Cine y TV

Imprescindibles: Broadchurch

Broadchurch
Foto: ITV

Finalmente estrenada en España, Broadchurch es —como la calificaba el año pasado un periódico de su país— la serie con la que «la televisión británica finalmente ha conseguido seguir la estela a la de sus primos escandinavos». Por si usted no cae en la cuenta, con lo de «primos escandinavos» se refieren a la extraordinaria serie danesa Forbrydelsen, de la que ya hablamos en su momento y cuyo eco es mucho más persistente de lo que nadie hubiese vaticinado unos años atrás. Forbrydelsen no solamente ha producido un viraje estilístico en la ficción policíaca y detectivesca a ambos lados del Atlántico (un artículo del New York Times proponía la etiqueta, simple pero elocuente, de «nuevo estilo internacional» para los nuevos programas que parecen seguir sus parámetros) sino que además era solamente cuestión de tiempo que el Reino Unido produjese su propia imitación del original. Pues bien, esta imitación es Broadchurch, que en el Reino Unido ha encandilado a los críticos además de cosechar un enorme éxito de audiencia. En España, mientras escribo estas líneas, se ha estrenado con una fría acogida de la audiencia e incluso he leído alguna que otra crítica más bien despectiva. Definitivamente no parece el tipo de programa destinado a cuajar en nuestro país, aunque tampoco resulta sorprendente, ya que la propia Forbrydelsen no generó, ni de lejos, un culto similar aquí del que gozó en las islas británicas.

Tanto el argumento como la factura de Broadchurch recuerdan mucho a la citada serie danesa y eso es justificado motivo de comparaciones más que obvias, pero necesarias. Quizá haya que empezar diciendo que Forbrydelsen era una obra maestra, de lo mejor que se ha visto en televisión en bastantes años y probablemente continúa sin ser superada en su género (al menos en su primera y tercera temporadas) y que Broadchurch no lo es. Pero sí es lo bastante buena para que la podamos considerar una digna marca blanca o un sustituto de calidad. Varios de los elementos típicos de Forbdryselsen están ahí: para empezar, tenemos un único crimen (el asesinato de un niño de once años) y toda una temporada de ocho episodios para resolverlo mediante una investigación policial laberíntica en la que casi cualquiera puede parecer sospechoso. Además, se exploran las consecuencias psicológicas que ese crimen tiene sobre toda la comunidad, y nos muestran el perturbador panorama de una sociedad que de repente parece perder toda cohesión y termina sumida en un pozo de desconfianza generalizada. También tenemos a cargo del caso a una pareja de policías que destaca por el agudo contraste de personalidades entre un investigador que es un individuo normal y otro más disfuncional cuya vida personal es un caos o bien un vacío (esquema este que tras el advenimiento de la inolvidable Sarah Lund ha venido repitiéndose una y otra vez, desde la Saga Nóren de Bron/Broen hasta el Rusty Cohle de True Detective).

Siguiendo con el planteamiento argumental, el asesinato genera una oleada de ondas sísmicas en la hasta entonces apacible localidad de Broadchurch, ya sea en forma de luto desgarrador, de suspicacias mutuas o con el progresivo descubrimiento de que todo el mundo parece tener secretos inconfesables que intenta esconder a cualquier precio. El tono de la serie es oscuro y desesperanzado, prestándose especial atención a la descomposición en las relaciones interpersonales de los personajes, y cómo el crimen mancilla, desequilibra o directamente arruina la vida de aquellos que se ven involucrados en el asunto de una manera u otra. La nubosa costa del sur de Gran Bretaña sirve de plomizo escenario, y voilà, ahí tienen su Forbdrydelsen a la inglesa. Pero, ¿cumple bien la serie este cometido? Puede decirse que sí. Forbdrydelsen era más compleja y mejor en casi todos los aspectos, pero insisto en que Broadchurch es un digno derivado.

Para empezar, tenemos un fantástico reparto, uno de los puntos fuertes de la serie. Uno de los dos protagonistas es David Tennant, a quien algunos recordarán por Doctor Who y que aquí interpreta al arisco inspector escocés Alex Hardy. Por otro está Olivia Colman, una actriz más conocida por su trabajo en la comedia pero que saca adelante con brillantez el papel de policía rural que jamás se ha enfrentado a un asesinato y cuya personalidad convencional sirve de contraste a la excentricidad de Hardy (Colman tendrá también algunos momentos de lucimiento, especialmente conforme avance la historia). Pero aparte de los dos protagonistas, casi todos los actores hacen un trabajo excelente. Por mencionar un par: la bonita Jodie Whittaker —a quienes algunos recordarán de la curiosa película Attack the Block— encarna a una madre desgarrada por el dolor que no sabe cómo hacer frente a la pérdida de su pequeño, y lo hace con una creciente convicción conforme avanza la trama. Mención aparte merece la extraordinaria Pauline Quirke, que traza un memorable retrato de la desagradable e inquietante encargada del parque de caravanas local, un personaje sinuoso que podría perfectamente haber salido de Twin Peaks o de Top of the Lake. Hay más nombres que podrían citarse, porque lo cierto es que el trabajo de casting es fantástico… incluyendo a los niños, ¡lo cual ya es un considerable mérito!

