Decenas de países, seis años de batallas y dos grandes escenarios: Europa y el Pacífico. La Segunda Guerra Mundial, el conflicto más mortífero de la historia, sembró la devastación a una escala inaudita y reveló los terrores de los que es capaz el ser humano. Pon a prueba tus conocimientos sobre el mayor conflicto armado de la historia con estas diez preguntas.
8 Comentarios
Deja un comentario
Esta revista ha recibido una ayuda a la edición del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
Las dos últimas preguntas muy significativas, por cierto, para entender por qué la URSS fue la clave para librarnos del monstruo nazi.
Acabamos de pasar la efeméride, 9 de mayo, pero siempre se le pone sordina (antes de la guerra también).
Eso es un mito. Los alemanes perdieron porque les dio por suicidarse todos. Los soviéticos se mataron entre ellos. Los estadounidenses se atragantaban con el chicle y murieron en masa hasta que en 1974 Heimlich inventó su maniobra. A los ingleses les perdió la melancolía al suspender la Premier League. Los japoneses hicieron como los alemanes, sólo que en modo harakiri. Los italianos perecían por colon irritable debido a los canneloni en mal estado. Y los franceses eligieron acabar con sus días con estilo a base de margarina, absenta y coñac. Cualquier otra versión es desinformativa.
Qué gracioso.
Yo, sin embargo, me quedo con esto del historiador fascista Paz (Toda verdad, dígala quien la diga, viene del Espíritu Santo).
«– Una curiosidad: al comunismo se le atribuyen 100 millones de muertes. ¿Por qué no ha tenido entonces su particular ‘Núremberg’?
Porque ganaron la guerra. De hecho quien ganó la guerra de verdad fue la URSS, si es por Reino Unido y Estados Unidos todavía están en Kent ensayando sus misiones para el desembarco. Por cada muerto estadounidense, los soviéticos tuvieron 55. Evidentemente aquello les daba algún derecho. Los rusos mataron al 90% de los alemanes muertos en la guerra y sufrieron 27 millones de bajas. Stalin era el hombre más popular del mundo en 1945, pero por encima de todo eso porque la democracia y el comunismo son hijos de la misma madre. Y en medio de todas sus disputas se sienten hermanos.»
Desde luego, los muertos los pusieron los diversos pueblos de la URSS; las armas y medios más bien los americanos, aunque la URSS también las tuvo excelentes. Stalin fue un desastre: las purgas y asesinatos de sus mejores militares animaron al otro idiota, Hitler, a atacar. Al principio casi pierden debido a ello. La guerra se decidió en Ucrania, cuando los ucranianos prefirieron una tiranía nativa a la racista extranjera; el sentimiento se transmitió al otro lado y unió a una sociedad torturada por el sistema stalinista. Más o menos en los mismos lugares ahora de triste actualidad. Fue un auténtico duelo de titanes cretinos y criminales. La perdió el más tonto.
Propongo otro test:
https://tinyurl.com/testdevoto28M
Me quedo con el enlace. El duelo entre titanes tontos continúa; algunos harán caja de mientras. No creo sea lo más importante. El asunto es jodido. De eso tendría que ir la política.
Señores de Jot Down: No estaría de más dejar de promocionar la imagen del pintor de brocha gorda. Si no se cita su apellido, mejor aún. Con una svastika sería suficiente. Basta ya de contribuir a la memoria inconsciente de un canalla.
Pingback: 'Los niños expulsados', de Marek Toman: la incomprensión del dolor - Jot Down Cultural Magazine