Cine y TV

A Spielberg, en la tierra. A Kubrick, en el cielo

América mira al cielo siempre desde el mismo porche. Un porche universal pintado de blanco. América mira al cielo segura de que si ellos tienen que elegir, elegirán Alabama. O Kansas. O Minnesota. Convencidos de que las naves ultraterrenas descenderán al ritmo de las mecedoras de mil granjeros sincronizados. Como si solo en el firmamento sin nubes sobre los eternos campos de maíz pudiera encenderse otra luz más viva que las estrellas.

América mira al cielo con la fe de los elegidos. De los que saben que entre todas las constelaciones, aquellos seres demostrarán su inteligencia marcando un punto junto a una carretera del Medio Oeste al que podrá llegar en directo la CNN. Ellos vendrán de lejos pero sabrán quién era Kennedy. Conocerán la Primera Enmienda. Entenderán qué quiere decir We, the people.

América se busca en las estrellas. Quizá porque las lleva en su bandera. O porque los que conquistaron un continente con un caballo y un winchester saben que pueden colonizarlo todo: de Alaska a la nube de Oort, del Viejo Sol a Nueva Amsterdam.

Izquierda: una escena de Encuentros en la tercera fase (Imagen de Columbia Pictures / EMI Films). Derecha: una escena de Interestellar (Imagen de Warner Bros Pictures).
Izquierda: una escena de Encuentros en la tercera fase (imagen de Columbia Pictures / EMI Films). Derecha: una escena de Interstellar (imagen de Warner Bros Pictures).

América lleva cuarenta años esperando en el mismo porche. Aquel en el que Spielberg colocó a una madre desesperada que veía desaparecer a su hijo en las tripas insaciables de un platillo volante. Era 1977 y unos entes de ojos saltones tenían mucho que decirle a la humanidad. Aunque aquellos de Encuentros en la Tercera Fase, luminiscentes como los peces de las aguas abisales, hablaban solo con cinco notas metálicas. Re-mi-do-do-sol. Esos seres etéreos debieron impresionar mucho a un chaval de siete años que décadas después se ha colado en la misma América crepuscular y polvorienta. Un niño criado en Londres llamado Christopher Nolan.

Convertido en director de culto y de masas al mismo tiempo, Nolan homenajea a dos realizadores también de minorías y de mayorías: Steven Spielberg y Stanley Kubrick. A Spielberg, en la tierra. A Kubrick, en el cielo. Y ha decidido rodar en celuloide de verdad. Para reivindicar lo tangible del cine de otras épocas. Como si quisiera recordarnos que la luz de las estrellas y de las películas que todavía nos iluminan se generó hace mucho tiempo.

La granja de Cooper —un Mathew McConaughey que se apellida como el astronauta del Apollo 13 que se quedó en tierra— es la granja de una América que hemos visto en otras pantallas, en otros cuadros, en otros libros. Sus paredes de madera llevan pegados todos los adjetivos de Steinbeck, los ocres de Andrew Wyeth y el grano difuminado de la ciencia ficción de los setenta. Y en algún momento sospechamos que la pick-up desvencijada que Cooper deja para partir al espacio es aquella en la que Richard Dreyfuss huía después de enloquecer con el puré de patata. Lo confirmamos al descubrir que los protagonistas de Encuentros en la Tercera Fase parecen haber dejado en el asiento de atrás de la furgoneta las mascarillas con las que McConaughey y su familia respiran en su futuro incierto.

Izquierda: una escena de Encuentros en la tercera fase (Imagen de Columbia Pictures / EMI Films). Derecha: una escena de Interstellar (Imagen de Warner Bros Pictures).
Izquierda: una escena de Encuentros en la tercera fase (imagen de Columbia Pictures / EMI Films). Derecha: una escena de Interstellar (imagen de Warner Bros Pictures).

Ese viento polvoriento que barre la tierra de Spielberg enturbia los planos de Nolan. Salpica los estantes de la habitación de Murph, la hija de Cooper, convertida al crecer en Jessica Chastain, heredera de la chaqueta gastada y la curiosidad inquebrantable de su padre. A través de la librería de su hija mira McConaughey para encontrarse con su destino, con su futuro. Pero son realmente los ojos de Nolan los que buscan al otro lado el final de un camino donde le espera Stanley Kubrick.

Nolan se ha comportado en Interstellar como lo haría un hijo responsable gestionando una herencia soberbia. Ha estudiado 2001: una odisea del espacio en la forma y en el fondo, en su espíritu y en su misterio, en lo que cuenta y en lo que oculta. Ha cumplido con su propia Misión Lázaro: revivir a Kubrick. Y lo ha logrado en un alarde de papiroflexia cinematográfica deslumbrante.

Ese es el prodigio de Interstellar. Que se convierte en lo que cuenta. La película se pliega sobre sí misma para hacernos sacar la cabeza en mitad de un plano de 2001. Chistopher Nolan no habla de agujeros de gusano: ha construido uno que nos lleva directamente al Discovery flotando en las pantallas de los cines de 1968.

