2012 en doce goles

El triunfo de la selección española en la Eurocopa de Polonia y Ucrania, logrando el triplete internacional de selecciones (Eurocopa-Mundial-Eurocopa) por primera vez en la historia. La Champions de un Chelsea en respiración asistida, entregado a la vieja guardia y a un entrenador, Roberto Di Matteo, que tuvo desde el principio cara de interino. La Liga del Madrid de Mourinho, rompiendo la hegemonía de Guardiola y su Barça. La Premier lograda por el Manchester City con el gol in extremis de Agüero. Los campeonatos ligueros de Borussia Dortmund, Juventus y Montpellier. La Copa África de Zambia y el Mundialito de clubes del Corinthians. Los 91 goles de Messi. Todo esto, y mucho más, dio de sí el año futbolístico 2012. Todo esto y goles, muchos goles. De todos los tipos: cabalgadas en solitario, chilenas asombrosas, taconazos inverosímiles, lejanos lanzamientos de falta o zapatazos desde cualquier posición. Goles que nos dejaron la boca abierta y nos pusieron un nudo en la garganta. Goles que mezclan potencia, técnica e inteligencia en proporciones variables y que seguiremos recordando cuando hayan pasado unos cuantos años. Goles como estos diez, soberbios cada uno en su estilo. Disfruten.

Ben Arfa (Newcastle) al Blackburn Rovers: el gol maradoniano

Desde que una tarde de 1986 Maradona recorriera el césped del Estadio Azteca de Ciudad de México dejando atrás a medio equipo inglés para marcar el mejor tanto de la historia de los Mundiales, es inevitable que en cualquier selección de grandes goles aparezca uno similar. George Weah, Messi, Ronaldo Nazario, Recoba… la lista de los que han imitado a Diego es larga, aunque ellos no tengan a un Víctor Hugo Morales que les cante («¡Barrilete cósmico, de qué planeta viniste!»).

Este año, los mejores goles maradonianos han sido los de Neymar y, por partida doble, Ben Arfa. Contra el Bolton, el jugador del Newcastle atravesó el campo como una bala, deshaciéndose de sus rivales casi sin regatear, a base de zancadas y autopases de balón. En el gol marcado al Blackburn Rovers, la potencia se mezcla con la habilidad. El francés avanza driblando contrarios hasta colarse en el área pequeña, donde despista a los defensas con un par de quiebros antes de batir al guardameta del Blackburn.

Miroslav Stoch (Fenerbahce) contra el Genclerbirligi: la volea estilo Mendieta

Seguro que a muchos, al contemplar este golazo de Miroslav Stoch, les vendrá a la cabeza la mítica volea de Mendieta en un partido de Copa contra el Barcelona en 1999. Aquel trallazo del futbolista vasco, tras botar el rumano Adrian Ilie un saque de esquina, forma ya parte de nuestro imaginario futbolístico (hay quien piensa que este es “el gol realmente increíble” al que Los Planetas se refieren en su canción Un buen día; se admiten apuestas). El golpeo del eslovaco Stoch es más complicado, si cabe. En primer lugar, porque su posición es algo más alejada. Mientras que Mendieta remata prácticamente en la frontal del área, el jugador del Fenerbahce ni siquiera está pisando el semicirculo. En segundo lugar, a Stoch se le echan encima dos rivales que le dificultan la labor. Por último, el jugador del Fenerbahce recibe el balón desde la banda derecha lo que, tratándose de un jugador diestro, le dificulta el remate y le obliga a adoptar una postura poco natural. Mientras que Mendieta ataca el balón de frente a la portería, Stoch lo tiene que hacer de lado, con el cuerpo colocado en perpendicular a la misma.

Benzema (Real Madrid) contra Osasuna: la volea estilo Van Basten

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Otra famosa volea se ha visto también reeditada en 2012, y por partida doble. La original la llevó a cabo Marco Van Basten en un escenario inmejorable, la final de la Eurocopa de 1988 contra la Unión Soviética. El brasileño Taison, en las filas del Metalist ucraniano, y el madridista Benzema marcaron este año sendos goles muy similares. El parecido entre ambos es tal que cuesta decantarse por uno. En cualquier caso, aunque ambos son extraordinarios, ninguno supera la dificultad del original de Van Basten, cuyo ángulo de disparo era algo menor.

