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Breve introducción a la pintura románica

Fotografía: Ferran Pestaña (CC).
Pantocrátor de Sant Climent de Taüll. Fotografía: Ferran Pestaña (CC).

«No sabían pintar, mira el Pantocrátor, que parece un Airgamboy con los brazos tiesos y las manos de langosta». Manos de langosta. Esto me lo espetó un amigo hace tiempo y he de decir que todavía me asalta una carcajada. No es el primero ni el único, de hecho en mi círculo de amistades la opinión más común sobre la pintura románica es esa. «¿Pero qué narices le pasaba a esta gente, por qué esos ojos, por qué todo tan «mal»?». «No, no sabían dibujar, lo hacían como niños de tres años». En mi círculo y en lo que no es mi círculo, «pues menudo cabezón tiene Adán» he llegado a escuchar en un museo en el que cuelgan algunas de las mejores obras del románico de España, lo que me ha sacado una sonrisa cómplice, porque sí, sinceramente, menudo cabezón. Pero, un momento, no tan deprisa. ¿De verdad estamos dispuestos a creer que simplemente los pintores del periodo románico no eran más que un hatajo de incapaces o dejados a los que no importaba nada su obra? Es lo más sencillo, ¿no? «Esta gente no sabía pintar», a otra cosa. Ninguno de ellos. Curioso que nadie en la época «supiera pintar», ¿verdad?

¡Los romanos, los romanos!

Es inevitable que en cualquier conversación sobre pintura románica salgan a relucir los romanos. Pasa como con las películas de romanos en Semana Santa, que aparecen. En este caso la aparición estelar suele ser la frase: «Los romanos lo hacían mejor». Lo que aplicado a la pintura viene a decir justo lo que están pensando: los romanos pintaban mejor. Reconozco que en alguna ocasión he estado tentada de ponerme en plan «Pero ¿qué han hecho por nosotros los romanos?», aunque me he contenido sabiendo que empezaré, y que terminaré, perdiendo. Sin embargo, afirmar que los romanos pintaban mejor que unos señores del siglo XI es un poco desconcertante, ¿no les parece? ¿Qué es pintar o dibujar «mejor»? ¿Pinta «mejor» o «peor» Picasso que Velázquez? Ver el arte, la pintura en este caso, como un continuo histórico en el que se va perfeccionando la técnica, en el que cada vez se hace todo «mejor», es un poco extraño. Y sí, hay pintura romana muy bella, solo hay que visitar la casa de Livia en el Palatino de Roma o Pompeya. Entonces, ¿se levantaron los pintores una mañana tras la caída del Imperio romano y habían olvidado las técnicas, formas y estética romanas debido a una enorme resaca? Es algo un poco más complejo. Decía Gaya Nuño que la primera pintura de la historia occidental fue la románica y que esta sí se convirtió en un estilo pictórico «internacional» frente a la pintura romana, que él consideraba una decoración. La intención de este artículo es intentar mostrarles por qué.

La pintura románica, una breve introducción

La pintura románica nace al calor de todo el estilo, en el siglo XI, acunada sobre todo por el empuje del monasterio borgoñón de Cluny, el italiano de Montecasino y la reforma benedictina. Bebe de muchas fuentes, claro, nada surge de repente y de la nada. Ahí están las influencias romanas, las de los mosaicos bizantinos, la de la miniatura carolingia o hispano-mozárabe. Y, como todo el románico, prende como una mecha y llega a casi cualquier rincón de Europa occidental. La Iglesia del siglo XI es la Iglesia de la Primera Cruzada, la triunfante, y por tanto es esta una Iglesia triunfante también. Esta idea es muy importante a la hora de acercarnos a esta pintura, ya que es en gran parte religiosa. Ni siquiera existe el individuo, el pintor, el artista. Los temas quedarán así determinados por la religión y sus tradiciones, no por la decisión del pintor. Además, el Dios del románico es el Señor Todopoderoso y Señor del Tiempo. Esta concepción se plasmará en todo, la arquitectura, la escultura y, cómo no, en la pintura. El hombre de la época románica es un hombre dependiente de lo divino y la pintura también lo será.