Por eso el viaje final de Cooper acaba en el túnel alucinado en el que se había precipitado el doctor David Bowman cuarenta y seis años antes. Y son gemelos los reflejos en sus escafandras, como si los dos astronautas estuvieran frente a frente mirándose en el otro lado del espejo. Por eso la respiración en el agujero negro suena con el mismo jadeo sofocado. Por eso Cooper termina flotando en la nada amniótica del espacio kubrickiano. De perfil. Primigenio. Por eso las naves son iguales en dimensión y en blancura. Por eso gravitan con idéntica velocidad en el espacio apabullante.

Izquierda: escenas de Interstellar (imágenes de Warner Bros Pictures). Derecha: escenas de 2001: una odisea del espacio (imágenes de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Stanley Kubrick Productions).
Izquierda: escenas de Interstellar (imágenes de Warner Bros Pictures). Derecha: escenas de 2001: una odisea del espacio (imágenes de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Stanley Kubrick Productions).

«Somos exploradores» —le dice Cooper a su compañero Rom— «este es nuestro barco». Ese barco cósmico se llama Endurance y como el original de madera no sobrevive al infortunio. Es, de nuevo, un reflejo del Discovery con el que el Arthur C. Clarke bautizó la fortaleza que HAL defiende hasta la locura. Clarke sabe que nadie recuerda cómo se llamaba el barco victorioso de Amundsen, que lo que nos fascinan son las naves a la deriva. A Clarke, como a Kubrick, como a Nolan, como a nosotros, nos interesa perdernos. Perdernos para encontrarnos: tropezar con una arruga en el tiempo para acabar mirando frente a frente a los ojos exoftálmicos de papá Stanley. Mirándole sin miedo, sincronizando los relojes, como Cooper y su hija en Interstellar.

Christopher Nolan lo hace sin temor pero con respeto. Donde Kubrick coloca un Strauss imposible de superar, Nolan, el prudente, renuncia a la música. Y mece su nave en el cielo al ritmo de los versos de Dylan Thomas. Do not go gentle into that good nigh. Rage, rage against the dying of the light. No entres dócilmente en la buena noche. Rabia, rabia contra la agonía de la luz. No hay poema más acertado para colarse en un agujero negro, en ese Gargantúa devorador de fotones. No hay voz más sugerente que la de Michael Caine —con la dicción pausada de Carl Sagan en Cosmos— para señalarnos el camino. Un camino que nos llevará directamente al corazón de 2001.

Sorprende la audacia certera con la que Nolan revive una de las escenas más famosas de la historia del cine: el capitán Bowman desactivando a un enloquecido HAL en la colmena rectangular de su cerebro. «Estamos aquí para ser los recuerdos de nuestros hijos» reflexiona el protagonista de Interstellar. Para eso está Kubrick: para ser el recuerdo de Nolan. Y el recuerdo se hace plano con Cooper en una habitación inquietantemente análoga al núcleo central de HAL. Como en 2001, el astronauta se quedará solo, flotando frente a una colección de volúmenes que tienen la clave de la supervivencia. En los dos casos son módulos de información y sabiduría. En Kubrick representan las unidades de memoria del cerebro de su robot. En Interstellar, son los libros de una estantería —guiño incluido a Stephen King—. Bowman tendrá que quitarlos con la delicadeza de un artificiero. Cooper los lanzará como señal palpable de que los fantasmas no son más que atajos en la falsa línea recta del tiempo.

Escena de 2001: una odisea del espacio (imágen de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Stanley Kubrick Productions).
Escena de 2001: una odisea del espacio (imagen de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Stanley Kubrick Productions).

Tiene la suerte Cooper de encontrar un aliado, solo como está en el Universo. La inteligencia artificial ya no es malvada por naturaleza y podrá contar con un robot llamado TARS. Mucho más humano y menos radical que HAL, bromea como si hubiera heredado algún circuito del protocolario C3PO y no sabe poner la cara de póquer necesaria —porque no la tiene— para pasar el test de Turing. TARS tiene algo ligeramente mortal porque ha sido programado con imperfecciones. No es sincero del todo. Ni es siempre correcto. Recuerda a ese Deep Blue que consiguió desarmar a Kasparov con un error. La máquina hizo un movimiento tan absurdo como el que habría hecho un hombre y el campeón de ajedrez nunca volvió a ganarle una partida. TARS es, en esencia, muy parecido: un androide solo humano en los detalles que jamás supondrá un peligro porque no tiene el instinto animal de la supervivencia.

«No nos han traído aquí para que cambiemos el pasado» dice el robot, visionario, para que Cooper por fin entienda. Pero somos nosotros los que entendemos lo que Nolan nos está haciendo desde que arrancó el viaje: nos ha llevado hasta una habitación infinita para traer el pasado al presente, para salvarnos, para iluminar en las pantallas de hoy la esencia latente de los planos de Kubrick. Esa es su misión. Y 2001 es su monolito: inmutable, perfecta, emitiendo sus señales como si los fotogramas también pudieran ser eternos.

En el fondo, es todo muy sencillo. Como la Ley de Murphy. Lo explica Cooper al principio de la película, con los pies todavía en la Tierra. Si algo puede pasar, pasará. Si alguien puede atravesar el tiempo cinematográfico se llama Chistopher Nolan. Su agujero de gusano es Interstellar.

Imagen de Warner Bros Pictures.
Imagen de Warner Bros Pictures.
Imagen de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Stanley Kubrick Productions.
Imagen de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Stanley Kubrick Productions.
Imagen de Columbia Pictures / EMI Films.
Imagen de Columbia Pictures / EMI Films.

