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Cristiano Ronaldo, Messi y la liga escocesa del divismo

Foto: Cordon Press.
Foto: Cordon Press.

En enero de 2008, el brasileño Kaká, por entonces en el Milan aunque ya deseado por el Real Madrid, conseguía el primer Balón de Oro de su carrera. De paso, ponía también un cierto orden dentro del palmarés después de la enorme sorpresa que supuso ver a Fabio Cannavaro posar con el premio un año antes. Segundo en la votación acabó un chaval de Madeira llamado Cristiano Ronaldo, con tan solo veintidós años, y tercero fue Leo Messi, el veinteañero del Barcelona cuyo mayor mérito a lo largo del año había sido mantener a flote a un equipo que ya se lanzaba al abismo con Frank Rijkaard.

Hasta aquel año, ganar el Balón de Oro era algo excepcional —desde 1990 solo Ronaldo Luiz Nazario había conseguido repetir y nadie lo había hecho en ediciones consecutivas desde los tiempos de Michel Platini, francés como la revista que otorgaba el premio— y a la vez algo al alcance de varios jugadores a poco que tuvieran un buen año, ya se llamaran Belanov o Nedved o Cannavaro, Owen, Shevchenko… El hecho de que el Balón de Oro lo entregaran los corresponsales de France Football y los periodistas de otros medios elegidos por la publicación le daba una cierta mística, un cierto misterio que todos sabían guardar. Una tendencia a lo imprevisible.

Desde 2008 sin embargo, y van siete ediciones consecutivas, entre dos jugadores se han repartido todas las ediciones del premio. Cuatro para Leo Messi, tres para Cristiano Ronaldo, incluyendo las dos últimas. Desde que fuera tercero con veinte años, Messi no se ha vuelto a bajar de los dos primeros puestos; algo que, obviamente, no ha hecho nadie en la historia. Podría haberle igualado Cristiano Ronaldo, pero en 2010 el torrente Barcelona-selección española se lo llevó por delante, unido a una lesión de tobillo que le tuvo a maltraer buena parte de su primera temporada en el Real Madrid.

Se puede argumentar para justificar este dominio que Cristiano Ronaldo y Messi son dos jugadores superlativos como no los ha habido antes en la historia. Es difícil comparar épocas pero no es un argumento disparatado: efectivamente, se trata de dos futbolistas geniales, poderosos, que dominan el juego de sus equipos y además tienen una relación con el gol sencillamente asombrosa. Hasta la llegada de estos dos monstruos a la liga española, solo Zarra y Hugo Sánchez habían conseguido 38 goles en una sola temporada. Desde 2010, Cristiano y Messi han superado esa marca en dos ocasiones cada uno fijando el nuevo récord en 50 tantos, una auténtica barbaridad.

Esa sensación de superioridad, sin embargo, se apaga cuando ambos jugadores salen de España y mucho más cuando salen de su club. De las últimas siete ediciones de pleno en el Balón de Oro, Cristiano y Messi han participado en cuatro equipos ganadores de la Champions League, que es mucho pero habría dejado margen a algo de reconocimiento para los Sneijder, Diego Milito, Didier Drogba, Franck Ribery o Arjen Robben de turno, todos con el Balón de Bronce como máximo premio al que aspirar.

Mucho más grave es la situación si observamos lo que ambos jugadores han hecho con sus selecciones: incluyendo solo el período analizado, es decir, de 2008 a 2014, entre Cristiano Ronaldo y Messi han jugado cuatro mundiales —los dos estuvieron en Sudáfrica y en Brasil—, dos Eurocopas y una Copa América. No ganaron ninguna. Es más, si sumamos todos sus partidos disputados en esas competiciones nos da el número de treinta y dos con un total de once goles entre los dos.

¿Justifican esos números un dominio sin alternativa alguna durante ocho años en los concursos de popularidad de distinto tipo? No lo parece. Cuando llegan al nivel más alto de competición, lejos del lujo de Real Madrid y Barcelona, Cristiano Ronaldo y Messi son buenos jugadores pero no son estratosféricos, por las razones que sean, y eso hace aún más raro que no haya nadie que les discuta el premio edición tras edición, convirtiendo este galardón en algo así como una «liga escocesa» del divismo, donde solo puede ganar uno u otro independientemente de lo que consigan los demás.