Hay también un componente estético en la pintura románica, cómo no. Olviden esa concepción sobre la Edad Media llena de oscuridad y brutalidad. Que sí, que aquello no debía ser la Arcadia, está claro, pero el hombre medieval también disfrutaba de la belleza, pues como venía a decir Hugo de San Víctor «en las cosas bellas se encuentra Dios y Dios se da a conocer en todas las cosas». Piensen que una iglesia románica estaba pintada entera, por dentro y por fuera, de vivos colores. Cada capitel, cada voluta, cada imposta, cada dovela de cada arco. Recuerden la portada de la Majestad de la Colegiata de Toro, por ejemplo. «Redescubierta» en 1985, mantiene su brillante colorido gracias a haber estado oculta durante mucho tiempo. Ahora trasladen esos vivos colores al resto del templo en su imaginación.

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Portada de la Majestad de la Colegiata de Toro. Fotografía: santiago lopez-pastor (CC).

Además, hay que tener en cuenta que un templo románico no era más que una imagen del mundo, una miniatura de todo el cosmos medieval. Todo se encuentra en ella, lo terrenal y lo celeste, lo humano y lo divino, el bien y el mal. El propio edificio simboliza el paso de la tierra al cielo a través de Dios. Así, además de la función puramente decorativa, los murales de las iglesias mostraron elaborados y meditados programas iconográficos que contenían un mensaje claro y explícito para todos: el bien, el mal, el pecado, la redención, la penitencia, el camino que se ha de seguir para evitar la condena, la salvación, la divinidad… Y estos programas iconográficos estarán, cómo no, relacionados con el propio templo, con la portada y con el resto de esculturas. Los temas salen del Viejo y del Nuevo Testamento, pero también de los evangelios apócrifos, de los bestiarios y las hagiografías, y los símbolos son reconocidos por todos. Allí donde apareciera una mano, el hombre de la Edad Media sabía que simbolizaba la presencia de Dios, o donde aparecía el Tetramorfos, el hombre reconocía rápidamente a los cuatro evangelistas.

La pintura románica se convierte de este modo en una expresión de poder y una forma de conmemorar acontecimientos; cumple también una función estética, pues la belleza contiene el poder y sabiduría de Dios, y también se convierte en un importante elemento doctrinal y al servicio de la liturgia, a la que sirve de marco perfecto. La pintura románica es una especie de cómic de sencilla lectura y fácil interpretación para el fiel, al que ayudará en su salvación eterna.

Con estas premisas, el pintor románico tiene por delante una ardua tarea: debe adaptarse a un espacio limitado por la arquitectura y por ello renunciará a los elementos accesorios y deberá hacer de la concreción narrativa una virtud. Pero quizá lo más problemático del trabajo del artista fuera representar a la divinidad, a lo sobrenatural, de forma asequible a los sentidos. Enorme paradoja. Para ello recurrió a símbolos, convencionalismos y arquetipos. Solamente de este modo fue posible transmitir que Dios estaba fuera del espacio y el tiempo humanos, por ejemplo. El artista debía representar aquello más esencial, más perfecto y, por tanto, más bello. Debía acercarse a lo verdadero, que no ha de tener nada que ver con lo que nosotros consideramos hoy «verdadero». Verdadero más allá de la simple visión, verdadero porque se contemplaba también con los «ojos de la mente», donde la belleza de aquello invisible, de aquello que no puede representarse, se muestra. Solo con los ojos del espíritu era posible rozar la belleza profunda de Dios.

Ya les advertí que comparar, por ejemplo, la pintura románica y la romana no era tan sencillo como «es que no sabían pintar». El lenguaje pictórico cambió porque el anterior ya no respondía a las necesidades de los hombres de los siglos XI, XII y XIII. Hoy nosotros hemos perdido en gran parte el diccionario para «entender» ese lenguaje pictórico románico y nuestro concepto de belleza es totalmente distinto, pero no sería justo zanjar la cuestión apelando al primitivismo, a los errores y al poco conocimiento.

Ahora recuerden «las manos de langosta» un momento y miren el Pantocrátor de Sant Climent de Taüll. Esos rasgos finos, esos ojos penetrantes mirando al infinito y esas manos. No, no son manos de langosta, son las manos de Dios y cualquier fiel del siglo XII las reconocería como tales. Siglos después veremos esas manos en el Greco. El de Taüll es el Dios románico por excelencia: solemne y poderoso, pero también delicado y de una belleza profunda; rodeado de la mandorla mística, está efectivamente fuera del espacio y del tiempo, es el principio y el fin, y, como indica el libro que porta en su mano derecha, es la luz del mundo, «Ego sum lux Mundi». La luz del mundo, eso, precisamente eso, es lo que fue la pintura románica para el occidente europeo entre los siglos XI y XIII, la luz del mundo, el color y el primer estilo pictórico europeo.