Cinematográficamente hablando, la serie está rodada con eficacia y sabiduría. Sabe cuándo proporcionar información por medios puramente visuales —algo que siempre es de agradecer en este tipo de argumentos— y cuándo recurrir al diálogo para hacer avanzar la historia, pero sin resultar más obvia de la cuenta en ese aspecto. Ya en el primer episodio tenemos un cuidadísimo plano secuencia que no llamará mucho la atención porque muestra escenas cotidianas y no tiroteos como en otros programas, pero que debería ser de visionado obligatorio para quien guste de este tipo de alardes técnicos, porque está maravillosamente coreografiado. Esta pericia se extiende en casi todos los aspectos visuales de la serie, que no es preciosista ni demuestra grandes ínfulas artísticas pero sin embargo tiene muchos momentos estéticamente cautivadores.

El guión sabe crear momentos de considerable clímax gracias a un argumento cuidadosamente elaborado, en el que los espectadores nunca saben cuándo están siendo «engañados» (en el buen sentido) y cuándo se les dice la verdad. El que utilice esquemas que ya hemos visto antes no le resta méritos, porque se requiere bastante habilidad para sacar adelante este tipo de trama sin que los inevitables cabos sueltos chirríen —excepto para aquellos que disfrutan rebuscándolos— pero también consiguiendo que el espectador no ate esos cabos antes de hora. Así, a quien le guste jugar a adivinar quién es el asesino desde un principio lo va a tener francamente difícil. Por lo demás, la serie bebe como hemos dicho de los patrones del género negro escandinavo, en donde más allá del crimen central prácticamente todos los personajes son culpables de una cosa u otra, y donde el juicio moral sobre los integrantes de la comunidad apenas deja incólume a unas poquísimas personas.

Por ahora Broadchurch cuenta con una única temporada pero, además del considerable impacto que ha tenido en la televisión británica, está generando un cierto impacto internacional. En España, como decía, ha sido recibida con mucha tibieza, pero por en los Estados Unidos acaban de estrenar un remake titulado Gracepoint y que está también protagonizado por David Tennant (quien deja atrás el acento escocés), y donde su partenaire Olivia Colman es sustituida por Anna Gunn, la misma que encarnaba a Skyler White, la mujer de Walter White en Breaking Bad. También está algún otro rostro muy conocido como el de Nick Nolte. Dados los precedentes, es muy probable que la versión estadounidense termine siendo aquí más conocida que el original. Mientras escribo estas líneas ya se ha emitido el primer episodio de esa versión americana, que es prácticamente un calco del original escena por escena. Un calco técnicamente bien facturado, pero que obviamente produce la sensación de ser innecesario y que además parece carecer de la convincente atmósfera del original. Aunque todavía es pronto para emitir un juicio y más sabiendo que Gracepoint no tendrá ocho episodios sino diez, de lo cual se puede deducir que habrá importantes cambios conforme avance la historia. ¿Es esto una buena idea? Por lo general, cuando un remake estadounidense ha hecho cambios en una serie de este tipo, esos cambios han sido para peor. En los EE. UU. se suelen caracterizar por hacer extraordinariamente bien el material propio pero arreglárselas para estropear de un modo u otro el mejor material ajeno. La prensa norteamericana, de hecho, ha recibido la adaptación con división de opiniones: algunos alaban la factura técnica de la fotocopia, otros la consideran superflua o son escépticos en cuanto a que consiga deshacerse de la sombra del original. Yo soy más de la segunda opinión, pero ya veremos.

En resumen, la primera y de momento única temporada de Broadchurch es un fantástico ejercicio de «crónica de un crimen» y el que sea deudora de otras series punteras no debería impedir que sea degustada por aficionados al género. En la parte positiva, la ambientación y la particular idiosincrasia británica le hacen tener un tono menos «usual» que series como la mencionada Forbrydelsen (rodada en Dinamarca pero con un estilo visual y narrativo bastante americanizado) o la decididamente hollywoodiense True Detective, pero aun así es menos «típicamente inglesa» que por ejemplo Happy Valley, que por cierto comentaré en breve. Quien esté buscando una intriga criminal enrevesada, enriquecida con considerables dosis de tragedia personal y oscurantismo emocional, tiene aquí una buena oportunidad para pasar unos buenos ratos. Y desde luego, cualquier fan de Forbrydelsen puede recrearse con un programa directamente inspirado en ella pero que tiene su propia personalidad, lo cual siempre puede servir como paliativo para la definitiva ausencia del show danés. Lo dicho: denle una oportunidad —hagan todo lo posible por verla en V.O.S., eso sí— e intenten apreciar un trabajo del que los británicos se están sintiendo orgullosos con motivo.

