La Mancha: localizaciones para una alucinación
Quizá no haya escritor menos lisérgico en toda la literatura castellana que Azorín. Qué sequedad la suya, qué higiene y qué naturalidad, aunque para algunos resulte una naturalidad un tanto artrítica. Más que frases nos va dejando suspiros, puede que estertores; escribe como respiran los gatos adormilados, con ese ronroneo plácido y constante. En fin, inaugura un nuevo castellano, junto […]