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71 Comentarios

  1. Artículos como este hacen que merezca tanto la pena leer Jot Down

  2. José Naveira Barbeito

    Interstellar era un proyecto largamente acariciado por Spielberg. Podría ser que él lo contaminase antes de entrar Nolan al proyecto, ¿no?

    Un artículo maravilloso.

  3. Me has entusiasmado, ya mismo iré a ver la peli. No hay cosa que me moleste más, después de haber visto hace años «2001…» el ruido de explosiones en el espacio. Si el grande de Kubrick respetó la física para hacer ficción todos los que vinieron después podrían haber seguido al Maestro. Parece que Christopher Nolan se ha portado bien.

  4. viejotrueno

    Puede que Nolan haga guiños a 2001, pero su película es la opuesta de aquella. Interstellar es una odisea que recuerda mucho más a la original, a la de Ulises, porque tiene dimensiones humanas frente a los dioses con que Arthur C. Clarke nos quería hacer comulgar. Es decir, Interstellar es una peli humanista, y 2001, como Encuentros… es una película religiosa, teológica, coloca el horizonte humano donde no se sabe; y en ese sentido la película de Nolan es más disfrutable y más tragable que las dos fumadas intergalácticas de Kubrick y Spielberg… A Kubrick sólo le faltó poner a Mr. Natural a divagar. Spielberg simplemente se regodea en su cursilería

    • Nolan es un gran director, pero aún le quedan por crecer mucho, muchísimo para medirse con Kubrick, Spielberg o Tarkovski

    • Blackadder

      De acuerdo con las cursiladas de Spielberg pero me temo que Kubrick se le ha escurrido a usted como un salmonete espabilado, Mr Oldfart.
      :-)

      https://www.youtube.com/watch?v=NNOJYfyIiDo&list=UU9wMJIgU25UtMV3arDeHDyA

    • Comparto tu análisis, pero yo valoro las películas de forma muy distinta. Interestellar me pareció poca cosa: previsible, porque está llena de lugares comunes del cine de acción reciente; pretenciosa, porque compensa su falta de complejidad con diálogos sobre las leyes de la física cuántica, «didácticos» e injustificados; y, en resumen, inverosímil, por lo dicho anteriormente. 2001, en cambio, me sigue pareciendo una película grandiosa, la aproximación al misterio (teológico) más lograda de la historia del cine, desde mi punto de vista, por motivos que no puedo explicar.

  5. Genial artículo. No he visto aún la película, hace mucho que dejé de ir al cine y sólo las veo en TV y más series que películas pero leyendo esto tengo toda la impresión de que será de esas películas que me harán viajar, volar, pensar y disfrutar un buen espectáculo.

    Y sin duda la veré con otros ojos gracias a estás indicaciones.

    Enhorabuena por el artículo a Marta y a Jot Down por el fichaje!

  6. Por si hace falta decirlo, en este comentario hay SPOILERS

    El artículo es bonito y cuco, pero no estoy de acuerdo con él. Además de lo que dice viejotrueno, que es una diferencia importante (en «Interstellar» la evolución humana la provoca la propia humanidad, en «2001» es un agente externo), la relación de Nolan con Kubrick en esta película no pasa de unas pocas referencias.

    El tono de Interstellar es el de un melodrama casi exagerado por momentos, con explicaciones en forma de perorata como es común en las películas de este caballero y una explicación plenamente sentimental y humanista a las razones últimas de la existencia. 2001 es fría como un témpano, es una película en la que el personaje con más sentimientos es HAL 9000 y apuesta en todo momento por relatarse a través de la imagen, llegando a niveles sublimes gracias a esa elección y a la maestría de Kubrick en la composición.

    Si Nolan se hubiera dejado influir por Kubrick más allá de niveles superficiales, no nos habría fastidiado una escena que podría haber sido mágica (el final dentro del teseracto) con explicaciones redundantes e innecesarias de Cooper y TARS. Comparémosla con la parte final de 2001, todavía más críptica que el resto del filme, y aún así sigue cautivándonos y de alguna manera, aunque no podamos explicarlo del todo, sabemos lo que ocurre.

    Ya que hablo de lo críptico : ¿Cuántas concesiones de cara a la galería, puramente comerciales, hay en Interstellar? La explicación del agujero de gusano con una hoja de papel, los robots con sentido del humor para aligerar la carga dramática (aunque reconozco que rebosan carisma, al contrario que la mayoría de los personajes), el beso del final de la Chastain con «personaje masculino desconocido», escena que podría estar perfectamente en una de Emmerich… Todo cositas facilonas y tópicas para que el público no desconecte, mientras que la propuesta de Kubrick en 2001 es totalmente suicida, y hoy en día no creo que ningún productor tuviera los cojonazos de financiarla.

    El tema del sonido tampoco es como se menciona en el artículo : en las escenas de tensión de 2001 (cuando el astronauta intenta volver al interior de la nave, ya controlada por HAL), sí que se usa el silencio para inquietarnos en los planos que están en el espacio. En Interstellar el silencio se usa a ratos : funciona muy bien en la muerte del personaje de Matt Damon, por ejemplo, pero el resto de esa escena, cuando intentan acoplarse a la destrozada nave principal, los altavoces rugen con los bajos del amigo Zimmer. El sonido está bastante peor gestionado, aunque dentro de su filmografía, esta película representa por el momento su cumbre en aspectos técnicos y formales, eso hay que decirlo.