Los ejemplos de Sneijder, Iniesta, Robben y Neuer

La obsesión por premiar a Cristiano o a Messi en cada competición en la que participan ha alcanzado cotas ridículas: por ejemplo, la LFP se inventó un premio en una de sus galas —«el jugador más completo» o algo así— solo para que Cristiano pudiera subir a recogerlo. Al año siguiente, la propia FIFA decidió que el mejor jugador del Mundial 2014 no había sido Kroos ni Müller ni Neuer ni ninguno de los alemanes que se pasearon por casi todo el torneo, sino Leo Messi. Fue un premio que causó tanto estupor que ni el jugador argentino lo celebró. El que pierde la final tiene que hacer un campeonato asombroso para merecer un premio así… y Messi no lo hizo. Hizo un gran torneo, llevando a su equipo a la final, pero no estuvo ni al cincuenta por ciento del nivel de años atrás en el Barcelona.

Esa clase de excesos perjudican al jugador más de lo que lo benefician. Parece restar mérito a sus demás actuaciones, como si el premio ya estuviera en el bolsillo solo por presentarse a jugar el partido. Por supuesto que Messi y Cristiano Ronaldo han sido los mejores de su generación con diferencia, pero el resto no ha estado tan lejos, no al menos como para considerar que, en ocho años, nadie más ha merecido este premio.

Por ejemplo, en estos años ha habido una selección, la española, que ha ganado dos Eurocopas y un Mundial de manera consecutiva. No es poca cosa, de hecho, nadie lo había conseguido antes. Incluso coincidiendo con la época de dominio mundial del Barcelona, lo más que consiguió el fútbol español fueron premios secundarios para Xavi —tres balones de bronce— e Iniesta —uno de plata y uno de bronce—. El resto ni aparece en el palmarés. Para que no se me acuse de patriotero, vamos con otros ejemplos sangrantes: en 2010, Wesley Sneijder ganó la Copa de Europa con el Inter y fue probablemente el mejor jugador del Mundial, llevando además a Holanda a la final por primera vez en treinta y cuatro años. No entró ni en el podio.

Su compañero de selección, Arjen Robben, lleva años en la élite. Puede que le perjudicaran los tempranos comentarios que lo metían en la lucha por ser el mejor jugador del mundo cuando no lo era ni de lejos, aquellos tiempos locos de Ramón Calderón y la prensa entregada. Sin embargo, con los años, Robben ha ganado un buen puñado de ligas con el Bayern, ha llegado a tres finales de Copa de Europa, ganando una, y acompañó a Sneijder en el camino a la final mundialista de 2010 con Holanda, liderando cuatro años después a la selección que llegó hasta semifinales cuando nadie lo esperaba.

Robben ha fallado mucho y en parte tenemos que agradecérselo, por lo menos Iker Casillas, pero también ha acertado: sin ir muy lejos, la Copa de Europa de 2013 se decidió con un gol suyo en el último minuto. Aquel Bayern había eliminado el año anterior al Real Madrid de Cristiano Ronaldo y eliminó esa misma temporada de manera humillante al Barcelona de un renqueante Leo Messi. Tratándose de un año sin competiciones de selecciones en verano se podía pensar en un premio para el holandés o para otro miembro del histórico triplete del equipo bávaro, pero no, ni siquiera apareció entre los tres más votados, en medio de una brutal campaña de imagen y propaganda que llevó a los dos de siempre a copar los primeros puestos, aunque entre ambos sumaban solo una liga, la que ganó Messi con el Barcelona.

Este año ha sucedido algo parecido con Manuel Neuer. Siempre es complicado evaluar la influencia de un portero en el juego y mucho más compararla con la de un delantero, pero parece haber cierto consenso en que Neuer, alma del Bayern de Heynckes y luego de Guardiola, y de la Alemania de Joachim Löw campeona del mundo, no solo ha sido de lejos el mejor en su posición estos dos últimos años sino que ha revolucionado dicha posición con su manera de entender el juego casi más como un líbero que como un portero de toda la vida.

