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Javier Gómez: La culpa no es del Islam; es de los adverbios

Tres libros conforman hoy lo esencial del pensamiento europeo: la Biblia, Harry Potter y el catálogo de Ikea. Y no solo en número de ejemplares. No es como en los tiempos de Voltaire, pero algo es algo: somos un continente de habitaciones diáfanas, líneas depuradas y papeleras impronunciables. Y pronto, un continente sin mujeres por obra y gracia de cierto Islam.

Viene esto a cuento porque el catálogo de Ikea aparece en Arabia Saudí sin fotos de féminas. Había mucho muslamen entre estanterías para las autoridades suníes. Ya es difícil percibir lascivia en un mamotreto que parece un manual de catequesis para familias rubias… o a lo mejor el problema era ese. Al final, la multinacional ha lamentado «no haber reaccionado a tiempo», buena frase para salir del fango y seguir vendiendo somieres. Pero no retirará el catálogo sacro ni lo repondrá por uno completo, pornografía hogareña incluida. Por supuesto, es una cuestión de respeto a las creencias. O eso dicen las almas pías del buenismo, muchas de ellas en la izquierda.

Es mejor no enseñar demasiado, ni de las piernas ni de las manifestaciones, que diría Mayor Oreja. Las autoridades religiosas saudíes veían “demasiada piel femenina”. Siempre hay que desconfiar de los adverbios cuando escoltan a los principios morales. Seguramente, el que escribió lo de “demasiada” lleva a su mujer envuelta en celofán, salvo las manos (algunas, ni eso), y le deja una celosía de hilos en la capucha medieval. Piel femenina en su punto justo. Total, para epidermis ya rulan luego las putas rusas en Arabia Saudí y demás países del Golfo. Pero por supuesto, todo es cuestión de respeto.

Como el diario Le Monde, uno de esos vigías morales del buenismo. La semana pasada, tras el movidón por las caricaturas de Mahoma en Charlie Hebdo, un editorial preconizaba que reírse de Mahoma está bien, pero que “ahora” no era el momento porque no conviene verter “aceite sobre el fuego”. Qué cabrones, los adverbios. Mejor que la censura, la autocensura, hasta que a buena parte del mundo islámico se le bajen los humos. Europa, un continente sin mujeres ni libertad de expresión. Pero, por supuesto, todo dentro del máximo respeto.

Lo paradójico es que piden tolerancia quienes queman banderas, asesinan a embajadores, provocan disturbios y amenazan de muerte a tipos cuyas únicas armas son un lápiz, una goma y el sentido del humor. Y desde Europa se pide calma para no enfadarlos aún más: «Venga, bah, chicos, reíros del Rey y de Rajoy, de Terelu y de Cristiano Ronaldo, pero de Dios no, al menos un tiempecín». Lo llaman prudencia cuando quieren decir miedo. Y por miedo puede que no terminen por quedarnos ni Ikeas ni Harry Potters. Biblias sí, porque los religiosos se entienden entre ellos. Poco tardó el Vaticano en cargar contra los dibujos daneses de Mahoma y sus reproducciones.

Yo, me perdonarán, echo en falta un poco de intransigencia frente a tanta tolerancia, respeto y buen rollo sacro. Intransigencia en defender lo que nos caracteriza. La libertad en esta sociedad para arrodillarse ante el Dios que a uno le plazca o de dibujarle haciéndose una paja, como Jesucristo en el último número de Charlie Hebdo. Porque el colmillo de la censura es goloso. Esta semana, en Irán ha vuelto a ser accesible Gmail, que estaba censurado desde el pasado 24 de septiembre. Los ayatolás no se levantaron con ganas de chatear, en realidad eran solo pruebas para afinar la red de control de YouTube, según ha reconocido el Ministerio de Telecomunicaciones, antítesis de sus equivalentes europeos: no busca fomentar las telecomunicaciones, sino controlarlas. Claro, que para ministros, el de Educación egipcio, del partido islamista Hermanos Musulmanes, que le espetó a una periodista en directo: “Espero que las preguntas no sean calientes como tú”. O el paquistaní que el otro día puso precio a la cabeza del director del corto cutre de Mahoma.