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43 Comentarios

  1. Creo que aunque el articulo es bienintencionado no cumple con su objetivo y probablemente los que no entienden las razones estéticas y técnicas de por qué la pintura románica es como es se queden igual que estaban.

    • Mafardita

      Pues yo lo he entendido perfectamente.Muy didáctico,gracias!!!

    • Totalmente de acuerdo contigo.

    • Ramon Ballesté

      Falta una referencia a la disputa iconoclasta que se produce en los primeros años del cristianismo. És el papa Gregorio I quien, en el s. VI, intercede aceptando que la pintura tiene una función didáctica: ilustrar la mente de los ignorantes. Pero la pintura no puede tener las características realistas del arte clásico, pagano. Hay que evitar que los fieles confundan la representación con lo representado, hay que evitar que las imágenes sean veneradas com lo eran en la Roma precristiana. Hay que recordar que en ese periodo la representación del emperador tenía el mismo valor y dignidad que el propio emperador. Por este motivo cualquier ofensa a una imagen del emperador era considerada una agresión al propio emperador.
      EL estilo simbólico y poco naturalista del arte románico tiene su origen en la voluntad de la nueva religión cristiana de no caer en el pecado de idolatría al que se acusaba al arte de la Roma precristiana.

  2. SrMarlafu

    Enhorabuena por el artículo. Entretenido y muy ilustrador.

  3. Genial resumen, bravo! Todo un placer leerlo… lo comparto en Facebook! ♡

  4. Muy flojo el artículo. No se entiende ninguna mención al panteón real de San Isidoro de León cuando se trata del mejor conservado conjunto de frescos románicos en España y Europa.

    • Y tanto, el panteón de los reyes es la capilla sixtina del románico; lo mejor que he visto, junto con Taüll y un fresco de Andorra que apareció tras un altar hace una década.

      • Yo que crecí en León, junto a San Isidoro, siempre me ha impresionado también la imagen del Pantocrátor de Sant Climent de Taüll. Una cosa no quita la otra. El calendario románico del Panteón de Reyes de San Isidoro también es una maravilla.
        El artículo muy bueno. Recuerdo una clase de arte que nos preguntó la profesora si preferíamos el románico al gótico (se refería a la arquitectura más bien). Todos respondimos que preferíamos el gótico. Ella expresó su predilección por el románico… Con el paso del tiempo, le doy la razón.

    • ¿Eres de León?

  5. Artículo bUeno e inspirador

  6. Aunque no soy un experto, soy muy fan del románico. Particularmente, del románico rural. Las pequeñas iglesias en las aldeas del norte de Castilla son muy emocionantes. Debemos preservarlas ante la despoblación. El románico tiene algo indefinible que llega al corazón. Le ocurre a mucha gente seguidora de este arte medieval. El pantocrátor de Taüll, efectivamente, es muy imponente. Creo que quien considera a esto como un arte menor a otros no tiene sensibilidad artística.

    • Nunca he pensado que los pintores del románico no supieran pintar. Otra cuestión es que desconocieran, por ej., conceptos como perspectiva, pero en fin, se lo perdonaremos.
      Coincido contigo en el aprecio por el románico rural, las iglesias del valle del Taüll son encantadoras, o en general del N de España, como Fromista en Palencia ( aunque ésta es mucho mas grande y rica ).
      Leo JD por artículos como éste, os animo a seguir en esta línea, agradecería mas artículos sobre arte y menos sobre series yankis.

  7. Manos de langosta… Ahora miro al Cristo de Taüll y no puedo dejar de ver al doctor Zoidberg! :) Gracias por el artículo, contextualiza y recuerda lo esencial de este arte. Que salga o no la iglesia «de mi pueblo» es lo de menos.

  8. VERONICA

    Muy poco documentado!
    Conocidas las pinturas de San Isidoro en León como la capilla sixtina del románico, no tiene lógica que no aparezca. Muy flojo el artículo, qué lástima.

    • Creo que si vuelves a leer el título del artículo, «Breve introducción a la pintura románica», sobre todo la parte en la que dice «Breve», puedas desde otra perspectiva menos precipitada, concluir que tampoco hace falta aludir a la Capilla Sixtina del románico para una breve introducción.