Se puede decir que ninguno de estos candidatos es lo suficientemente carismático o desequilibrante en lo individual como para merecer un Balón de Oro, pero esos criterios de juicio deben de ser nuevos porque yo he visto incluso a Mathias Sammer levantar el premio solo por su labor de organizador en el Borussia de Dortmund y la selección alemana de los noventa. Antes, el carisma contaba, pero contaba más el resultado final de los partidos.

La globalización de Nike y Adidas

En 2010, France Football dio un paso que a la postre ha resultado decisivo para la elección del premio: fusionarse con el FIFA Best Player y hacer que el Balón de Oro no fuese votado solo por periodistas y expertos sino también por técnicos y jugadores de todo el mundo. Las puntuaciones se multiplicaron y con esa multiplicación se ha producido un efecto esperable: la gente no vota como si le fuera la vida en ello, como un reconocimiento a su carrera y con conciencia de equilibrio en el palmarés, sino por obligación, procurando no molestar a nadie y a menudo eligiendo a los jugadores que le suenan más.

¿Y qué jugadores «suenan”» más? Ahí no hay duda: Cristiano Ronaldo y Messi.

Ambos son la imagen de los dos grandes imperios de la ropa deportiva: Nike y Adidas. Por supuesto, estas dos marcas ya llevan compitiendo años y años a todos los niveles y nadie está diciendo que Cristiano y Messi ganen premios solo porque Nike y Adidas les promocionen, pero obviamente sus maquinarias de publicidad no les vienen nada mal. A los dos los hemos visto anunciar de todo, desde líneas aéreas a bancos pasando por calzoncillos, juegos de ordenador, natillas e incluso aparatos para estimular los músculos de la cara. Su presencia fuera de los campos de juego ha sido agotadora, extenuante, cargante diría.

Son dos genios, por supuesto que lo son, pero es peligrosa esta sensación de que son los únicos grandes futbolistas del planeta. Como emblemas de esos dos transatlánticos que son Real Madrid y Barcelona, tienen a centenares de periodistas dispuestos a sacarse los ojos en directo en defensa de cada uno de ellos, algo que difícilmente tendrá nunca un portero del Bayern de Munich.

Con el portugués aún por cumplir los treinta años y el argentino camino de los veintiocho, edades a las que cualquier otro deportista estaría alcanzando su esplendor, no es fácil vislumbrar competencia en las próximas ediciones del galardón sino más y más vueltas a lo mismo: la eterna disputa de si Zipi es mejor que Zape o Zape es mejor que Zipi, como si no fueran perfectamente compatibles. Mientras esto sea un concurso de popularidad basado en cuántas vallas de publicidad eres capaz de llenar será muy difícil tomarse en serio el premio por mucho que lo rodeen de horas y horas de vídeos y canciones francamente prescindibles.

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32 Comentarios

  1. La mediatización de CR-Messi, Nike y Adidas y demás es el claro problema. También quiero plantear como problema es la falta de consenso a la hora de votar. ¿A quién se vota para el balón de oro?, ¿al mejor jugador, al que haya hecho mejor temporada, al que más títulos haya logrado, al que más haya contribuido a ganar esos títulos, al que mejores estadísticas presente…?

  2. Jon Ander

    O Drogba en 2012…

  3. Gracias por escribir, valientemente, este tipo de articulos. Al finy al cabo, cuando Messi ganó el cuarto seguido la censura y presiones politico-económicas evitaron que denunciaseis la continua repetición del galardón.

  4. Creo que el problema viene a partir de la fusión del premio con el FIFA World Player en 2010. Ojo, antes tanto Cristiano como Messi ya habían recibido un Balón de Oro cada uno, pero sólo con los votos de France Football.

    Curiosamente el mismo 2010 si se contasen sólo los votos de France Football lo hubiese ganado Sneijder, que ni estuvo en el podio ese año. Xavi e Iniesta no lo ganaron sencillamete porque se pisaron los votos.

