario sería que lo viéramos en pantalla representado por un hombre. Pero no, sigue siendo una mujer, porque la maternidad es una cuestión que debe seguir siendo femenina. Y el cuidado de la hija enferma también es femenino. Y ya sé que el truco de no mostrarte al padre al principio tiene que ver con la sorpresa del final (que ni fue sorpresa ni nada, a mitad de película ya me había dado cuenta), pero igual la que cuida es la madre. Y por supuesto tiene que ver con el sacrificio que implica para las mujeres la maternidad, cuando permanentemente te muestran noticias en la prensa en las que las mujeres retrasan tratamientos de cáncer para poder llevar a término un embarazo o llevan a término embarazos con fetos anencefálicos para poder tener dos minutos de tocar su manita. Todo muy tierno y patriarcal. Lo dicho, esta película de feminismo va muy justita, que no quiere decir que no lo sea, pero para mí no es suficiente, hay que esforzarse más.

        • Miguel Molina

          Qué pesado eres en tus comentarios! Podrías por un momento pensar en que el mensaje de la «realización femenina a través de la maternidad» queda supeditado al relato de una mujer que sabe que verá a su hija morir en pocos años, y por tanto le dedica la mayor cantidad de atención posible?? En verdad qué afán de buscar argumentos sobre género aún a sabiendas de que son SERES HUMANOS de quien se está hablando!

      • Federico Martínez

        ¿»Para nada.»? ¿Qué forma es esa de responder a un comentario? ¿Está usted en posesión del 100% de la verdad? Además, la aportación de Constanza al debate es muy acertada, y merece algo más de respeto.

  8. Lareon Falken

    Sobrevalorada. Esa es mi conclusion a esta pelicula, y mas si la comparo con su estupenda base «la historia de tu vida». Lo mas impresionante del libro es que despues de un primer contacto masivo para la humanidad, y el aprendizaje de una vision no lineal, todo ello queda en NADA. Y ese es el mejor final que he leido en mucho tiempo, un hecho tan importante en la historia de la humanidad en realidad sólo afecta a una docena de personas. Y cuando esa docena muera, nada quedara.

  9. José Luis

    A mi me ha parecido una película budista. Los extraterrestres son solo una excusa. Para contar una historia sobre coraje, compasión y aceptación. Ante un contacto extraterrestre la humanidad siente terror y solo la protagonista tiene el valor necesario y la voluntad de salvar a todos, humanos y extraterrestes. Al final la lengua extraterestre será la lengua que unirá a la humanidad. Aceptar el destino de un hijo, hace que la vida sea un milagro, una joya que apreciar momento a momento, por que es bermosa por si misma y por que un día, cualquier día desaparecerá. Ademas es una película de ciencia ficción pura y dura muy original.

  10. Entretenida y bien hecha. No obstante, difiero es en que, el día que haya «contacto», serán los computadores nuestros y los de aquellos los que descifren el lenguaje de comunicación. Así, nosotros le hablaremos a nuestro computador y ellos al propio… y de esa forma nos entenderemos… si es que nos entendemos.

  11. Rodrigo Belmar

    Estupendo artículo. A mi me fascinó esta película. La vi hace un par de meses y me dejó pensando en todo lo que señala la autora de esta nota, escrita con tanta claridad y lucidez, hasta el día de hoy. Felicitaciones a Pilar Laguna.

  12. Federico Martínez

    La vi hace meses, y no recuerdo bien si Louise (la prota) sabe que su hija va a morir antes o después de tenerla; pero lo que sí recuerdo es que no le dice nada a Ian (el otro prota, que acaba siendo su marido). Aparte del dilema moral (decir o no la verdad a Ian), Louise tiene un problema: es capaz de comunicarse con los extraterrestres, pero no se comunica con su marido. A mí me pareció, cuando la vi, que Louise no es trigo limpio, manipula a Ian. No sé, quizás la memoria me hace guiños. Pero que la película empiece con escenas de Louise con su hija (un flashforward que parece un flashback) creo que da bastantes pistas.

    • Durante la película no es su marido. Además, sí se lo dice, y esa es la razón de su divorcio. Creo que debería ver la película otra vez.

      • Federico Martínez

        Durante la película no es su marido, pero se divorcia. Eso sí que es ciencia-ficción.

  13. A mí me gustó. El ritmo lento, intimista y hasta resacoso que supone la peripecia vital de la lingüista con su hija en contraste con la grandeza del momento -primer contacto de la humanidad con alienígenas- me fascinó.
    Sí que es cierto que, para mi gusto, la representación de los extraterrestres y el problema lingüístico se resuelven con una cierta estandarización. No se sale de conceptos muy humanos para ello: calamares gigantes en su tinta que se expresan mediante iconos complejos. Creo que se debería haber tendido más hacia la abstracción en este aspecto. Por lo demás, gran película.