    Y más allá de eso, la calidad en la forma que alcanza Kubrick en 2001 aún está por ser superada, y desde luego Nolan se queda muy lejos hasta de rozarla con Interstellar. Leía en una crítica que una película ambientada en el espacio debe hacerte volar, hacerte creer que efectivamente allí estás : 2001 lo consigue a base de belleza visual, sonora y con una propuesta gigantesca de fondo; Star Wars a base de persecuciones, conquistas y plena aventura; Gravity usando el espacio como un lugar sin referencias, peligroso e inabarcable… ¿Se repite alguna sensación similar con Interstellar? Hay un trabajo en producción morrocotudo, escenas sueltas emocionantes, pero en su conjunto la película no está a la altura de sus enormes ambiciones.

    Yo la disfruté, creo que es buena película, supone la cumbre en aspectos formales de su director, pero se está llevando unos calificativos que son exageradísimos. Del propio Nolan me quedo con casi todas sus películas antes que con esta.

    • Goooool de Señor. Totalmente de acuerdo. Kubrick es un director frío, Nolan caliente. Ya, a partir de ahí, cualquier similitud es un espejismo.

      Parece, sin menospreciar el artículo, que por otra parte está muy bien, que vemos lucecitas en el espacio y hay que saltar «Igualita que 2001».

    • Bravo. Este comentario es la mejor crítica que he leído sobre Interestelar (y he leído unas cuantas intentado ver reflejado la impresión que tuve).

    • Estoy absolutamente de acuerdo con todo lo que has escrito. Gracias por sintetizar mis pensamientos y expresarlos tan eficazmente.

    • 2001 es una buena peli, pero no me dejo reflexionando como Inter, la cual es sublime en todos los sentidos, estoy ante la mejor peli de Sci-fi que he visto.

    • Disiento. En 2001 no es el agente externo el que provoca la evolución. Los monolitos son hitos que el «centinela» va sembrando para registrar la evolución humana. El descubrimiento de la violencia/armas, el desarrollo de la tecnología suficiente para llegar a la luna o la inteligencia artificial, no son resultado de un «agente» externo sino propios de la evolución humana, que otra «civilización» (I see no god up here) registra. Y el último pasaje de 2001 es una paso en la evolución humana, el nacimiento de una nueva especie evolucionada, del homo sapiens a …

      Sobre Interstellar, es la mejor película que he visto en los últimos 20 años y lo es por su dimensión humana, la relación paterno-filial, el estudio de la moral humana Matt Damon mediante, porque está bien resuelta científicamente, hallando respuesta experimental a la teoría que unifique gravedad con cuántica y mostrando un mas allá del horizonte de sucesos plausible, viaje al pasado, teoría de cuerdas, vibraciones, espacios pluridimensionales. Todo esto en dos horas y pico sin moverte del asiento y con lágrimas en los ojos.

      Aún así esta a leguas de Kubrick a nivel visual y sonoro, de planificación de escenas y conceptualmente porque da demasiadas respuestas y el final feliz es comercial hasta decir basta.

      • También se puede interpretar de esa manera, ya sabemos que Kubrick la hizo enigmática a propósito, provocando la enorme cantidad de cosas que se han dicho y escrito sobre la película. Yo tiendo a pensar que es una evolución provocada (al menos en parte) por esa raza alienígena sobre todo por el final : el viaje interestelar, esa habitación preparada para hacer sentir al humano lo más cómodo posible y que justo después venga la famosa imagen del feto. Yo ahí veo algo que han provocado directamente esos alienígenas, o como mínimo han participado en ello.

        Y muchas gracias a los que me habéis felicitado por el comentario, más siendo en Jotdown, que se presupone un cierto nivel.

      • TRASTORNAO

        No puedo estar más de acuerdo contigo, brillante análisis.
        Lo del final feliz….. disiento, tal vez porque soy padre de una niña y llegar a verla cuando se muere de vieja como que no es todo lo feliz que parece. Al menos yo rompí a llorar, pero mucho :(

      • Comparto…hay dos emociones paralelas viendo ambas películas (las dos son magistrales y no seré yo quien rebaje al visionario Kubrick) pero una sola evidencia : el misterio es lo que nos aferra a la butaca en ambas….eso y no apuntar teorías «ocurrentes» al origen de dicho misterio…espero ansioso la próxima vuelta de tuerca.

    • Que la evolución humana la provoque la propia humanidad en Interestellar es una paradoja que formalmente sólo se puede resolver atribuyendo poderes divinos, un Deus ex teseracto. Sí, es cierto que Cooper en un diálogo dice que «ellos» son los humanos del futuro que han creado el teseracto para que él pueda entrar, pero eso es algo que él no puede saber, sólo conjeturar. No es un hecho, es la conclusión a la que él llega tras su experiencia. En realidad, para que la humanidad haya podido evolucionar hasta ser pentadimensional y controlar las dimensiones de la gravedad y el tiempo, previamente ha tenido que ser salvada y para ser salvada previamente ha de evolucionar y poder controlar la gravedad y el tiempo. Es decir, una paradoja temporal en toda regla. Por lo tanto, la humanidad pentadimensional se crea a sí misma, lo que la convierte en nuestro concepto de Dios. ¿Qué diferencia hay entre «seres pentadimensionales con capacidad para crear un habitáculo comprensible para una mente tridimensional dentro de un agujero negro» y «Dios»? Como se menciona en la propia película, eso sólo es jugar con las palabras.

