Claroscuros Opinión

Enric González: Irredentos

Para ser un buen escritor de periódicos conviene ser gallego. Lo era Julio Camba, generalmente aceptado como el valor supremo del columnismo español, y lo era Álvaro Cunqueiro, en mi opinión casi tan bueno como Camba. También es gallego Manuel Jabois, que parece condenado a convertirse en el mejor columnista de ahora, si no lo es ya.

Pero también ayuda ser irredento, irreductible e irreemplazable.

Hace unos 35 años, cuando yo empezaba en el oficio de la prensa y militaba en una izquierda más bien extrema, el primer periódico que abría al llegar a la redacción era El Alcázar. Aunque el nombre lo dice todo, precisaré para los jóvenes que se trataba de un diario de ultraderecha, seco, áspero, sin el disfraz viscoso bajo el que se ocultaba El Imparcial, otro diario ideológicamente parecido que dirigió Emilio Romero al final de su carrera.

En El Alcázar escribía Rafael García Serrano, falangista hasta la muerte. Podría decir que me hice adicto a García Serrano por el estilo y no mentiría, porque el tipo tenía una prosa sublime, a la vez lírica y violenta. Puestos a decir la verdad completa, de García Serrano me fascinaba su empecinamiento ideológico. En los 60, los años grasos del tardofranquismo, le represaliaron por fascista en el diario Arriba (órgano oficial del régimen), lo cual da una idea del personaje. Él sabía hacia dónde caminaba la historia y creo recordar que en esa época, el tardofranquismo, ya definió el Arriba como “un periódico lleno de futuros demócratas de toda la vida”.

En la segunda mitad de los 70, con el dictador muerto y con el franquismo rebozándose en harinas democráticas, García Serrano seguía en lo suyo. No le gustaba la libertad política y lo decía. Muchas de sus columnas acababan así, o de forma parecida: “Lo que hay que hacer es prevenir el armamento y parapetarse en posición segura y a ser posible dominante”. Con él no había dudas. Eso, en la era de los camaleones, se agradecía.

Su estilo era de una extraordinaria pureza. Es una lástima que su Diccionario para un macuto no se vea en las librerías. Se trata de una obra ultramontana y llena de barbaridades, pero lo mismo puede decirse de los libros de Nietzsche, que siguen teniendo un cierto éxito y están peor escritos que Diccionario para un macuto.

También reunió las tres cualidades, irredento, irreductible e irreemplazable, Agustín de Foxá, aristócrata y falangista, autor de varias de las estrofas de Cara al sol. De Foxá, diplomático de carrera, trabajó como corresponsal durante la Segunda Guerra Mundial, compadreó con Curzio Malaparte (fascista y luego comunista) y fue un escritor dulce, irónico y nostálgico. Decía de sí mismo que era gordo y le gustaban los puros y las duquesas, por lo que no tenía otra opción que ser de derechas. Madrid, de Corte a cheka, su obra más conocida, es un relato espléndido de la guerra civil. Falangista, pero espléndido.

Foxá publicó en ABC columnas orondas, generalmente melancólicas. Su ingenio era blanco, infantil. También debía incomodar al régimen (como el recién fallecido Fabián Estapé, no podía reprimir sus ocurrencias sarcásticas) porque cuando murió, en 1959, con sólo 53 años, ya le habían arrinconado.

Ahora hay bastantes columnistas irredentos e irreductibles. Algunos, pocos, son además irreemplazables. Sus nombres son de dominio público. Quizá no pasen a la historia, pero no será porque la historia pase por encima de ellos. Será por otras razones, más prosaicas. 

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22 Comentarios

  1. Interesante artículo

  2. Le ha faltado dar los nombres de los columnistas de hoy.

  3. Se confirma la ubicuidad de Jabois

  4. Hombre Enric. Si es cierto que García Serrano escribía mejor que Nietzsche entonces estamos ante una de las cumbres de la literatura mundial. Porque si en alguna cosa destaca el filósofo alemán es en tener una prosa sublime, de la que un número poco más grande al de los dedos de las manos están por encima de él. Claro, la gente, generalmente la que no ha leído nada de él (y no me estoy refiriendo a ti) se queda con la visión que dió su hermana.

  5. Este García Serrano que citas, ¿tiene alguna relación con el García Serrano que aparece en el «TDT Party»?

    (Nota al margen. Enric, te leo siempre que me encuentro algo tuyo. Como aquí.)

    Saludos,
    Pablo

  6. Empieza a ser demasiado evidente la forma en la que los colaboradores de Jotdown se promocionan los unos a los otros…

  7. «Se trata de una obra ultramontana y llena de barbaridades, pero lo mismo puede decirse de los libros de Nietzche, que siguen teniendo un cierto éxito y están peor escritos que Diario de un macuto.». ¡Menos lobos!, Enric, ¡menos lobos!

  8. Creo que es Diccionario de un macuto!

  9. Grande Enric como siempre. Y no creo q él sea sospechoso de compadreo corporativo, pero sí q se nota en jotdown la trinchera elitista.

    • Muy agudo, lo del compadreo corporativo digo. Hubo lío allí, en EP, sí. Suscribo, por tanto, su comentario.

  10. Me gusta eso que dice Venus de JotDown como trinchera elitista. Eso sí, aclarando que la élite nos la trajimos puesta :-)

  11. La prosa del aleman, sublime. Desconozco por que la humillas. Aires de grandeza?

  12. Pingback: Frío en invierno « DUDAS

  13. Para ser un buen escritor de periódicos conviene ser gallego y para ser buen escritor de periódicos y buen poeta conviene ser Andaluz.
    Vease Manuel Alcantara.

  14. Pingback: Un tipo de Sanxenxo « Cumbres sin ecos

  15. «…y están peor escritos que Diccionario para un macuto». Bueno Enric, aquí se te fue la mano con la iconoclasia.
    Como han comentado por aquí, si por algo se reconoce a Nietzsche es por la calidad de su prosa, guste más o guste menos su obra («el caminante y su sombra», ¡por el amor de Dios!), pero leyendo esto da la impresión de estar ante un becario de Marca. Con lo fácil que era seguir metiendo mierda a Žižek y a Derrida…

    Me gusta cuando me solivianto leyendo cosas que desnudan mis propios prejuicios (good ol’ Marx), razón por la cual sigo leyendo y admirando este proyecto llamado Jotdown, la calidad de los artículos pocas veces vista en la actualidad, pero carallo, hay veces que se os va demasiado y acabáis pareciendo el pollo sin cabeza posmoderno que tanto criticáis. Integridad Enric, integridad ante todo.

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