Al final, los regímenes políticos, más allá de arquitecturas históricas y políticas, se resumen en dos: aquellos en que uno puede decir lo que quiera y los que no. Estos últimos suelen invocar el respeto, incluso cuando no tiene que ver con la religión. Daniil Jarms era un escritor ruso bastante anárquico y divertido. Una especie de Ramón Gómez de la Serna de San Petersburgo. Miraba y escribía del régimen comunista con distancia e ironía, y ya se sabe que el sentido del humor no era el punto fuerte soviético. Acaba de editarse en España una recopilación de sus textos: Me llaman Capuchino [Automática Editorial]. Escribe sobre las purgas, en un texto llamado Incidentes: “En cierta ocasión, Orlov se dio un atracón de garbanzos molidos y se murió. Y Krylov, nada más enterarse, también se murió. Y Spiridónov se murió por su cuenta. Y la mujer de Spiridónov se cayó de un aparador y también se murió […] Si es que las buenas personas no saben ni por dónde se andan”. Jaarms también se murió, al poco de escribirlo, tras ser detenido por actividades antisoviéticas. No fue suficientemente respetuoso.

 

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39 Comentarios

  1. Pingback: Javier Gómez: La culpa no es del Islam; es de los adverbios

  2. Lo suscribo. Menos tolerancia y un poquito más de defender lo razonable frente a quien pide respeto a sus abusos.

    Enhorabuena.

  3. Plas, Plas y Plas.

  4. El palito siempre a la izquierda que no falte, Javier. Siempre aprovechas para soltarle la pullita.

    Por lo demás de acuerdo, al igual creo que en tu último o penúltimo artículo.

    • Perdóname, pero ¿dónde ves tú el palo a la izquierda? Como no sea que ahora Mayor Oreja es de izquierdas y yo no me enterado…

    • Javier Gómez

      Porque yo lo q intento es criticar las intolerancias, y la falta de coherencia. Y no son más propias en la dcha que en la izqda.

      • Ante todo gracias por contestar. Y segundo, no te lo tomes como un ataque, es solo una opinión. De hecho siempre estoy de acuerdo con tus planteamientos, pero se me hacía llamativo ese detalle ya mencionado.

  5. Fulgencio Barrado

    Buen artículo. De alguna forma habrá que poner freno a esta corriente de tolerancia con la intolerancia. ¿O no habremos librado en occidente de nuestros propios yugos para vivir bajo los de otros?.

  6. Frigopedo

    «La libertad en esta sociedad para arrodillarse ante el Dios que a uno le plazca o de dibujarle haciéndose una paja»

    Pero no cocinarlo, que te meten un juicio.

  7. A nadie en Ikea le escandaliza vender sus productos en una repulsiva teocracia absolutista con escaso respeto por los derechos humanos, dónde existen penas corporales como la lapidación o la amputación de manos, la homosexualidad puede acarrear pena de muerte, hay una segregación en función del sexo brutal, tiene a trabajadores inmigrantes en régimen de semi-esclavitud, subvenciona de forma masiva la corriente más reaccionaria y fanática del Islam… pero eso si, si les haces quitar las mujeres del catalogo parece que eso va contra sus principios.

  8. Cada país y cada cultura tiene sus procesos de cambio. No se puede obligar al Islam a admitir la broma o la sátira religiosa desde Francia o EEUU. Ellos mismos decidirán si quieren hacerlo, cuándo y como.

    • Espero que, admitiendo que «cada país y cada cultura tienen sus procesos de cambio», si se les pueda obligar a no matar a alguien por hacer un dibujo.

      • Obviamente sí.

        • Fulgencio Barrado

          No creo que nadie les esté pidiendo que rían la gracia. Únicamente se pide que se ponga la vida y los derechos de los individuos por encima de la fé en una u otra cosa, y desde ese punto de partida respeten incluso a aquellos que les parezcan unos herejes idiotas (aún cuando tengan derecho a no respetar sus ideas, al igual que al contrario)

          • Eso ya lo sabe todo el mundo y nadie lo debate. Ninguna idea vale una sola vida humana, que dijo alguien. Es obvio y resulta estúpido repetirlo constantemente.
            No voy a entrar en un debate a través de internet pero está claro que las circunstancias en que viven la mayoría de la gente que se ha manifestado no es la misma que la tuya, en una país donde tienes la mayoría de las necesidades cubiertas, aún y con la crisis.
            Hay que entrar en un debate más profundo, no quedarnos en el «no se debe matar».

