La estrategia divina
Lo propio de un dios, o de Dios, es andar escondido. Se muestra alguna vez, se hace presente mediante sus intérpretes y sus enemigos, pero cumple su ley de no estar al alcance de la mano sino con sus obras, aspirando —esto ya es teología para principiantes— a que sus obras no solo lo representen, sino que sean «Él», de […]