    Cuando era sólo los votos de periodistas también era algo injusto (ese premio a Owen…) pero al menos se fijaban más en la temporada que habían hecho. Ahora siempre habrá un gran porcentaje de capitanes y entrenadores de selecciones a los que les influye más la fama de Cristiano y Messi que la buena temporada que habrá hecho Godín por ejemplo.

    Otra cosa que es común al mundo laboral actual es la especialización. Messi y Cristiano son especialistas. Seamos sinceros, ninguno de los dos defienden una mierda. Di Stéfano defendía, Pelé era un poco cerdete defendiendo y daba unas patadas de aúpa, Maradona defendía cuando quería, Cruyff también (pocas quería, es verdad), Zidane se implicaba cuando el partido era serio… Cristiano y Messi descansan si no atacan. Rara vez bajan a cubrir a alguien, y más por un impulso personal que por una razón táctica.

    Total, que ha llegado la rebelión de las masas orteguiana al fútbol, y no nos engañemos, las masas valoran más la especialización que la implicación. Es más fácil de vender.

  5. Arbeloa Clearwater Revival

    No se podría haber dicho mejor. Es lo que hay.

    • marcbranches

      Muy de acuerdo en todo excepto en los análisis de los jugadores. Messi defiende poco, pero cuando quiere ayuda, y cada año marca un par de goles provenientes de un robo al defensa en su propio campo. Cristiano defiende todavía menos. Pero eso no significa que sean especialistas, especialmente en el caso del argentino, capaz de dominar el juego en muchas zonas del campo.

      Bien, esto es debatible, en cualquier caso. Lo que no es debatible es que Maradona, Cruyff y Zidane defendieran un pimiento, más teniendo en cuenta que las exigencias físicas eran menores en sus épocas.

  6. Yo entiendo que pueda resultar aburrido, pero soy de los que piensa que somos unos privilegiados al vivir en una época en la que podemos disfrutar de estos dos monstruos. El balón de oro es un premio individual al mejor jugador del mundo, y estos lo llevan siendo 7 años. Lo demuestran récords como meter 80 y pico goles en un año, 17 en la champions, o llevar 30 hay tricks, récords que van a tardar en repetirse cuando estos dos se retiren. No estoy de acuerdo en que el balón de oro haya que dárselo a alguien por haber ganado un título colectivo, porque el que un grupo de jugadores juegue bien no quiere decir que haya uno que sea el mejor. España, Holanda y Alemania, el Bayern y el Ínter tenían equipos muy equilibrados, con buenos jugadores en todas las posiciones, pero nadie a la altura de estos dos fenómenos.

    • Para defender no hace falta ser un portento físico, sólo ser solidario en la posición defensiva del equipo. Maradona, Zidane y Cruyff (éste con reparos) entraban en los planes tácticos defensivos del entrenador, aunque fuese ocupar un esopacio. Messi y Cristiano no entran nunca en las tácticas defensivas del equipo. Si defienden es porque a ellos les da la gana, jamás se ponen a servicio de la táctica.

  7. Lo que no tiene ninguna lógica es que se vote anualmente en lugar de por temporadas.

    Bueno, el premio en si no tiene ningún sentido. Lo normal es hacerlo por competiciones y fuera.

    • marcbranches

      No quisiera alargar un debate como este, pero vamos, la única razón por la que Maradona, Cruyff y Zidane ocupaban un espacio en los planes defensivos de un entrenador es por la posición en la que jugaban, entre el centro del campo y la media punta, zonas en las que forzosamente ocupas más espacio y transita más el balón rival que en la delantera. Desde luego, no es la capacidad defensiva, en ningún caso, lo que diferencia a estos jugadores de las dos bestias a las que se refiere el artículo.