  9. agitprop

    Es MUY difícil explicar y comprender el románico. De hecho, al empezar a explicarlo a los alumnos de Bachillerato yo parto de la idea de que es IMPOSIBLE comprender el románico, ya que fue elaborado para una sociedad, la feudal, completamente distinta de la nuestra. Por tanto, hay que aceptar su extrañeza, no condenarla ni corregirla. Se puede comprender el gótico (hasta cierto punto) y el renacimiento y el barroco, ya que tenemos algunos puntos en común con aquellas épocas. Pero para verdaderamente comprender el románico, habría que tener los esquemas mentales de un campesino del siglo XI, algo sencillamente imposible. Lo podemos entender intelectualmente (si supiéramos MUCHO de la sociedad feudal), pero no sentirlo como lo sentían ellos. Por otra parte, discrepo de varias aseveraciones del artículo, pero no quiero alargarme. Sea como sea, en el románico NO buscaban la belleza, lo que explica en parte que nos resulte tan extraño. Sus prioridades eran otras.

  10. Señora Castellanos,
    El ctisto representado en las pinturas murales de San Clemente no es un Pantocrator, por favor no engañe a sus lectores.

  11. Artículo con un planteamiento muy interesante…La paradoja de algunos espectadores actuales, que ven un » retroceso» la reoresentación pictórica del románico con respecto a pinturas anteriores como por ejemplo, la pintura más realista de los murales romanos. Más o menos, la respuesta de la autora es la imposibilidad de representar a la divinidad de otra manera que no sea esencializando los rasgos… Sugiero que habría que preguntarse si el problema no es diferenciar dos tipos de maneras de representar pictóricamente: la tradición realista ( que siglos más tarde será verificada por el nacimiento de la fotografía), y en segundo lugar, la representación simbólica que va desde Altamira, el Románico y llega hasta la abstracción. Quién ha dicho que la primera sea la exclusiva para la representación pictórica. En fin la autora ha planteado muy bien un problema de comprensión estética muy difícil de resolver.

  12. Muy buen articulo como todos los tuyos. Desde que te conocí a través de Twitter has hecho que pase de odiar el románico a adorarlo. Sigue así inspirándonos

  13. Gorgona Translucida

    El artículo está bien traído para abrir boca. Hoy, he ojeado el «Para acabar con la Edad Media» de Régine Pernaud, que explora cómo las voces intelectuales «autorizadas» han hecho todo lo posible para hacer de un largo periodo histórico extremadamente complejo un constructo moral para justificar nuestro presente y justificar las atrocidades que suceden con el adjetivo «medieval». Es el problema de la visión positivista y occidental de la historia y del arte. Nada que no soporte ni dos minutos una mínima investigación empírica. El rómanico, golea al gótico y destroza al barroco en España, tanto en estética como en significado, ya que nos ponemos en plan hooligan,

  14. Enhorabuena por el artículo. Me gusta. Por cierto ¿aquí no hay dedito, corazón o algo de eso?

    P.S. Si pronuncias tres veces delante de un espejo «capilla sixtina del románico» date por…

  15. Un maravilloso artículo, como todo lo que escribes, has logrado que lea cosas que siempre desterraba por aburrido…es genial, gracias!!

  16. Angel Núñez cámara

    Gracias por el artículo

  17. El románico, para el que lo trabaja.

  18. Me ha encantado leer el artículo. Muchas gracias

  19. El pensamiento ilustrado trató de ningunear, aguar, despreciar esa eṕoca inexplicable sin el cristianismo. De ahi que la designara despectivamente como época oscura. El románico es fabuloso.

  20. Mauricio Baraya

    Extraordinario artículo. Una visión sencilla y penetrante en esa maravilla de expresión artística que es el románico.
    Con valentía se adentra en el pensamiento religioso y la cosmovisión que lo inspira, dejando de lado las explicaciones psicológicas que pretenden develar misterios fuera de su alcance.
    Nota: acabo de contemplar la exquisita reinterpretación de la Maiesta de Batlló que nos regala Moneo en Donosti. ¡El románico sigue inspirando la Belleza que alaba gozosa!

  21. Esteban González Torrecilla

    Excelente

  22. scriptorium

    Qué bien. Cuánto he aprendido con los conceptos derramados arriba.El articulo me ha parecido extraordinario desde un punto de vista conceptual. Coincido plenamente con él. Yo sólo quiero que nos olvidemos de las langostas y del gótico y nos fijemos el algo sorprendente, a saber: era el medievo una época de oscurantismo, se tristeza ante el fin de los tiempos? Si era asi, por qué la iconografía nos representa rostros pletóricos de felicidad, cristos sonrientes sin llaga en el costado? Yo me imagino que el artista de la media edad media nos estaba dando una lección que no hemos aprendido.