Dorlan Pabón (Atlético Nacional) contra el Peñarol: el misil libre directo

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Si los goles de Stoch y Benzema recordaban a Mendieta y Van Basten, este de Dorlan Pabón trae a la memoria el tiro libre que Roberto Carlos marcó contra Francia en 1997 y que en su día dio la vuelta al mundo. Ambos goles comparten una excesiva distancia a la portería, una potencia de golpeo brutal y un efecto endiablado que descoloca al guardameta. En el lanzamiento del atacante colombiano del Atlético Nacional (ahora en el Parma), la pelota parece que se va a colar por el centro de la portería, pero va abriéndose poco a poco buscando la escuadra y alejándose de los guantes del impotente portero del Peñarol.

Falcao (Atlético de Madrid) contra el América de Cali: la media chilena acrobática

El delantero de moda del fútbol internacional ha sido el autor de algunos de los mejores goles del año que se va. El golazo desde fuera del área contra el Valencia, después de recorrer la frontal al estilo Robben, o la preciosa vaselina a Víctor Valdés en el Camp Nou son dos ejemplos. El más importante de todos fue el que abrió el marcador en la final de la Europa League contra el Athletic Club. Ese sutil balonazo a la escuadra allanó el camino del título a los colchoneros. Pero el gol más espectacular fue el que le marcó al América de Cali en un partido amistoso. Falcao esperó el saque de esquina de Diego a la altura del punto de penalti y, al ver acercarse el balón, se lanzó en una media chilena para rematar con el cuerpo prácticamente paralelo al césped en una espectacular pirueta.

Alexander Milosevic (AIK Estocolmo) contra Sundsvall: el gol desde el centro del campo

Los goles desde el centro del campo son un clásico, desde Nayim hasta Íñigo Martínez, pasando por Zalazar o Aragón. Suelen ser vaselinas que aprovechan la posición adelantada del portero con un golpeo que mezcla potencia y sutileza. La particularidad de este tanto de Milosevic es que el portero no se encontraba fuera de la portería. El disparo del jugador sueco es de tal violencia y la pelota va cogiendo tal efecto en dirección a la escuadra que el portero, a pesar de estar situado bajo el arco y seguir con la vista la trayectoria del balón, es incapaz de atajarlo.

Gastón Mealla (Nacional Potosí) contra The Strongest: el escorpión

Todos los aficionados al fútbol, e incluso muchos que no lo sean tanto, recordarán al mítico portero colombiano René Higuita, famoso por sus extravagancias y su gusto por jugar el balón con los pies fuera del área. Una de las jugadas de Higuita que tuvo más éxito popular fue “el escorpión”, consistente en lanzarse en plancha y, con el tronco en posición horizontal, despejar el balón de tacón, en una postura acrobática. Algo similar realizó este año el boliviano Gastón Mealla, aunque en una posición del campo muy diferente. El delantero del Nacional Potosí se encontraba en la frontal del área cuando le llegó un balón centrado desde la derecha. Dado que la bola se le quedó un poco retrasada, Mealla se lanzó hacia delante y remató con el tacón de su pie derecho, logrando un tanto espectacular. A diferencia de la jugada de Higuita, que no pasaba de ser una boutade circense, lo de Mealla fue un recurso puntual y útil, con un resultado brillante.

Ibrahimovic (Suecia) contra Inglaterra: la chilena

Pocos jugadores hay en el fútbol actual con la capacidad de Ibrahimovic para marcar golazos espectaculares. De vez en cuando nos sorprende con uno de esos tantos que van directos a decenas de recopilatorios de “best goals” que recorren YouTube. Los tiene, además, de todos los colores. Es tan capaz de marcarse una jugada individual a lo Maradona como de recurrir a taconazos o chilenas. Su tanto contra Italia en la Eurocopa de 2004, sacándose de la chistera un inverosímil golpe de tacón para colocar en la escuadra un balón que botaba suelto en el área pequeña, es uno de los mejores de la historia de la competición. Con la camiseta del Ajax marcó otro gol maravilloso contra el Breda, regateando a medio equipo rival con increíble sangre fría y disparando desde el punto de penalti con el césped sembrado de rivales tumbados. Son solo un par de ejemplos.