          • Fulgencio Barrado

            Alex, si ves una foto de El Cairo, Teherán, Bagdad…, en los años 70, no vas a ver a casi ninguna mujer cubierta con velo, ni por supuesto el menor atisbo de un burka. En muchos casos los integristas tienen de prisioneros a sus propios conciudadanos (al menos en lo que yo conozco), y aún sale gente que pretende comprensión hacia ellos. Pidamosla también para Andreas Breivik y toda esa gente de su calaña, escuchémosle y démosle lo que pide.

      • En su país, no en Francia o España.

  9. Y tanto, Frigopedo, porque lo de Javier Krahe en España demuestra que el nacionalcatolicismo está muy poco superado y que algunos siguen convencidos de que seguimos siendo su feudo. No hay más que ver lo mucho que opina con respecto a España la cúpula vaticana. Con Francia se andan con más ojo. Lo de Arabia Saudí es de record. Pocos países más vergonzosos y con tantos amigos. Ya veremos qué pasa cuando se acabe la era pretrolera.

  10. Lo que mola de los comentarios sobre Krahe es que parecen no enterarse de que el juicio le declaró inocente… Para una vez que podemos estar orgullosos de nuestra justicia, leches.

    • Ya, pero los ayatolás de la tolerancia opinan que el mero hecho de acudir a los tribunales es una amenaza o una provocación intolerable.

      • E.J. Rodríguez

        Hola, Irene:

        Querer llevar a alguien a los tribunales por burlarse de un símbolo religioso, esto es, de lo que muchos ven más bien como un símbolo supersticioso tradicional, se nos antoja a algunos un tanto anacrónico a estas alturas de la Historia.

        Un cordial saludo.

        • anacronico

          Pues no, la libertad aún no es anacrónica, a pesar de vuestros deseos.

          • Frigopedo

            Y esto, señores, son los liberales españoles en todo su esplendor.

            Gente que usa maniáticamente la palabra «libertad» fuera de contexto y sin saber siquiera qué cojones está diciendo. Llevar a alguien a juicio por expresar libremente su opinión sobre una creencia o ideología no es «libertad». Es justo y exactamente lo contrario.

          • Teniendo en cuenta que a Esperanza Aguirre (la de… ¿qué hacéis aquí si he llamado para decir que no viniera nadie?) se la considera «neoliberal», cualquier cosa es posible. No podía ser más intervencionista porque ya había batido todos los records del intervencionismo.

          • E.J. Rodríguez

            Hola, anacronico:

            Yo no he dicho que la «libertad sea anacrónica», ni ninguna construcción verbal que le parezca o de la que se pueda entender tal cosa. He dicho que «querer llevar a los tribunales… etc» me parece anacrónico. Un sentimiento anacrónico.

            En todo caso, si hablas de libertad deberías matizar, porque de lo contrario no sabremos a quién le corresponde dicha libertad. Si el señor B lleva a los tribunales al señor A, es porque B piensa que A no debería tener libertad para hacer determinadas cosas. Así que el señor que ha puesto la denuncia está ejerciendo Su libertad, sí, pero en un intento de coartar judicialmente (con razón o sin ella) la libertad de otro. Así que, ya ves, lo de la libertad es relativo. La libertad no es un concepto absoluto, de lo contrario no habría debate.

            Yo sin embargo creo que, en este caso, Krahe debe tener esa libertad porque no se está ofendiendo a ningún ciudadano, sino a una figura histórica cuya existencia, para empezar, es de por sí bastante discutible. La significación religiosa o emocional que, en su esfera íntima, quieran concederle determinadas personas a esta figura, es algo que compete únicamente a ellos. Pero esa significación atribuída no debería de servir como excusa para coartar la libertad de expresión de otros que no le ven l amisma significación a esa figura, que la consideran una figura histórica sin más o incluso una mera reconstrucción de mitos anteriores, alguien que probablemente quizá ni siquiera existió, o no como nos lo cuentan.

            De lo contrario, si no se puede «ofender» las creencias indemostrables sobre figuras religiosas, ¿dónde estaría el límite? ¿Qué pasaría si la Iglesia Maradoniana decide que ofender a su «dios» debe ser delito? Más allá, claro, de que Maradona es una persona real, que existe ahora mismo, y que tiene derecho a que no lo ofendan gratuitamente. Pero como ciudadano, no como figura «religiosa». ¿Debemos decirle a los Maradonianos que su creencia es una tontería? ¿Por qué? A fin de cuentas, ellos sí pueden demostrar la existencia de su icono.