  14. Qué obsesión con discutir si la película es o no inteligente, parece que alguno quiere justificar su propia inteligencia con ese tipo de comentarios… en fin, yo al menos disfruté la película bastante.

  15. La obsesión del nolanismo por criticar esta maravilla comparándola con Interstellar es de traca. Nolan, un tío que necesita 200 millones de $ para explicarte en cada escena, como si fueras un niño de 4 años, qué es un agujero de gusano, convirtiendo a sus protagonistas (científicos y astronautas) en pedagogos de su propia ciencia. Una historia en la que el protagonista, en lugar de enviar la información directamente a la NASA o a sí mismo, prefiere arriesgar el futuro de la humanidad para que su hija no le haga mohínes. Una película cuyo rigor científico se cae por los suelos varias veces, como entrar en un agujero negro y salir de rositas o despegar del planeta de las olas sin necesidad de propulsión a cohetes teniendo una gravedad de 130g, y que la nave no sufra ningún daño. Una película en la que la NASA es un sótano clandestino donde nada más llegar «me embarco» (3 horas había para profundizar), y la guinda, la frase de Anne Hathaway de que el amor es la fuerza que trasciende el tiempo y el espacio. Paulo Coelho aplaudiendo en su salón. He leído críticas a 2001 que no hay por dónde cogerlas, una obra maestra incontestable, rigurosa y de las que dejan poso. La primera hora de La Llegada es una obra maestra, el talento visual de Villeneuve dejaría satisfecho a Kubrick. Una película que se inscribe en lo mejor de la ciencia (o deberíamos decir humanismo ficción). Ahí radica su originalidad.
    Villeneuve, ese cineasta genial que lo mismo rueda una película semi documental como Polytechnique sobre una masacre, adapta una obra de teatro y la convierte en una estremecedora maravilla como Incendies, reinventa el thriller psicológico con Prisioneros o se atreve con el psicologismo puro de Enemy, al tiempo que se pasa por la frontera mexicano-estadounidense para enseñar a ambos lados cómo se hace una película de acción con mensaje político, para posteriormente abordar en La Llegada un enfoque novedoso de la ciencia (humanismo ficción). Ardo en deseos de ver la secuela de Blade Runner y el reboot de Dune. No se me ocurre cineasta más versátil y capaz de transitar por los márgenes de la industria y dentro de ella que el canadiense.

    • Karl Malden

      No puedo estar más de acuerdo. Aunque Villeneuve también tiene altos y bajos en su (hasta ahora increíble) filmografía y Nolan tampoco es un patán, coincido en todo lo que dices. A Nolan le quitas las banda sonora y no sabe crear tensión. Solo hace falta ver Origen o Interestellar sin música. Un fotograma de una película de Villeneuve ya te predispone para inquietar y crear atmósferas orientadas hacia lo que te cuenta.
      No es que uno sea bueno y otro sea malo, pero creo que mucha gente le está rezando al Dios equivocado.

    • Yo no entiendo por que hay que criticar a una película para poder elogiar a otra.
      Y en este caso comparar Interstellar con Arrival no tiene demasiado sentido. Son dos grandes películas de ciencia ficción totalmente distintas con la única semejanza que el guión combina un argumento que afecta a toda la humanidad y otro más íntimo que muestra las relaciones entre un padre/madre y su hija.
      Y casi todas tus criticas sobre Interstellar también serían aplicables a Arrival. Una película de ciencia ficción para todos los públicos siempre se tratará como si fueras un niño de 4 años (What is your purpose in Earth?).
      Y sobre los «errores» de guión, hablamos de ciencia ficción!

      Yo personalmente me alegro enormemente que seamos capaces de disfrutar de tantas películas de ciencia ficción de calidad. Y entrar en nolanismo vs lo que sea es una tontería bastante grande.

      • La ciencia ficción exige verosimilitud según el contexto en que se inscribe. Interstellar presume de científica y su premisa principal es un sinsentido que no justifica la historia. ¿Te parece que averiguar el propósito de unos visitantes alienígenas es para críos? ¿Cómo abordarías tú el primer contacto con una especie alienígena? Creo que tal y como se cuenta es de sentido común. Por eso no es ciencia ficción para niños de 4 años, como por cierto no lo son obras maestras del género como 2001, Blade Runner o Solaris. Pretender hacer tabla rasa con todo el género para exonerar de su infantilismo a Nolan no es un argumento muy consistente, a no ser que consideres como ciencia ficción Star Wars y similares.

        • En ningún momento he criticado Arrival que me parece una película casi perfecta, de la misma forma que me lo parece Interstellar (especialmente si no se hubiera mostrado más allá del agujero negro). Si nos ponemos quisquillosos no me parece de sentido común que la NASA no esté al mando de la investigación, y traigan a un físico «random» más una experta linguística, que después de dos encuentros dejan a todos por tontos. Pero es ciencia ficción y no se trata de juzgar cada escena, se trata simplemente de aceptar la premisa propuesta. Y yo personalmente disfruté de cada instante de » Arrival».
          Y «verosimilitud» y ciencia ficción para niños de cuatro años, no son términos incompatibles. Personalmente no tengo ningún problema en la «sobre-explicación» de conceptos «técnicos» como Interstellar o en mensajes más abiertos / oníricos como en 2001. No se trata de ninguna tabla rasa, sino de aceptar las distintas propuestas y analizar o valorar cada una de forma independiente, sin hacer comparaciones absurdas que no llevan a ningún lado.

