Bravo samurái
Barriguita cervecera, brazos débiles, papada… Vale, reconozco que este cuerpo escombro en el que en la actualidad me encuentro encerrado no es el más apropiado para un guerrero samurái, ni siquiera para un soldado de infantería. Es el cuerpo típico de un señor del siglo XXI, una época sedentaria, aburrida y absurda en la que hemos cambiado nuestro primigenio instinto […]