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Libros sobre la URSS para quienes han sobrevivido a la URSS

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Una mujer, sobre el muro de Berlín, saluda sus familiares en Berlín-Este, 1961. Fotografía: Dan Budnik /  Library of Congress.

El día que cayó el Muro de Berlín, entre los escombros, además de idealismos perdidos, retiradas a destiempo, realidades crudas y futuros inciertos, se pudieron encontrar historias irrepetibles de las que, como siempre, tuvo que dejar constancia esa arma que es la literatura. Historias soviéticas, reales o no, que explicaran lo inexplicable. Tantos años después, los que vivieron aquella caída blanden hoy dicha arma con nostalgia, recordando lo que pudo ser y no fue. Y los que no pudimos vivirlo nos cortamos con su filo, por si la sangre pudiera llevarnos hasta entonces, curiosos e ingenuos. Por trazar la hoja de ruta de algunas de esas historias fascinantes, se desarrolla a continuación una lista con las obras literarias que merecen dejar una muesca en nuestros corazones. Porque, con memoria o sin ella, hay corazón detrás de aquellas ruinas del Muro.

Para los más comprometidos… La madre (Maksim Gorki, 1906). Rusia, país que tiene el tochaco como medida novelística de cabecera, parió este cuento largo o novela corta a través del vientre fecundo de Gorki. En ella se expone el compromiso político de aquellos que ocupan el escalón más bajo de la sociedad. Aún no se había instaurado el nuevo orden, pero sus cimientos ya parecían firmes. Por cierto, probablemente estemos ante el final más trepidante de todos los aquí presentes.

Para los que todavía creen en el amor… Doctor Zhivago (Borís Pasternak, 1957). Esta novela, apartada en ocasiones de la primera plana por su película homóloga, coloca el amor entre los trajines de la instauración soviética: Primera Guerra Mundial, Revolución rusa, guerra civil, exilios… Indispensable si se quiere conocer el contexto que rodeaba los convulsísimos primeros años del régimen.

Para las almas más líricas… Réquiem (Anna Ajmátova, 1963). Los focos se colocan sobre la mejor escritora de toda la historia literaria rusa. Esta obra tiene un trasfondo trágico: su primer marido fue fusilado; su segundo marido murió asfixiado en un gulag cualquiera; y su hijo luchó por sobrevivir durante décadas confinado en distintas cárceles. De las visitas a esas prisiones por parte de una mujer hundida nació esta obra, cumbre del (escaso) lirismo soviético.  

Para las almas más metafísicas… Pálido fuego (Vladimir Nabokov, 1961). Esta novela, que exhala un vanguardismo elegante, es quizás una de las menos celebradas de Nabokov a pesar de mostrar más pata negra que otras de mayor enjundia. En ella podremos ver, de una manera metafísica (o metanovelística), una crítica soterrada al régimen soviético, de donde escapará el protagonista con un ingenio narrativo difícil de encontrar lejos de las meninges de Vladimir.

Para amantes de los Rolling Stones… El maestro y la margarita (Mijaíl Bulgákov, 1967). Al más puro estilo Goethe, esta vez será el diablo el que se pasee por nuestra obra para criticar veladamente a través de la ironía la sociedad soviética. Como curiosidad, en esta obra se basaron los Stones para componer su célebre «Simpathy for the Devil».

Para colectivistas acérrimos… Campos roturados (Mijaíl Shólojov, 1932). La obra que nos presenta este nobel ruso tiene como contexto una de las aristas más importantes del entramado soviético: el agro. En Campos roturados, Shólojov dibuja con todo detalle las intrigas, traiciones y canalladas que rodean al mundo rural en el que se apoyó parte del éxito de la revolución. La recreación de los hábitos cosacos es extraordinaria.

Para feroces antiestalinistasArchipiélago Gulag (Aleksandr Solzhenitsyn, 1973). Otro nobel que se lanza a la lista, pero este lo hace con quizá la crítica más feroz de todas las aquí reflejadas. Por sus párrafos uno puede encontrarse con toda la crudeza de las torturas, corrupciones, condenas y represiones que trajo consigo este complejo sistema. Obra no apta para adictos al sosiego.