  23. David Bravo

    Como profano en estos temas, la realidad es que no he llegado a entender bien la argumentación descrita. Me ha gustado el comentario que dice que la prioridad del románico no era la belleza (falta decir cuál era entonces). La explicación del artículo, a mi modo de ver, queda corta basándose sólo en «un concepto de belleza distinto», a la vez que «el hombre románico también disfrutaba la belleza» y afirmando que el arte románico es un arte metafórico que cuenta una historia de fácil interpretación.

    Y digo que queda corta porque, de nuevo desde mi punto de vista profano en la materia, ignora la «decadencia» evidente (desde un punto de vista positivista y de depuración técnica) visible en el arte romano tardío y de la temprana alta edad media – entendible por otra parte por la corrupción y pérdida de las complejas estructuras sociales que sostenían a los artistas clásicos.

    En este sentido, yo tengo la impresión de que el románico es una nueva forma de expresión, una estilización y sincretización inéditas en esa época quizás, pero basada en una técnica que sufrió un proceso de decadencia y corrupción. No es que los artistas altomedievales se hayan «levantado un día de resaca sin acordarse de las técnicas, formas y estética romana», sino que esas técnicas se perdieron a lo largo de siglos de decadencia -pero se perdieron sin duda. Si no fuera así el caso, ¿cómo es que no hay ejemplos de otras manifestaciones artísticas más «técnicamente avanzadas» en ese período? Puede que no sea así, pero mi impresión es que en cualquier período artístico existe un espectro más o menos continuo de obras que van desde esbozos mal hechos hasta la mayor expresión de la sofisticación técnica realizable en esa época. Esto no se da en el caso románico, si diésemos por cierta la hipótesis de que el artista románico sí tenía las herramientas para igualar o superar el arte clásico técnicamente, pero simplemente no «estaba de moda» o no les interesaba por el modus vivendi del momento.

    En este sentido, del arte románico se puede enlazar fácilmente al riesgo de pérdida de conocimiento y sofisticación inherente a cualquier cultura avanzada (especialmente la actual), no debido a un proceso traumático como una guerra o genocidio, sino por un proceso lento de corrupción y dejadez (en román paladino, porque a la mayoría de la sociedad se la suda): este artículo me deja un regusto de relativización o incluso negación de este tipo de fenómeno.

    Perdón por el tocho, pero quería expresar claramente mi argumento. Este tema general me interesa mucho, sobre todo por el enlace a la actualidad que comento, así que si estoy cometiendo errores de bulto desde mi ignorancia en historia del arte o si ignoro partes esenciales de este tema, me encantaría que se me ilustrase :)

  24. Fantástico artículo en la línea habitual de doña Silvia. Los haters de «uy pues se olvida esto y lo otro y además no explica aquello y lo de más allá» que me expliquen cómo se mete la historia entera del románico en dos caras y, de paso, que relean el título y busquen en la RAE el significado de breve. A pastar!

    • José Bastian K.

      Me alegra haber leído el articulo periodistico…me dió la oportunidad de encontrar su comentario,que se acerca con mas acierto a una explicación de «porque» el Románico

    • José Bastian K.

      SR. david Bravo -Me alegra haber leído el articulo periodistico…me dió la oportunidad de encontrar su comentario,que se acerca con mas acierto a una explicación de «porque» el Románico

  25. Enhorabuena por el artículo que claramente se dirige a los que no somos expertos. Me ha hecho recordar temas estudiados hace ya mucho.

  26. enrocker1

    A mí el articulo me ha sevido para querer saber más sobre el tema,del que soy profundo desconocedor.
    En ese sentido, creo que ha cumplido un objetivo,enseñar un camino al lector y que este quiera despues, con su curiosidad ,saber más al respecto.Gracias.

  27. Gracias por el artículo, estoy empezando a leer sobre el tema, desde luego el románico tiene mucha fuerza expresiva en su estilo particular, si fuera más realista probablemente no la tendría.

  28. Pingback: Tras el velo de la muerte – Siente la música de la vida que te envuelve suave, cálidamente.

  29. Buen articulo, divertido, entretenido y didáctico. Lastima que algunos se lo lleven a terreno personal y si no nombras todos los yacimientos y descubrimientos arqueológicos de la época en su región se enfadan.

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