  8. El balón de oro de Cannavaro es más que merecido, temporadon majestuoso que se mando con la Juve y no hablar ya de su impecable mundial, jamás se vio a un jugador no técnico ser tan influyente y desequilibrante. Lo de Owen fue, eso si, un robo a mano armada, en Europa no se estimaba mucho al jugador español. En 2010 el robo fue contra los jugadores holandeses, tan solo porque Iniesta o Xavi eran más mediáticos se los premió por encima de Robben y Snjeider, habiendo estos marcado un temporadon magistral muy por encima en Champions y mundial. Al parecer la marca Madrid o Barcelona son mucho mas atrayentes que las demás. Ahora bien, se habla demasiado de la no importancia o seriedad de este premio; pero si Messi se nacionalizaba… al palmarés grandilocuente se le añadía este gesto marcial, seguro.

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  10. Increible. El autor de la nota pone en duda de Messi y a Cristiano. Hasta algunos dicen «es lo que hay» y otro que ambos «defienden poco». Lo unico que queda por decir que el autor y los opinantes deben ser españoles. Que de futbol deben saber la inversa de poner plata como para llevarse los mejores jugadores a su liga. Esto sin negar las condicionesa de tipos como Roben o Neuer o Kroos. Se puede criticar los criterios para entregar el trofeo pero de criterios para la calidad futbolistica…

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  12. Es un problema que trae aparejado Messi. Cuando estás viviendo la época del mejor jugador de todos los tiempos es complicado no darle el balón de oro siempre. Por eso se inventan a CR7, que es muy bueno pero no el mejor, y si hubiese otro también. Pero él es sin duda el mejor. Dárselo a otro es solamente para que no sea tan bochornoso para el Madrid :)

  13. No entiendo muy bien este artículo. Son los mejores y además en los años que lo ganan uno o el otro lo demuestrán…. que también hay buenos jugadores fuera de messi o cristiano? evidentemente, faltaría más,…pero están por detrás de su rendimiento y de su calidad (pese a ser madridista tambien diré que messi está muy por encima en calidad a Cristiano, lo cual no significa que Cristiano haya ganado merecidamente en estos 2 últimos años por rendir más que el argentino).

    No me gustan los artículos que solo buscan ir de «outsiders»… y este lo es.

  14. Di Stefano debia de defender con la barriga, porque vamos ……. ¿Pelé defendia? primera noticia que me llega, la verdad.

    • Pues sí, Di Stefano defendía, y muy bien además. Di Stefano no era un jugador de 10 en alguna cosa, era de 9 en todas, pero absolutamente todas. Tal vez no sea para muchos el «mejor» jugador de la historia, pero sí el más completo. Para entendernos, era un defensa estilo Puyol, un organizador estilo Pirlo, un mediapunta estilo Zidane y un rematador estilo Van Basten. Y una capacidad de liderazgo impresionante. Todo en uno.

      Pelé tal vez no defendiese muy bien, pero era un leñero. Lesionó a varios jugadores con sus entraditas.

      • Entonces Guti era un especialista defensivo, dar patadas y lesionar jugadores no significa defender bien (ni siquiera defender), hay grandes defensas en la historia siendo limpio, como Paolo Maldini

  15. Francisco

    Muy cierto este artículo. No es demeritar a CR7 o a Messi, es simplemente decir que este «Balón de oro» ya no se puede tomar demasiado en serio y llega a ser fastidioso. CR7 y Messi son los mejores, pero es como si Ronaldo y Zidane se hubiesen forrado con todos los balones de oro en su época. Una época con Sheva, Nedved u Owen ganando, cuando si valoramos las premisas de hoy, nunca «debieron» ganar. (ej. Nedved nunca ganó Champions, hoy eso sería impresentable. Owen ganando en estos tiempos, habría levantado masas protestando por medio mundo)
    Además, la prensa es gran culpable del hastío que provoca ese premio. Esa asquerosa campaña que arranca desde mitad de año, pidiendo a uno o a otro como no tuviésemos suficiente con las campañas de los políticos pidiendo votos. O el eterno lloriqueo del entorno del perdedor. Cuando ganaba Messi, en Madrid eran las «teorías de conspiración» de Blatter y cía. Ahora que gana CR, en Barcelona resulta que el premio es un simple truco publicitario.