Para los que buscan el origen… Guerra y paz (León Tolstói, 1869). Clásico entre los clásicos, una de las cimas de la literatura universal. Escrita muchos años antes de la instauración, esta novela ya pone sobre el tapete los problemas que azotaban a la Rusia zarista y que poco después habrían de abordarse en el siglo xx. Su carácter revolucionario marcó para siempre a Lenin, quien, a pesar de no compartir ciertas directrices tolstoianas, afirmó que la obra reflejaba como ninguna otra el odio acumulado en Rusia.

Para españolazos trotskistas… En España (León Trotski, 1975). He elegido este título y este año de edición por referirme a la recopilación que Akal editó en el tardofranquismo, pero el texto hace referencia a los pasajes de las memorias trotskistas que se desarrollan en España. Todo lo que rodea a este libro es un testimonio curioso sobre cómo las ideas revolucionarias de la URSS afectaron a nuestro país. Desde la detención del propio León por parte de las autoridades españolas hasta la censura que el régimen de Franco desplegó sobre el texto.

Para satíricos y surrealistas… Un cuento (Daniil Jarms, 2014). Esta versión moderna que nos ofrece la editorial Milrazones es un ejemplo claro del humor fino que desprende la pluma de Jarms. Pero, claro, nada hiere más que una sátira bien compuesta, y esto le costó caro al estrafalario escritor. Su surrealismo sentó mal en la cúpula sóviet, tanto que decidió enviar al todavía joven artista a una penosa travesía por las distintas prisiones hasta que el hambre y la enfermedad acabaron con él durante el asedio a Stalingrado en plena Segunda Guerra Mundial.

Para lingüistas académicosLas categorías verbales (Roman Jakobson, 1950). Por añadir algo de lengua a la lista, incluyamos en esta a uno de los más grandes lingüistas de la historia. Sus estudios sobre fonética, fonología, sintaxis o teoría de la información son todavía hoy núcleos de la docencia filológica. Como había ocurrido con Nabokov, Jakobson logró desarrollar su carrera lejos del ambiente represivo de la URSS.

Para aventureros yanquis… La caza del Octubre Rojo (Tom Clancy, 1984). Salimos de lo autóctono para adentrarnos en la visión que de la URRS se puede tener en las literaturas extranjeras. Una de las obras más icónicas es esta, que cuenta la persecución a la que se ve sometido el mítico submarino. Una crónica aventurera de las tensiones que provocó la interminable guerra fría. Debo confesar que yo soy de esos que leyeron la novela antes de ver la película, famosa para siempre gracias a (o por culpa de) un parpadeo a tiempo de Sean Connery.

Para nostálgicos zaristas… La casa del propósito especial (John Boyne, 2009). De la mente que ideó El niño con el pijama de rayas nace también esta novela, entretenida y moderna, refinada y curiosa. El argumento gira en torno a uno de los aspectos más románticos que tienen que ver con la llegada del poder bolchevique: el fin de la dinastía Romanov. El enredo de la trama se termina resolviendo con no poca sorpresa.

Para amigos del liberalismo… Los enemigos del comercio (Antonio Escohotado, 2016). El tercer tomo de esta monumental obra, publicada por el maestro Escohotado, analiza desde distintos vértices el periodo que abarca desde la llegada de Lenin hasta los movimientos neocomunistas. Este análisis tiene en cuenta el contexto que circunda al movimiento, junto a conceptos como «individualismo» o «propiedad privada», que van, poco a poco, difuminándose a través de las décadas. Una obra maestra del pensamiento ilustrado. Un ensayo para la historia.

Para viajeros sádicos… La ruta de los huesos (Jorge Sánchez, 2010). Con el propósito de analizar las huellas de la barbarie estalinista, este libro de viajes le coloca palabras al camino que Jorge recorre a lo largo y ancho de la eterna Siberia. El título del libro tiene que ver con la famosa autopista construida por los enemigos de Stalin, bajo cuyo suelo fueron enterrados millones de presos.

Para amantes del sufrimiento ajeno… Embajador en el infierno (Torcuato Luca de Tena, 1956). Esta novela histórica narra las penurias a las que se ve abocado un capitán español de la División Azul después de ser apresado por el ejército soviético durante la Segunda Guerra Mundial. El honor militar está presente durante toda la obra, y solo ese sentido castrista de la supervivencia mantiene con vida al protagonista. Un cúmulo de desgracias que te harán abrazarte a la comodidad de tu cama.