Broadchurch2
Foto: ITV

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22 Comentarios

  1. President Mao

    Normal que no haya funcionado en España. Aquí, si no sale una chacha andaluza con acento gracioso, un abuelo cascarrabias pero-de-buen-corazón y un cuñado que es el puto amo de la fiesta, no hay serie que triunfe. Como que la audiencia en este país se pierde, si les das algo que les obligue a pensar… Eso sí, pon a veintidós neanderthales persiguiendo un balón durante una hora y media, y revientas los audímetros.

    • Totalmente de acuerdo contigo President Mao, has dado en el clavo…. este es el país de la pandereta y el futbol… no da para más…..

    • Midnighter

      Y el bar, que toda la acción gire en torno a un bar, con sus chatos de vino, sus boquerones fritos y sus cabezas de gambas rebozadas en serrín por todo el suelo.

  2. Inciso: La primera temporada no va a ser «la única». Ya se prepara una segunda, que pasará pocos días después de la resolución de la primera. Y añadirán al elenco dos señoras actrices: Charlotte Rampling y Marianne Jean-Baptiste.

  3. Ole.

  4. Andres Arell-Baez

    Ojala llegue a America Latina, via Netflix, que ha traido ya varias series inglesas, todas de la BBC. Por lo que dices, realmente se me parece mucho es a Twin Peaks.

  5. Juraría que Antena 3 ya la emitió hace un año con escasa repercusión, o quizás fue en Neox no recuerdo, o ¿igual solo la anunciaron a finales del año pasado?

    No obra maestra pero si una muy buena serie. A mi me encantó por, como dices, «lo laberíntico de la investigación» que te mantiene ahí hasta el último momento, el ambiente que se crea en el pueblo con el asunto, la llegada de la periodista de Londres (ahí creo que podrían haber hecho bastante más) y la que podría ser perturbación de algunos sospechosos.

    Muy recomendable

  6. Paco Silva

    Lo realmente poderoso de esa serie son las sensaciones que transmite, es una en la que me importa bastante menos el caso que lo que están pasando los personajes.

    Lo normal es que el último episodio de una ficción de este estilo esté destinado a ir preparando el clímax en el que el asesino es revelado. En Broadchurch, en cambio, se revela antes del primer corte publicitario (15 minutos), haciendo que lo realmente trascendente sean las reacciones de los personajes y el estado de absoluta perplejidad en el que queda el pueblo. No voy a spoilearlo, pero es que una vez visto el capítulo anterior y atado varios cabos, está clarísimo quién es el responsable del crimen, y los creadores de la serie lo saben.

    Sobre ‘Gracepoint’, es que ni me voy a molestar. ¿Cómo es posible que quieran hacerme perder el tiempo y encima privarme del acentazo escocés de Tennant?

  7. A_delCarmen

    Antes, cuando todavía la bazofia y el futbol no lo habia copado todo, se podia escoger, y siempre habia alguna serie, buena o regular, ahora, sobre todo los mesturajos nacionales, no hay ser humano, con una mínima sensibilidad que se los trague.
    Broadchurch, me encanta, casi todas las series inglesas me gustan, no solo por lo buenos que son los actores, lo sobrios que son, y lo bien que lo hacen.
    Estoy deseando ver la segunda temporada, porque ya he leído que la va haber.

  8. Midnighter

    Yo me la pimplé de una sentada, los ocho episodios del tirón visto el modo en que me enganchó (estaba de vacaciones) pero el final me defraudó. Me pareció apresurado y poco creíble. El único pero que le pongo (aunque no es pequeño).

  9. Me recuerda a «Crónicas de un Pueblo». Mediocre, pacata. La mayoría de los papeles están sobreactuados. Un guíon relamido e inverosímil.

    • Pues nada, macho, ponte a ver ‘El chiringuito de Pepe’ o ‘Aída’, que creo que este año las nominan a los Emmy. Joder, lo que hay que escuchar…

      • No deja de ser un punto de vista Ari. Entre bostezos, Broadchurch resultó ser una serie flojita, flojita con un final que se pretende inesperado pero que no lo es tanto, lleno de trampas de guión aquí y allá y con unos actores, como bien dice Juan, sobreactuados. Hay relaciones que no se sabe a qué vienen (¿la periodista?) ni adónde van (¿el de la roulotte?). En fin, dentro de los british noir, de los más tibios de los últimos tiempos.

        Seguro que no serán de tu gusto «Hit & Miss» ni «The Shadow Line» pero confío que lo sean de Juan. Aunque sospecho que Juan ya los habrá visto.