      El teseracto de Interestellar es la habitación de 2001: una creación de una inteligencia superior basada en lo que conoce (o recuerda) de la humanidad para que el ser humano que llegue a ella pueda comprenderla. Pero a su vez el teseracto también son los monolitos: aquello que es capaz de provocar en la humanidad el impulso de seguir hacia adelante. ¿Qué diferencia hay entre la inteligencia superior que crea el teseracto y la inteligencia superior que coloca los monolitos y crea la habitación?

      Es más, en 2001 sí se deja la interpretación de que la propia humanidad, una vez evolucionada y con capacidad para controlar la dimensión del tiempo, haya sido la que ha dejado los monolitos para agilizar y facilitar el proceso de la evolución que culmina en la llegada a la habitación. En Interestellar no se puede aceptar que sea la humanidad ya que interviene como agente salvador y sin esa intervención, no habría evolución hasta la pentadimensionalidad.

      • Sí se puede aceptar; creo que si partimos de la tesis de que Dios no existe, sólo una paradoja puede explicar lo que ocurre. La verdad trasciende la teoremidad. Un bucle inexplicable, cuyos protagonistas, nosotros ~los del futuro y los del pasado~, generan pero no pueden resolver.

  7. Ramón Flores

    El artículo es maravilloso, pero habla de una película que no existe. Habla de lo que hubiera sido Interstellar si Nolan no le hubiera metido con calzador un montón de cucharadas de la Fuerza del Cariño. Un sentimentalismo barato absolutamente innecesario que no arruina la función, pero que convierte en una simple buena película lo que pudo haber sido una obra maestra.

    Hay un tipo de crítico de Nolan que le acusa de ser un director frío, de que sus personajes sólo son elementos de sus tramas granguiñolescas, pero no son seres humanos con sentimientos reales. Seguramente la crítica es cierta, pero pecando de este defecto (que yo no tengo muy claro que lo sea), Nolan ha creado seguramente la filmografía más impresionante entre los directores de su generación, y más le valdría no prestar oídos a gente que no entiende su cine, y a la que sus películas nunca van a convencer, porque no valoran lo que hay dentro de ellas.

    Si los dioses te han elegido para ser Wagner, deja que haga de Capra quien sepa hacerlo.

    • El talón de Aquiles de Nolan es siempre querer gustarle a dios y al diablo. Por no sacrificar dólares, entromete sub tramas innecesarias a sus películas. Vivimos en la era del arte condicionado.

      • Si le importaran los verdes, lo haria durar menos de 2 horas y en 3D, en sus propias palabras: «Quiero darle algo diferente al publico, el mismo es inteligente, quiero retarlo» Eso es un artista.

        • ¡Pero qué dices por Dios! ¿Porque una película dure 120 minutos y no sea en 3D ya no es comercial?

          ¿Nolan un artista? Sí, lo demostró en Following, Memento, incluso en Begins… Ahora no es más que una burla, una mentira para mentes planas y él mismo lo sabe, por eso tiene que explicar 50 veces en cada película lo que quiere contar, la gil****lez que se le haya ocurrido grabar en ese momento, porque sabe que su público nodapamás’.
          Sus 4 últimas películas son de las 10 mayores imbecilidades que he visto en mi vida… y he visto muchas, muuuuuchas.
          Estoy convencido de que el tío se tiene que partir de risa de sus acólitos mientras se hace millonario.
          De mí no claro, yo me bajé del carro hace años.

          Y aquí se le compara con Spielberg, que sin ser santo de mi devoción es innegable que el cine de aventuras ha dado en el clavo varias veces, Nolan ni se ha acercado todavía.

          En lo de Kubrick ya es que me sangran los ojos.

  8. Muy bueno el artículo.
    Por cierto, Marta, en tu entrevista en la edición impresa hablas de un libro titulado «De cine» que trata sobre el cine mudo; te agradecería que me dieses el nombre del autor, editorial, etc.
    Espero que sigas escribiendo en esta maravillosa revista.

  9. emilio rosiñol vidal

    alguien podria decirme, por favor, si en la edición impresa, aparecen los articulos, online?
    gracias, saludo

  10. No es re-mi-do-sol-do?
    Excelente artículo, enhorabuena.
    Yo he visto la peli, y me gustó bastante, pero creo que a Marta le ha gustado más todavía. Qué suerte!

  11. Muy buen articulo, sin embargo para nada estoy de acuerdo en lo que dice, viendo Interstellar me molestaron algo los guiños visuales (que eso son, no más) de Nolan hacia Kubrick, esta película de 2001 no tiene nada. Donde Kubrick ponía piezas clásicas para resaltar el engranaje perfect de estás y la maquinaria espacial, Nolan te pone alguna pieza epica del soundtrack escogida al azar, en donde Kubrick hacia reinar una sensación de miedo, de maravilla, descubrimiento y sobre todo de misterio ante lo desconocido, ante lo que no sabremos ni vamos a comprender, Nolan lo arruina todo dando y repitiendo exposición sacada de un libro de «physics for dummies», hace que acontecimientos sucedidos en otra galaxia, planetas desconocidos y dentro de agujeros negros sean predecibles y aburridos hasta decir basta. Entiendo que el articulo no va tan por ahí, pero mi punto vendría siendo que considero hasta un poco una falta de respeto el querer homenajear a una película y a un director tan icónicos y con tanta relevancia si tu contenido temático no merece ni estar en consideración junto a 2001.