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14 Comentarios

  1. Miguel Rivas

    Estupendo articulo.
    Falta Svetlana Alekseievitch:
    – La muerte del
    – Los muchachos de zinc

    Premio novel de literatura 2015. Recoge los testimonios de los perdedores, y algún sátrapa disfrazado de víctima, que estremece.
    Hay dudas de si lo suyo es literatura o periodismo, porque no es ficción lo que nos relata, pero la forma del relato emociona como no lo puede hacer un ensayo

  2. En lugar de archipiélago gulag que es bastante infumable y que se recomienda siempre por quien no lo ha leído. Rcomiendo del mismo autor un librito sorprendenteme corto, narra 24 horas, y tremendo, difícil de acabar por su dureza y realismo. Un día en la vida de Iván Denisovich.

  3. Vida y destino. Magistral

  4. gaznápiro

    Mmm echo en falta una magnífica novela satírica, prohibida en su día en la URSS hasta la llegada de la Perestroika, que se suele pasar por alto: «Vida e insólitas aventuras del soldado Iván Chonkin», de Vladímir Voinóvich (que por cierto, falleció el año pasado)

  5. Jmvalles

    ¿Puede que sea ‘castrense’ y no ‘castrista’? Si no, no lo pillo.

  6. Olvidan «Vida y destino» de Grossman, «Gente, años, vida» de Ilia Ehrenburg y «Los hijos del Arbat» de Anatoli Rybakov.

    La lista es suya, claro está, pero sugiero que si incluyen tangencialmente «Los enemigos del comercio» (por cierto, ni el socialismo ni el comunismo rechazan el comercio), estaría bien añadir también «El libro negro del capitalismo»
    https://es.wikipedia.org/wiki/El_libro_negro_del_capitalismo
    y, sobre todo, el incomparable y aún presente en el currículo de Filosofía en España, como clásico que es, «El manifiesto comunista»
    https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm

  7. Yo agragaría otra de Tom Clancy.
    Operación Conejo Rojo
    Fue escrita después de la caída de la URSS pero se ubica cronológicamente a principio de los 80 y relata las causas del colapso

  8. Para amantes de la civilización occidental…
    Stalingrado, La ciudad que derrotó al Tercer Reich. Jochen Hellbeck, en Galaxia Gutenberg

    https://ctxt.es/es/20180613/Politica/20223/Stalingrado-batalla-Segunda-Guerra-Mundial-historia.htm

  9. Además del ya mencionado «Vida y destino» de Grossman, agregaría «El maestro Juan Martínez que estaba allí» de Chaves Nogales y «El caso Tuláyev» de Victor Serge.

  10. Joder jotdown, el artículo es más nivel Pronto o Hola. – ¿Rescatar a Luca de Tena?. Mucho hay sobre las barbaries soviéticas, eso está bien, pero parece se quiera blanquear la fascista División Azul, o el zarismo. Y ya lo de considerar a Escohotado el Nietzsche del siglo XXI es de risa.

  11. El fin del «Homo Sovieticus» de la susodicha Svetlana.

  12. Pendragon

    Muy lamentable el incluir libros solo desde un extracto ideológico. La URSS tiene muchas sombras, pero también muchas luces.
    Se perdió una gran oportunidad, ahora vosotros también alimentais a un sistema atroz y cruel.

    El fin del Homo sovieticus si es un gran trabajo.

  13. «El deshielo» de Ilya Ehrenburg
    «Así se templo el acero»
    «Chevengur» de Andrei Platonov

  14. Rojo malo, progre bueno

    ¿Solzhenitsin, o como se trascriba de verdad en castellano, era al que curaron un cáncer de estómago en un gulag de esos terribles que trataba a los presos como los nazis a los judíos o era otro procapitalista? Y al final, ¿recomiendan alguna novela que de verdad nos revle por fin a cuántos millardos de personas se comió Stalin, más o menos que los millardos que se comieron los «genosiidas» españoles en la época virreinal?
    Ilústrennos con más documentos historiográficos incontestables como los que mencionan, por favor.

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