
Hay una vieja historia —probablemente apócrifa, como casi todas las buenas historias— sobre un periodista novato que, ante el folio en blanco, pregunta a su jefe qué puede escribir sobre un hecho del que no ha sido testigo. El jefe, sin levantar la vista del café, le responde: «Invéntatelo, pero con criterio». La anécdota, aunque risible, subraya una tensión muy real entre el rigor profesional y la tentación constante de ahorrar tiempo, dinero o talento a costa del trabajo ajeno. Hoy, esa tentación tiene una forma moderna, sigilosa y rentable: se llama curación de contenidos cuando la ejecuta un blog modesto, y apropiación sistemática cuando la practica una multinacional cotizada.
Nos referimos, claro está, a la reciente serie de noticias publicadas en el portal ElDesmarque, propiedad de Mediaset, a partir de una entrevista original de Jot Down Sport a Julio Baptista realizada por Iván Vargas. En total, varias piezas publicadas en su web, dos de las cuales redirigen a una tercera en la que se nos menciona… sin incluir ningún enlace. En el mundo de los buscadores y los algoritmos, esa omisión no es inocente: Google considera entonces su noticia como fuente original y la nuestra como réplica. Un truco sutil, pero eficaz. Y bastante feo.
La noticia de Jot Down Sport, publicada el 1 de abril de 2025, es una entrevista extensa, elaborada y firmada. En ella, Baptista habla de su paso por el Sevilla, de sus recuerdos con Caparrós y Monchi, de sus años como jugador en el Málaga y el Valladolid, y de cómo le quemaron los calzoncillos, literalmente, en una novatada. Todo eso ha sido reciclado por ElDesmarque en tres textos diferentes:
- Uno titulado «Julio Baptista reconoce que veía poco a Ronaldo como presidente del Valladolid»
- Otro que cuenta la anécdota de los calzoncillos con Joaquín
- Y un tercero sobre sus recuerdos en el Sevilla.
Las dos primeras noticias enlazan a la tercera, que se presenta como un reportaje integral de la entrevista. En esa última nos citan, sí, pero sin hipervínculo. Que se nos nombre sin enlazarnos es como invitarte a una cena y luego servirte las sobras frías desde la cocina. Cualquiera que conozca mínimamente cómo funcionan las métricas digitales sabe que ese gesto no es descuido, sino cálculo. El tráfico se queda en casa.
Es perfectamente comprensible que un medio quiera hacerse eco de lo que otro ha publicado. Todos lo hacemos. Pero existe una línea nítida entre citar con honestidad y parasitar con método. Nosotros también leemos otros medios, nos nutrimos de ideas ajenas y construimos a partir de ellas. Pero cuando lo hacemos, enlazamos. Cuando lo hacemos, atribuimos. Cuando lo hacemos, respetamos el esfuerzo. Nos cuesta entender por qué una empresa como Mediaset, con recursos sobrados, elige no hacer sus propias entrevistas cuando puede, en cambio, reempaquetar las nuestras. ¿No tiene medios? ¿No tiene redactores? ¿No tiene tiempo? ¿No tiene, tal vez, interés por lo que implica el periodismo cuando no se limita a regurgitar titulares de otros?
La fórmula es sencilla: varias noticias con nuestros contenidos, cada una orientada a captar a una afición distinta (Sevilla, Málaga, Valladolid) y todas ellas diseñadas para derivar tráfico a una única página madre, que se presenta ante los buscadores como origen de la conversación. ¿Y nosotros? Nosotros, como mucho, una mención de cortesía, sin enlace, sin tráfico, sin rastro. Lo grave aquí no es solo que se aprovechen del trabajo de una redacción pequeña. Lo preocupante es que lo hagan quienes más deberían proteger la cadena informativa. Que una multinacional con acceso a todos los estadios, todos los vestuarios y todos los contactos, prefiera minar el contenido de otros medios culturales e independientes antes que levantar el teléfono y programar su propia entrevista. Porque no hablamos de un blog de entusiastas o de una cuenta anónima en redes: hablamos de un grupo que cotiza en bolsa y que, por tanto, tiene una responsabilidad no solo económica, sino también ética.
Y no se trata de un caso aislado. Cada vez es más habitual ver cómo medios de gran envergadura desarrollan rutinas automatizadas de vigilancia, picoteando aquí y allá lo que otros medios generan con mimo, para producir refritos más o menos inmediatos que luego presentan como propios. A veces sin mala intención. A veces con la convicción de que eso es lo que se espera. A veces porque alguien ha decidido que es más rentable ser repetidor que creador. Nosotros seguiremos haciendo periodismo. Aunque cueste más. Aunque nos lo roben. Aunque a veces tengamos que escribir artículos como este. Porque entendemos el oficio como algo más que una agregación de clicks. Porque cada línea publicada en Jot Down es una apuesta —a veces solitaria, a veces incómoda— por una forma de narrar el mundo que no se limita a cazar tráfico. Y porque, en última instancia, seguimos creyendo que vale la pena decir las cosas bien. Aunque otros prefieran simplemente copiarlas.
Nota del editor: la dirección del Eldesmarque se ha puesto en contacto con nosotros, tras la publicación de este artículo, para disculparse e informarnos de que han enlazado sus noticias a nuestra entrevista.
Me parece muy valiente destapar estás prácticas, entre las copias y la IA el periodismos está cavando su propia tumba.
Ángel, si supieras el gusto que fue en su momento haber conocido a Jot Down hace varios años, y la inspiración que es hoy en día para dos personas que hace tiempo estamos poniendolé mucha energía a una publicación en la que algunos de sus pilares son la calidad, la edición, el ofrecer algo que realmente nos guste…
Tal vez no sea consuelo, pero así como suceden cosas que dan bronca, también por otro lado hay gente que no sólo valora el proyecto, sino que terminan siendo referentes para otras personas, medio fuera de lugar, que andan por ahí queriendo lograr algo que, aunque se minimicen las oportunidades de lograr algo masivo, sea auténtico.
Gracias.
Pingback: Crítica a Mediaset por apropiarse sin atribución del contenido de Jot Down Sport - Hemeroteca KillBait