Pauline Kael necesita un enema
Nadie sabía que ella estaba allí. Aquella noche de 1972 se camufló entre los asistentes del Festival de Cine de Nueva York como una espectadora más. La ocasión lo requería. Bernardo Bertolucci presentaba, en la ceremonia de clausura del festival, su nueva película, El último tango en París. Era un pase público. Ningún crítico había sido invitado al evento. Ella, […]