    Una oda al espíritu humano le dicen algunos, creo que el espíritu humano es más que relaciones paternales mal plasmadas e insanías predecibles.

    • Correción.

      Yo creo que lo que hacen Kubrick y Nolan es narrar sus historias … desde su punto de vista, yo no creo que una sea una perfecta y la otra incorrecta ….

      A Kubrick le podrian achacar miles de personas que no te cuenta nada y que esta exhibiendo poesia cinematografica sin querer explicar nada en el fondo. 9 de cada 10 personas no entienden ABSOLUTAMENTE NADA del final de 2001.

      Nolan en cambio afronta un reto parecido desde un punto de vista más “real” .. creeme, los astronautas no escuchan a Txaikovski para preparar una misión espacial, se tragan una y otra vez esa “chachara barata” que expone Nolan y que tan pesada les parece a todos los críticos que además -visto lo visto- deben tener la carrera de astrofísica; basicamente porque es lo que te va a salvar la vida si estas en apuros, no ponerte un MP3 del “El Danubio Azul” y tragar LSD. :P

  12. Una observación: el piloto del módulo de mando del Apolo 13 que fue sustituido por su suplente pocos días antes del despegue se apellida Mattingly.

  13. Llevo un par de días sin saber como explicar lo que me transmitió la película. Pues lo has hecho tu Marta Fernandez.

  14. A mi parecer, esta película usa el espacio como excusa o andamio para una historia de migraciones humanas forzadas (bueno, estadounidenses, que en este caso parecería que fuesen los únicos humanos sobre la Tierra). Un atractivo exoesqueleto en que se hilvana un drama del estilo que vemos cotidianamente. Más que a Kubrick o Spielberg, en algunos momentos esta cinta me retrotrae a Ford y John Steinbeck («Las uvas de la ira»).

    Solo un pero a esta entretenida y bien envuelta histora: el final optimista, muy del gusto del gran público estadounidense, quizá se podría haber obviado.

  15. Un detalle.

    ‘Donde Kubrick coloca un Strauss imposible de superar, Nolan, el prudente, renuncia a la música.’

    Hay que re-escucharse la BSO para darse cuenta que no es cierto que Nolan (o Zimmer) renuncie a la música en su obra. Es mas minimalista que en 2001, pero esta omnipresente. De hecho en muchos fragmentos recuerda tanto a la BSO de 2001 que es indistinguible.

  16. Juan Antonio

    Pues no sé para qué homenajea Nolan a dos directores que son mucho peores que él.

  17. Pingback: A Spielberg, en la tierra. A Kubrick, en el cielo

  18. Gracias, Marta. Excelente crítica. Creo que estamos ante una de las grandes películas de las que se seguirá hablando durante mucho tiempo.

  19. pescaitofrito

    Ante todo quiero decir que me ha gustado mucho el artículo pero aún más las críticas y debates de los usuarios. Desde mi humilde opinión creo que la película es fantástica. Yo lo que busco en una película de ciencia ficción es el engaño. Saber que me están mintiendo y aún así no poder evitar creer que pueda pasar. Esta película lo logra en gran medida y creo que es por la base científica que en mayor o menor medida (según el momento de la película) se basa: el concepto relativo del paso tiempo, las dimensiones, los agujeros de gusano, el horizonte de sucesos, etc. Otro aspecto que me ha gustado especialmente son las escenas en el interior de los planetas (con unas imágenes preciosas, lejos de los clásicos desiertos «tipo Marte»). Por mi gusto personal, creo que son la mejor parte de la película. El final sin embargo no me gustó especialmente, porque me pareció incoherente con el resto de la película. Pero eso claro va a gusto del consumidor.

  20. Pues como han dicho otros comentaristas, este artículo no trata de la película Interstellar, sino de cómo podría haber sido si en vez de Nolan la dirige alguien con talento.

    (puede haber espoilers en lo que sigue)

    Ese alguien no habría metido tanto sentimentalismo de culebrón (un ejemplo entre muchos, esa hija que en 23 años no perdona al padre; ¡tía, que está en una misión desesperada y casi suicida para salvar a la humanidad! ¡No es como si se hubiera fugado con una stripper!), tramas idiotas («este planeta con atmósfera de amoniaco, y tan frío que las nubes son sólidas, es ideal para la vida humana» «vale, me lo creo y me voy pa’casa»), música machacona y continua… Y posiblemente habría cuidado los diseños y los encuadres para dejarnos alguna imagen memorable, de las que Interstellar, aparte del efecto del agujero negro, carece.

    • La hija «no perdona» al padre por haberse marchado sino porque cree que no le dijo la verdad.

      El planeta del Dr. Mann no era apto para a vida, evidente, pero éso sólo lo sabía el HDP del Dr. Mann, no ellos. A mí me parece fundamental esta parte de la película, no sólo por las implicaciones morales y humanas sino por los acontecimientos que se desarrollan antes y después de ella.