          • Más allá de analizar cada escena, Interstellar se cae porque su premisa principal hace aguas: No puedes arriesgar el destino de la humanidad en aras del amor paterno filial. Sencillamente es infumable porque la situación es lo suficientemente grave como para exigir verosimilitud. Respecto a que la NASA no sea protagonista en Arrival puede ser discutible, pero en cualquier crisis o situación excepcional es el ejército bajo las órdenes del presidente y asesores (donde pudiera haber gente de la NASA) quien se hace cargo. Es completamente verosímil.

  16. Me gustó mas Mujeres al borde de un ataque de nervios, con eso lo digo tó.

  17. Lo mejor sobre contactos con inteligencias extraterrestres se escribió y rodó en Polonia y la Unión Soviética hace ya unos cuantos decenios. Lem, los Strugatski y Tarkovski ya dijeron todo lo que se podía decir que tuviera un mínimo interés. Los americanos como siempre a lo suyo, sus efectos visuales y explosiones y tal.

  18. Me gustó y atrapó. La volveré a ver y leeré el libro. Tantos comentarios extensos que entran al detalle, és prueba suficiente de que la película y el artículo generan debate rico y complejo, como el filme ¿Que Más quereis?

  19. JuanMiguel

    Camarada, te adelantó la Historia por la derecha.

  20. Por encima de todo una pelicula para disfrutar sin prejuicios, y que por momentos es como una lluvia naranja o una montaña amarilla, algo extraño, grande y sosprendente…

  21. Es una BUENA PELÍCULA DE CIENCIA FICCIÓN, a diferencia de Interstellar (que ni es buena película ni buena ciencia ficción). No llega a ser el 2001 del siglo XXI porque, claro, 2001 era lo nunca visto, mientras que Arrival es una película que tiene precedentes. Pero no por ello le falta originalidad.

    Después de leer también el libro, la mayoría de las decisiones de adaptación me parecen acertadas: añadir todo el lío geopolítico (en el libro solo existen los Estados Unidos) y la forma de representar el lenguaje alienígena. Por supuesto, me hizo feliz que, por primera vez en el cine, los extraterrestres parezcan extraterrestres, y no humanos con un traje de goma o pitufos indios gigantes.

    Solo vi unos pocos añadidos innecesarios (ESPOILERS): la explosión (pero cada explosión que pongas duplica el número de espectadores de la película, dicen) y el standoff, y lo que me pareció más decepcionante, que la comprensión final del lenguaje parezca deberse a un fenómeno paranormal, en vez de al trabajo científico continuado que se ve en la novela.

    Eso me hizo añorar The Martian, una película muy inferior en casi todos los aspectos, pero la única en todo el cine de ciencia ficción donde LA CIENCIA es lo que resuelve los problemas.

  22. ¿A nadie le pareció un pelín egoísta la decisión de la tía? Por el sufrimiento de esa hija y el de su marido, que no están al corriente de lo que va a pasar, como ella.

  23. En mi humilde opinión, una de las mejores películas de la historia; No solo es inteligente, sinó que a su vez carece del ego insoportable, de tantas películas que bajo N categorias, adolecen mas de lo segundo que de lo primero. Inclusive las que se anuncian como ‘para gente inteligente’, que suelen ser malísimas.

    Le pongo un 11/10 a la película y, al artículo de Pilar R. Laguna. A la película decir, que es un compendio magnífico de sensaciones -como debe ser en una película- entregadas con sensibilidad estética y sonora. En este último aspecto no solamente brilla la música, sinó la carencia de gritos; Es de las poca películas en que no gente sale gente neurótica chillando cada dos por tres y esto, se agradece.

    Y al artículo, porqué es un trabajo de investigación fenomenal con otra vez, 0,0% de ego. Lo siento si algunos se molestan, pero el artículo está al nivel -en coherencia- a la magnífica película, y se agradece, si, se agradece el trabajo de contraste de hipótesis de la autora.

    Añado y por añadir al debate, que tengo dudas eso si, que la película apueste claramente por apoyar la tesitura fuerte de la hipótesis de Sapir-Whorf, que de primeras tendría un semblante; personalmente me decanto mas por el universalismo semantico de ‘Anna Wierzbicka, como epílogo hipotético-linguístico de la película. Y porqué no, con elipse a las limitaciones del lenguaje de Wittgenstein.

    Ahí es nada. Lo dicho, 11/10.

  24. Pingback: Lenguas para el silencio del futuro - Jot Down Cultural Magazine

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