  16. No se puede comparar a Ronaldo con Messi. Cristiano es bueno pero Messi es genial.

  17. Edson Stephen di Cruyff

    Odio el fútbol

  18. Totalmente de acuerdo con el artículo. Lamentable la propaganda a favor de estos dos jugadores totalmente sobrevalorados. La grandeza se mide por la respuesta que dan en momentos importantes, a lo que ambos no son muy proclives. ¿Qué hicieron en los mundiales que jugaron? Nada, en partidos relevantes ni aparecieron; Messi tendría que revisar la final de 2014 y fijarse en Mascherano, o Schweinsteiger, para ver lo que significa dar el callo en estos partidos; y Ronaldo festejando el 0-3 y el 0-4 de Munich, y el 4-1 de la final de Champions, como si lo hubiese hecho todo él, cuando fue Ramos el jugador clave en ambos partidos; eso si, ni él ni Kroos, Lahm, o Muller estuvieron entre los finalistas del balón de oro. Son como las peliculas de Tom Cruise o Julia Roberts, que son una mierda, pero con la propaganda necesaria se llevan premios y dinero en taquilla

  19. Según mi opinion, este premio no deja de ser un escaparate para la FIFA, las grandes marcas y un autobombo del mundo del futbol. Es por esto que los dos candidatos siempre estén en el pódium o ganándolo los últimos años.
    En los deportes de equipo los premios individuales no tienen sentido. La prueba es que estos dos futbolistas fuera de serie son incapaces de llevar a su selección a ganar títulos. Pero dudar de que son los dos mejores jugadores del planeta creo que es dejarse llevar por la pesadez de las campañas orquestadas desde cada uno de sus clubs, medios afines, marcas comerciales…etc.
    Lo que no entiendo es en la manía de comparar este tipo de futbolistas con otros que suplen la falta de talento con otras cualidades. En el deporte cada individuo tiene unas características propias y que suelen ser hasta cierto punto incompatibles. Las grandes estrellas es difícil que gasten parte de su energía en un partido completo en otras funciones que no sea la suya natural. En esto, un delantero o media punta ofensivo es prácticamente imposible que pueda defender o presionar o recuperar igual que los destinados para ese fin en su equipo. Toda la vida en un equipo campeón y equilibrado suele haber algunos jugadores básicamente ofensivos, siempre cubiertos por grandísimos jugadores de contención y duros. Pedir a grandes goleadores como Cristiano, Messi o Ibraimovic que se desgasten defendiendo mas alla de presionar la salida de balón por su zona del campo, es según mi opinion uno de los problemas del futbol actual…. perder talento y frescura para que puedan desarrollar esas jugadas que desquilibran un partido, las que salen en las repeticiones y las que hacen llenarse un estadio o comprar un partido por tv.
    Creo que es el eterno debate, espectáculo o efectividad. El futbol son muchas cosas, pero lo que vende es el espectáculo, y sin este espectáculo el 75% (soy generoso) de los partidos de una temporada suelen ser ramplones y sosos.

  20. Reverendo

    Es una pena que la batalla no sea más abierta y más emocionante. Pero creo que la influencia comercial de las grandes marcas y de ciertos medios de comunicación es bastante determinante. Da algo de vergüenza escuchar incluso a políticos tomar partido en ello.

    Si fuera por premios, ¿por qué no se lo llevó Kedhira, campeón de europa y del mundo?

  21. Lo que yo veo que no tiene ninguna lógica es el debate permanente entre estos dos jugadores, si zipi o zape, como dice el autor del artículo. Dejando de lado los números, y los premios también, y los patrocinios, cualquiera que de manera imparcial vea un poco de fútbol reconocerá que el debate es absurdo incluso en estos dos últimos años. Messi es el mejor jugador que cualquiera menor de cincuenta años habrá visto. Su nivel hasta hace un par de años era asombroso, aparte de sus registros. Cada partido parecía un vídeo de lo mejor de Maradona. Ahora ya no es ese jugador de leyenda, aunque consideró que sigue siendo el mejor. Vienen los Óscar, el balón de oro y tal… La belleza, la grandeza es lo que importa.