      Personalmente creo que el aspecto visual está cuidadísimo, mimado, y de haberse recreado aún más en las imágenes y en la belleza plástica de los planos lo que tendríamos es a más gente criticando la «pretenciosidad» de este director «sin talento».

  21. Muy buena película.
    Si, Spielberg estuvo a punto de hacerla, con guión también era de Nolan (Johnathan, el hermanisimo) pero cuando decidieron filmarla, quitaron todas las «indicaciones» de Spielberg y se volvió al material original de Khip Thorne, autor del argumento y toda la «ciencia» del film…
    Excelente artículo..

  22. Fútilmente, pero en el final de la película, cuando Cooper y TARS emprenden el último viaje hacia el planeta en el que está Amelia, me parece un claro homenaje a Star Wars, con Cooper y TARS como Luke y R2D2 en la X-Fighter. Muy friki, pero en esa secuencia es imposible no acordarse de los héroes de la trilogía clásica.

    El resto de la película, ya lo hemos visto, un homenaje pleno a los precursores de las Space Opera & Star Cowboys.

  23. El argumento de este filme está repleto de agujeros de gusano. Tiene tal cantidad de absurdos que uno no sabría por donde empezar.

    ¿Nos dejamos asesorar por Kip Thorne y nos aseguramos de que todo el mundo se entere bien de que lo ha hecho para acabar diciendo cosas como que «el amor es la única fuerza que puede romper los límites del espacio-tiempo», así sin más? ¿Vamos de profundos y luego tenemos que repetir varias veces a nuestro robot (superinteligente) de qué va todo esto como si fuese un crío de primaria? “¿Aún no lo pillas TARS? Espera que te lo repito…”. ¿La nasa se dedica a un proyecto multimillonario durante años y un par de días antes de ponerlo en marcha se encuentran con un ex-astronauta que no se sabe bien como ha venido a parar a nuestras instalaciones supersecretas y le decimos «Eh tío, tú eras bueno, únete a este proyecto para salvar el mundo, despídete de los chavales, salimos mañana…» ¡Es que es un no parar!

    La película es mala. Muy espectacular, sin duda, pero mala, mala a rabiar.

    • Menos mal que hay comentarios así en un artículo que intenta comparar esta mediocridad con una de las mejores películas de la historia.

  24. Quizás yo no haya entendido nada pero los que acusáis a Nolan de sentimentalista, no os dais cuenta de que el argumento basico de la película habla de el instinto de supervivencia. Y ahí… Ese sentimentalismo es un andamio fundamental. La pelicula tiene muchos guiños de cara a simlificar el mensaje, pero es una obra ee arte (diferente a otra mayor como 2001)

    • Acuso a la película de sentimentalista no por la idea del amor como fuerza que atraviesa dimensiones, sino porque comete la torpeza de verbalizar esa idea. Como si fuéramos tontos. Y me da igual que sea un blockbuster o una película familiar: hasta un niño pilla esa idea viendo la película sin que tengan que decírselo.
      También me parece una pastelada no porque se centre en el amor de un padre por su hija, sino por cómo lo hace: incesantes planos de Cooper llorando desconsoladamente y música atronadora sin parar, hasta que tienes que llorar quieras o no.

      • «incesantes planos de Cooper llorando desconsoladamente». Yo he contado dos escenas en las que a Cooper se le cae alguna lágrima a causa de su hija.

  25. Yo después de ver La odisea tuve que leerme el libro y varias interpretaciones para poder comprender la película. Eso no es ni bueno ni malo por sí mismo, es algo que tiene que ver más con el espectador que con la película.

    Creo que Interestellar es una versión para todos los públicos de La odisea, en la que no hace falta la lectura de material complementario para su comprensión. Eso tampoco es ni bueno ni malo. Es simplemente otra manera de contar la misma historia, de un modo más asequible.

    Haber visto 2001 facilita mucho la comprensión de Interestellar, hasta el punto de hacerla redundante, (lo que también es más cuestión del espectador que de la película) y ver Interestellar facilita mucho la comprensión de 2001.

    En mi caso disfrutar de una película pasa por comprenderla. No pude disfrutar de 2001 hasta que la comprendí e Interestellar la disfruté porque la comprendí.

    • He visto «2001: Una Odisea del Espacio» varias veces a lo largo de mi vida, e «Interstellar» en dos ocasiones. Hasta que he leído los comentarios aquí presentes no me había percatado que las dos películas cuentan la misma historia. Es decir, sigo sin verlo pero debe ser por culpa de mi córtex cerebral.

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  27. En una película, donde todo tiene una explicación científica (sobre explicación según muchos…) lo que salva a la humanidad es algo que no la tiene, el amor y la conexión entre dos personas. Ahí reside la brillantez de Nolan.

  28. Odio Interstellar pero os quiero a todos los fans y al autor del artículo, porque el amor es la única cosa que trasciende las dimensiones del tiempo y el espacio.