En 2012, Ibrahimovic también ha marcado uno de los mejores goles (probablemente el mejor, por difícil y sorprendente) del año: una chilena desde 25 metros, aprovechando que Joe Hart, el guardameta de la selección inglesa, había salido a despejar un balón de cabeza fuera del área. Ibra no se lo pensó dos veces y, pese a encontrarse de espaldas al arco, decidió disparar a puerta sin dejar siquiera que el balón botara. El gol resulta prodigioso tanto por su concepción como por su ejecución. Hay que tener una inteligencia y visión de juego fuera de lo común para contemplar siquiera la opción de buscar portería desde la posición en que estaba Ibrahimovic. Pero, incluso siendo capaz de imaginar la acción, es necesario poseer un cañón en la pierna derecha para llevarla a cabo sin hacer el ridículo. Por favor, no lo intenten en sus casas.

Derdiyok contra el Wolfswurg: la chilena, segunda parte

2012 fue un buen año para las chilenas. Un par de semanas después de que Ibra marcara la suya contra Inglaterra, Mexes hacía lo propio con un golazo espectacular en Champions contra el Anderlecht. La distancia de golpeo del francés es significativamente menor que la del sueco, pero su gol tiene la dificultad añadida de tener que colocar el balón en la misma escuadra para salvar al guardameta, que se encuentra debajo de los palos.

La chilena de Eren Derdiyok es bastante diferente a las de Ibrahimovic y Mexes, pero también tiene un mérito extraordinario. El delantero suizo del Bayer Leverkusen recibe un pase largo por alto y baja la pelota con su pierna izquierda dentro del área. El balón se le queda un poco escorado a la izquierda y, al intentar un segundo control, la bola se queda atrás. La reacción de Derdiyok, con el cuero botándole a media altura de espaldas a portería, es instantánea y fulminante: un magistral golpeo de chilena cuya vaselina supera al portero.

Ronaldinho (Atlético Mineiro) contra Figueirense: el lanzamiento desde la esquina del área

Aunque Ronaldinho Gaúcho está muy lejos del nivel que demostró en sus mejores años de azulgrana, su calidad aún le permite deleitar de vez en cuando con detalles sugerentes. En este partido que su equipo ganó por 6-0 al Figueirense Ronnie marca este maravilloso tanto, colocando el balón desde la esquina del área en la escuadra contraria de la portería. Dice el refrán que el que tuvo, retuvo.

Thomas Müller (Bayern Munich) al Hamburgo: el gol sin ángulo

La jugada nace en un pase de Ribery hacia el corazón del área para el desmarque de Müller, cuyo control se le marcha un poco largo y escorado. El jugador del Bayern acaba pegado a la línea de fondo, con el portero encima y la portería ya prácticamente inalcanzable. Sin apenas ángulo, ve una pequeña rendija e intenta colar por ahí la bola con un toque sutil y preciso que estrella el balón en el interior la red. Uno muy similar le marcó Cristian Vieri al PAOK de Salónica cuando vestía la camiseta del Atlético de Madrid. En aquel caso la distancia era mayor, pero no existía el obstáculo del portero.

Messi (Barcelona) contra el Sevilla: pase, regate y vaselina

El año en que Lionel Messi marcó 91 goles, superando la cifra de Gerd Torpedo Müller, hay material abundante para elegir. Podríamos quedarnos con el que marcó a Brasil con la camiseta de Argentina, atravesando medio campo para propinar un zurdazo a la escuadra desde la frontal, o el que logró ante el Deportivo, una sensacional mezcla de potencia, habilidad y definición. En cualquier caso, el que mejor sintetiza el juego de Messi, y por ende del Barça, es el que marcó contra el Sevilla allá por el mes de marzo. El argentino recoge la pelota en el círculo central, se apoya en Iniesta, corre hacia la portería, vuelve a recibir la bola, le hace un caño al defensa en la frontal del área y define con una suave vaselina ante la salida de Palop. Messi inicia la jugada y Messi remata la jugada, con un par de gestos técnicos exquisitos. Messi en estado puro.