  22. Clandestino

    En 2008 Fernando Torres fue balon de bronce

  23. Neuer no ha sido ni jugador alemán del año en su país, lo ha sido Kroos. Incluso es debatible que su temporada haya sido mejor que la de Navas o, sobre todo, Courtois.

    En cualquier caso, es absurdo dar estos precios individuales en un deporte colectivo con tantos roles diferentes en los equipos. Se dan por puro marketing, así que no habíamos de sorprendernos si el marketing Ficrea sentencia final. Aunque en este caso, sí que creo que estos dos son los mejores.

  24. No sé ustedes pero cuando veo jugar a Messi o a Cristiano no tengo la sensación de estar viendo algo que realmente valga la pena. Messi no deja de ser un ratoncito hormonado correteando por el campo. Muchas veces individualista y casi siempre atolondrado. Cristiano, rígido, narcisista de gimnasio, ególatra. Cualquier gesto suyo desprende de todo menos clase y buen gusto. Son buenos jugadores, sin duda, ya que los números lo demuestran, pero cuando yo veía fútbol, hace unos cuantos años ya, lo que realmente buscaba era el toque, el talento y la magia que desprendían ciertos jugadores: Maradona, Zola, Mathäus, Xavi, Guardiola, Guti, Valerón, Zidane, R. Baggio, Van Basten, Totti, Ronaldo (el bueno), Romario, Verón, etc. Todos ellos lo tenían. Para mi, Messi y Ronaldo, NO.

  25. Lo primero que habría que definir es qué vino antes, el huevo o la gallina. La campaña mediática para encumbrar a estos jugadores, o los logros de los propios futbolistas. En mi opinión fue lo segundo, y ya en la cumbre, y especialmente con Cristiano en el Madrid (con lo supone esa rivalidad con el Barcelona), los medios se han encargado de divinizar a estos jugadores. Pero no hay que olvidar que son muy buenos. Indiscutiblemente los mejores de su generación. Y entrar en valoraciones de si son mejores que Pelé o Diestéfano, nos llevará a entretenidas tertulias de café, pero a ninguna conclusión real. Momentos distintos, rivales distintos, equipos distintos… Hasta balones distintos.
    Pero volviendo al presente, una vez que Messi y Cristiano habían llegado a la cumbre por méritos propios, a nadie le interesa bajarles de ahí, porque son una máquina de crear dinero. Cuando la FIFA le da el Balón de Oro del Mundial 2014 a Messi, es porque sabe que tendrá más repercusión que otorgárselo a Muller, Robben o Mascherano… Así de simple. Aunque en este caso la decisión haya jugado en su contra, pues la opinión pública es unánime a la hora de afirmar que el astro argentino no fue el mejor del Mundial. Ni siquiera de su selección.
    Dicho esto, si analizamos al resto de finalistas del balón de oro de los últimos años, no encuentro a nadie que poder decir: «sí, este tío es mejor que cualquiera de estos dos». Con las normas antiguas del balón de oro, en 2010 debió llevárselo Xavi, pero no hay que olvidar que su propio club hizo campaña por Messi, porque sabían que ganarían más dinero en publicidad si se lo llevaba el argentino. Que vende más decir que tienes al mejor jugador de la historia (aunque el número de balones de oro sea un criterio endeble para asegurarlo) que al mejor centrocampista español de los últimos años.
    Messi en 2010 no metió un solo gol en el Mundial y cayó goleado en semifinales. Cristiano sólo metió un tanto en 2014, pero ni siquiera le sirvió para pasar de la fase inicial. Sin embargo, ambos habían demostrado sobradamente durante el resto de la temporada, que estaban por encima del resto.
    Así que no sé cuánto durará la hegemonía de estas dos grandes figuras, pero con campañas de imagen o sin ellas, no hay nadie capaz de argumentar que en la actualidad hay algún futbolista mejor que cualquiera de ellos.

  26. Pingback: Los grandes futbolistas que no ganaron el Balón de Oro » Deporadictos

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