  29. El problema de esta película precisamente es que ya existe 2001 y cuando una obra es redonda (no diré perfecta), no caben añadidos o comentarios igual que un Mozart no haría una versión personal de las partitas de Bach. Nolan es un gran director pero con esta peli se ha metido en un jardín donde necesariamente saldría perdiendo. Para el espectador es inevitable acudir al cine con el bagaje anterior de su referente directo y eso pone a Nolan en una posición muy difícil, puesto que coloca al director en el rol de discípulo obligado a superar al maestro. Pero por encima de estas consideraciones hay un punto donde la película fracasa a mi modo de ver y es en ese intento de fascinar al espectador y a la vez hacerlo disfrutar de una trama con una narrativa con el clásico desenlace agradable. En este sentido Kubrick estaba mucho más liberado, su obra no pretendía “entretener” o dejar un buen gusto de boca y esa servidumbre en la que incurre Nolan es la que degrada la calidad de la pelo, la cual no aguanta la comparación con su predecesora; todavía peor, por momentos resulta lenta y a ratos incluso aburrida, a diferencia de 2001 en la que el tiempo lento es simplemente “tempo lento” en un sentido casi musical del término.

  30. Otra cosa que llama la atención es la insistencia con lo bien documentada científicamente que está la cinta, como si eso fuera relevante a la ciencia ficción. Las obras de fantasía no tienen esa servidumbre de ceñirse a las leyes de la física, mientras que el mundo que construyan tenga una coherencia interna y por tanto resulten creíbles. Al machacar con el tema del rigor científico parece ser que se nos está trasladando la sugerencia de que una deriva del mundo en esa dirección es perfectamente posible, pero que el ser humano en su infinita capacidad de adaptación sabrá sobrevivir; una vez más el happy end americano al más puro estilo moralizan de Spielberg. Volviendo al rigor científico, hay errores garrafales como el hecho de que en un planeta degradado ambientalmente y con dificultades de abastecimiento, las estructuras sociales permanecen intactas, esto es completamente inverosímil, al igual que el planeta con las olas gigantes que se producen en ausencia de viento sorprendiendo a los protagonistas solo por proximidad.

  31. cualquiera que sepa algo de cine sabe que Interstellar es una soberana mierda de la que nadie se acordará de aquí a 20 años. compararla con 2001 es un insulto a la inteligencia.

    • 100% de acuerdo. No se puede decir más claro

    • Pues a mi me ha gustado y creo sinceramente que es muy buena película. Pero bueno, después de leer tu comentario me tengo que rendir a la evidencia: no tengo ni puta idea de cine porque, como muy bien explicas en tu elaborada crítica punto por punto, Interstellar es una soberana mierda.

  32. Jordi_BCN

    Kubrick, 2001 – Nolan, 0.

  33. Un comentario a riesgo de que me echen a los perros.
    Reparto inadecuado, con los dos protagonistas mal elegidos.
    Matthew Mcconaughey sobreactuando, con múltiples tics interpretativos (qué diferencia con el gran actor que es Matt Damon). Anne Hathawey increíble (por lo mal) en su papel.
    Por otra parte me parece que 2001, a pesar de no gustarme Kubrick es mil veces mejor que esta. Y por supuesto Gravity, aun mucho mejor que estas dos.

  34. Pingback: Lo motherfucking best del 2014 | Un Lugar Llamado Cine

  35. Jesus Jeronimo

    Comentaristas de Jot Down: ¿por qué decir «a mi no me gustó la peli» cuando se puede decir «es mala, malisima»? ¿Para que respetar minimamente a los que si disfrutaron con la pelicula? Si total, no son ni un 1% de lo listos que son ustedes, que atrapan al vuelo y sin buscar en Internet cienmil fallos cientificos en una peli de ciencia ficción. Que tipos mas listos son ustedes. Que listillos.

    A mi me encantó la peli y este articulo también me ha gustado mucho, gracias.

  36. Pingback: A propòsit d’Interstellar i l’educació | educAtòmica

  37. Batallas épicas del rap Spielberg vs Alfred Hitchcock, miradlo, no os arrepentiréis xD
    https://www.youtube.com/watch?v=_wYtG7aQTHA

  38. Correcciones, con todo respeto, y obviamente con Spoiler. Las notas de «Encuentro cercano..» son Re-Mi-Do-Sol-Do y no hay tu tía. Interestelar es el intento más absurdo de hacer parecer asequibles las complicadísimas teorías de física cuántica a cualquier escpectador de cine común. Teorías que están sobre(y mal)explicadas en esta película. Eso sin nombrar el melodrama hollywoodense, empalagoso y más tonto que nunca en el contexto que la propia película propone. La exaltación final de esta mezcolanza de cosas que no cuajan es que el protagonista se hunde en los sinfines recónditos del universo desconocido, sólo para terminar asomado a la habitación de su hija, y como si fuera poco compila toda esta información del universo entero y leyes aún no conocidas para trasmitirlas en código morse. Y si todavía no te sientes insultado como espectador, deberás asistir al acto final, donde el protagonista ¡¡vuelve!! Sí, regresa sano y salvo para darnos esos finales que a Hollywood le gusta tanto de «fueron felices y comieron perdices». Un apartado final para una banda sonora que, mas que otra cosa, te abofetea con estruendos tratando de emocionarte a golpes.

  39. Pepe Aguilar

    ¿Cómo es posible que yo acabé de leer el artículo en la versión impresa de la revista, de agosto 2017, y aquí haya comentarios de 2014…? ¿Será otro «agujero de gusano» colocado aquí por el mismísimo Nolan…?

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