      • Maestro Ciruela

        No hombre, se puede poner a ver Fargo, Hannibal, Penny Dreadful, serie de la que por cierto, aquí no se dice ni mú, en vez de esta bagatela de Broadchurch que es como Verano Azul pero con muerto. ¿Series inglesas buenas? A puñaos pero esta no es de las mejores ni de lejos. Luther, Black Mirror, The Fall, Utopia…¿pero Broadchurch? ¡A otros perros con ese hueso!

  10. Me gustaría mucho ver esta serie, alguien me puede decir en qué canal la ponen y cuando.
    Gracias.

  11. Debo decir que empecé a ver Broadchurch con interés (el gran Tennant de por medio, claro) pero no me terminó por convencer.
    El desarrollo de la trama lo consideré banal, el show poco innovador y (siento levantar aquí la mano) yo ya sospechaba del asesino o asesina desde un episodio o dos antes. No digo más para no caer en el spoiler pero cuando se han visto tantas series policiales es en estos personajes en los que más repara uno. En cualquier caso, no quiero hacer leña: el trabajo de casting sí estuvo logrado con la madre, David Bradley y el mismo Who al frente.
    Lo demás, ya digo, no me convenció. No veré la segunda temporada y Oz se ha dicho.

  12. Bueno, lo mejor que puedo decir de esta serie es que no me arrepiento de haberla visto… La empecé a ver el mismo día que leí este artículo recomendándola (es que me fío del criterio de Gorgot: me descubrió un par de series estupendas). Lo malo es que es, como han mencionado ya un par de brillantes comentaristas, tremendamente obvia y predecible, que no innova en nada. El esquema es el mismo que el de la sobresaliente Forbrydelsen, pero esta no me ha sorprendido en ningún momento (bueno, sólo cuando se fue la luz de mi casa mientras la estaba viendo y se apagó el ordenador). Es una serie de buena factura, sí, claro, progresa bien, no aburre, etc; pero deja un poco que desear en otros matices: le falta sorpresa, frialdad, un afán de emocionar al espectador menos evidente (esto se nota en el último capítulo, cuando pasan de resolver el crimen de manera decente e intrigante, vamos, que ni siquiera lo resuelven ellos, y deciden llenar minutos con el aspecto emocional del mismo). Cualquiera que sea un poco observador sospecha del asesino en los primeros episodios, sobre todo porque era el desenlace más lógico dado el contraste de los protagonistas: Hardy repitiéndole a su compañera que todo el mundo puede matar, que no se fíe de nadie… Aquí uno que se entere de lo que le están contando en seguida sabe por dónde van los tiros: directos a la sien pedófila del marido de la policía. Además, hay un par de pistas evidentes, como cuando están en el funeral del viejo suicida (que por cierto, tenía toda la pinta de viejo de pederasta. Buen papel), Miller observa a varios de los sospechosos riendo y se ve cómo su marido está al fondo con rostro descompuesto, aunque ella no se entera de nada. Pero bueno, no quiero que nadie se sienta inferior por no haber estado atento a todo esto, no todo el mundo puede ser como yo: cojo, jorobado, tuerto, con diabetes, pero brillante (sufro una ictericia tremenda, algo casi paranormal). Por cierto, cuidado con mis spoliers, no quiero que ningún lector inocente que todavía no la haya visto se entere de todo por mi culpa. En fin, también tiene cosas buenas, como que son sólo ocho episodios de pura obviedad. Es curioso, ahora sí que me arrepiento de haberla visto: es mediocre. Bueno, por último, mi nota: un 9.

    Saludos.

    Pd: Emilio, esto no te ha hecho perder ningún puesto para mí: sigues siendo el número uno. En mi lista de gente a la que darle un bofetón (es broma, no soy violento, sólo un poco nervioso a lo mejor).

    Pd2: Ellie Miller es calcada a una profesora que tenía llamada Ruth. Hola, Ruth, si estás leyendo esto solo quiero que sepas que te he reconocido.

  13. Para mi es totalmente prescindible. Lo único reseñable es la actuación de los personajes, sobre todo el de David Tennant al que yo no conocía hasta ahora. Todo lo demás me parece hecho para amas de casa y boyscouts. Lo dicho, prescindible.

  14. Pingback: Magical Girl: sexo, muerte, traición y un parado de larga duración

  15. Pingback: Imprescindibles: Happy Valley

  16. Que tarde se nombran las «imprescindibles», siendo que es del 2013, parece que saquen el tema ahora porque se está por emitir (o se está emitiendo) en España.
    Igualmente, no es una locura de serie, es una más de las grandes producciones inglesas en esta materia.
    Lo único bueno, son solo 6 capítulos.

    Allá por marzo….

    http://acanaya.blogspot.com.es/2014/03/broadchurch.html

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