            Un cordial saludo.

        • Hoy por hoy, y en este país, que una denuncia se admita a trámite no depende de cómo lo vean «muchos». Gracias a Dios.

          Ese saludo de vuelta.

  11. Alguien podría poner algún link sobre Arabia Saudí? Tengo que hacer un trabajo y necesito información fiable y nada tendenciosa.
    Gracias.

    • Por mí que cada uno tenga libertad para creer en lo que quiera pero que no me cueste el dinero. El gobierno no ha recortado a la iglesia ni un céntimo.

  12. Javier, totalmente de acuerdo, No entiendo tanta tolerancia hacia tanto intolerante. De una y otra religión, da igual. Las personas que creen en seres invisibles no son santo de mi devoción y los tolero, pero que poco me toleran ellos a mí.

  13. Enviar a @JotDown articulo_tipico_islam_1.doc

    Fin del trabajo.

  14. Nadie le niega a los europeos el derecho a dibujar lo que quieran, la pregunta seria: que necesidad hay de insultar y ofender a quienes tienen valores diferentes a los de occidente, dado que el mundo en el que vivimos tenemos que compartirlo entre todos.

    • ThrashJazzAssassin

      Bueno, de hecho tratan de negarles ese derecho, ahí está el quid de la cuestión. ¿Necesidad? Es lo mismo que preguntarse si hay necesidad de hacer humor, en términos generales. En una revista satírica se hacen caricaturas de mil personas; si lo que sugieres es que se aplique un rasero diferente en función de lo susceptibles que sean sus objetivos, mal vamos.

  15. Esos países nos compran muchas armas, no es buenismo es protección de intereses sectoriales.

  16. Albert Straight

    Buen artículo y mi sincera enhorabuena por tu trayectoria.

    Dicho esto, discrepo en lo del buenismo. Creo que trata de un «sitio común» como creer que el puro, gomina y los toros están en la derecha.

    Un saludo.

  17. Berbelento

    Todo son risas y chistes sobre el Islam hasta que llega José Manuel Castelao (muy católico, muy apostólico y muy romano) y suelta la frase que no es una frase, sino un sentimiento, un pensamiento y un modo de vida. ¿No tendría que intervenir la fiscalía, como hizo cuando un imán daba consejos para pegar a las mujeres?
    Todo son risas y chistes sobre el Islam hasta que llega Soraya y se tapa el pelo para asistir a una ceremonia religiosa. ¿Pero no habíamos quedado en que taparse la cabeza era señal de sumisión? La verdad es que la Cospedal vistiendo toquilla de ganchillo queda muy sexy .
    Hay mucho Castelao, mucha Soraya y mucha Cospedal en este país. No sé si me explico.

  18. viví en italia y ahora estoy en un país musulmán, acabo de leer un artículo tuyo (me permito tutearte) en que hablabas del corriere della sera y de la bronca que recibiste por no usar el Lei con una señora. No quiero pensar lo que te podría haber pasado si por casualidad se te hubiese escapado un porco dio. Me refiero con ésto a que sin conocer una cultura es fácil juzgar, aquí hay gente que no soporta la imposición religiosa, incluso gente que se opone a ella, pero maldita la gracia que les hace que un tío en dinamarca que no sabe qué hacer para vender su revista se ponga a hacer dibujitos de mahoma. puedo apostar a que el 90% de los que salieron a la calle a protestar por la película cutre ni siquiera la habían visto, pero también es cierto que el único objetivo que tenía la película era el de provocar. es un tema mucho más complejo que la simple «tolerancia». Recuerdo un episodio de padre de familia en el que Peter se creía negro, hacía un monólogo para un público negro en el que se reía de los negros y salía del local apedreado. No era capaz de entender por qué si los negros se reían de ellos mismos él no podía también hacerlo. Invito a todos a pasear por Roma con una camiseta del Papa anterior al actual practicando sexo con la madre Teresa de Calcuta antes de continuar con este debate. Nota: quede patente mi más profundo odio hacia salafismos varios y mi completo ateísmo.

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