En Zen en el arte de escribir, apuntaba Ray Bradbury que "el primer deber de un escritor era la efusión y ser una criatura de fiebres arrebatos". Seguramente, no haya mejor definición para la poesía hernandiana y para la figura de Miguel Hernández: una criatura de fiebres y arrebatos que le llevaron, con apenas veinte años, lanzarse a Madrid persiguiendo su febril sueño poético; una efusión que le empujó a enrolarse en un frente bélico que otros intelectuales rehuían; un ser encendido que no dudó en mantener sus ideales hasta las últimas consecuencias. Ahí reside su vigencia, en la pasión y en la verdad de su poesía, por la que nunca podrá caer en la indiferencia, la dejadez o el olvido. Miguel, volviendo de nuevo a Bradbury, se preguntó qué pensaba realmente del mundo, qué amaba, temía u odiaba y empezó a verterlo en papel, generando la única historia posible que existe para un escritor: la historia escrita por un individuo con una verdad propia.

Auralaria presenta esta nueva colección de poemas hernandianos, enriquecida con cuatro ilustraciones poco conocidas que el propio Miguel realizó para Perito en lunas y, como anexos, una serie de textos en los que relevantes escritores vinculados con Orihuela nos hablan del Poeta, entre ellos, Joan Manuel Serrat, nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad natal de Miguel el 17 de febrero de 2023.