Libros

Abelardo Linares, el síndrome de Pupú Poulidor

Abelardo Linares para JD 0
Abelardo Linares, 2018

Lo de Abelardo Linares con Chaves Nogales necesita de un psicoanalista. Yo creo que no se perdona haber llegado tan tarde a él cuando podía haber llegado el primero. Quiero decir, es seguro que lo conocía desde hace muchos años, pero a pesar de haber publicado cientos de libros, hasta que en 2011 María Isabel Cintas no descubre La defensa de Madrid, Renacimiento no edita nada de Chaves Nogales. Para entonces, además de la Obra Narrativa y la Obra Periodística editadas por Cintas (a la que, por cierto, Linares borró de las reediciones de La defensa de Madrid: primera mujer borrada), habían editado a Chaves el editor Rodríguez Castillejo, Alianza, con el inevitable Juan Belmonte, matador de toros, Espasa Calpe, que reeditó varias veces A sangre y fuego, Libros del Asteroide, que casi se estrenó editando de 2006 a 2010 cinco libros de Chaves, y Almuzara en la que por entonces trabajaba el hoy dueño de la editorial El Paseo. Dado que con Julio Camba a Linares le pasó otro tanto y no empezó a editarlo hasta que lo recuperó Espasa por un lado, Rey Lear por otro y la editorial Alhena por otro, y también le pasó con Zweig, al que Vallcorba recuperó cuando aún había que pagar derechos y ahora, ya vencidos, Renacimiento edita como si lo acabase de descubrir, no queda más remedio que pensar que Linares padece el temible síndrome de «Pupú Poulidor» (creo que aun no está en el DSM, pero al tiempo). Consiste el dicho mal en tener fama de ser el mejor en lo suyo pero no ganar nunca. Si recuerdan, Pupú Poulidor era un gran ciclista francés del que todo el mundo decía que era el mejor, pero llegaba la hora de la verdad y siempre había un Zoetemelk, un Ocaña, un Fuentes, un Thevenet ganándole: nunca ganaba el hombre una de las grandes vueltas. Pues eso.

Ahora, ante la edición, saludada como acontecimiento editorial del año, de los Diarios de la Segunda Guerra Mundial, Linares cuya bibliografía sobre Chaves consta de un artículo atacando dos biografías…y punto publica en el ABC un exquisito ataque de cuernos, porque estos Diarios iban a salir en Renacimiento, y entonces hubieran sido una proeza, pero como los saca otra editorial… El cornudo tiene derecho a la queja lastimera, yo no digo que no. Pero habrá que aclararle unas cuantas cosas.

Critica Linares que no son 600 colaboraciones, que son las que componen estos Diarios, sino más de 1000 las crónicas que escribió Chaves no dice, que muchas de ellas se repetían variando algún párrafo y otras decenas eran meras notas de muy pocas líneas. También que, disponiendo de los originales en español, la editora ha preferido tomar por traducciones lo que se había publicado en Argentina. Y añade que esos artículos argentinos se los pasó él. Empezando por esto último y ya que da fechas precisas de envíos de email, extraña mucho que Linares no diga que en agosto del año anterior Morató le enviara un mensaje con un enlace a un artículo de Lola Burgos (segunda mujer borrada) donde se daba noticia de las colaboraciones de Chaves en El Sol. Que mire su email y luego vaya a la red y vea en la revista Contrapunto que él, coleccionista de medallas, no es ni mucho menos el descubridor de los artículos de Chaves. (Andar, mirar y contar. La corresponsalía de Corpus Barga y Chaves Nogales para “Crítica” y “El Sol” | Revista Contrapunto)

Cabe preguntarse cómo un diario como ABC publica un artículo difamatorio sin contrastar: le hubiera costado muy poco preguntar a la Dra. Morató o a la editorial El Paseo, no por las apreciaciones críticas de alguien tan poco atinado como Linares, sino por esas acusaciones. Ese es el nivel del periodismo en España.

Dice Linares que él tenía preparado y en pista de despegue un volumen con los artículos de Chaves Nogales publicados en el diario argentino El Sol, que se los mandó a la Dra. Morató y esta los incrustó en los artículos que ella había ido recaudando en muchos lugares donde Chaves Nogales colaboró como miembro de una agencia de noticias. Se impone una pregunta inaplazable: si Linares tenía esos artículos y es dueño de una editorial, dado que estamos en pleno año Chaves, ¿cómo es que no los sacó si su casa lanza al mercado una docena de títulos al mes, no todos ellos mediocres? La respuesta más prudente es que estaba esperando que la Dra. Morató se los editara es decir, los limpiara, los corrigiera, los puliera, pero la Dra. Morató cortó relaciones con Renacimiento hace meses, después de ver, en varias entrevistas, que Linares declaraba haber catalogado 700 artículos de Chaves Nogales que había encontrado él y, sin embargo, no tenía tiempo de mencionar a la persona encargada de editarlos, que era por cierto quien había localizado la mayor parte de esos artículos. La Dra. Morató, cansada de semejante ninguneo, (tercera mujer borrada) le envió un email pidiéndole explicaciones sin romper relaciones aún, a pesar de que ningún contrato los ataba. Linares, creyendo ejercer de Woody Allen sin alcanzar otro rango que el de Fofito, respondió: «No he querido darte protagonismo precisamente para no quitarte protagonismo». Hay líneas de Heráclito más fáciles de descifrar que semejante galimatías.

También en el escrito de Linares afea a la Dra. Morató que niegue la originalidad de los textos de Chaves Nogales. Se pregunta cómo es posible que textos escritos en español se tradujeran al francés para posteriormente volver a ser traducidos al español y por fin publicarse. En efecto puede parecer disparatado, pero estamos en tiempos de guerra, Chaves Nogales no era entonces el gigante que es hoy, era solo una firma más de las decenas de firmas de la gigantesca agencia para la que trabajaba. Esa agencia tenía un acuerdo con una red de periódicos americanos de Canadá a Argentina y recibía textos en inglés, alemán, español, italiano. Necesitaba una lengua pivote que no podía ser otra que el francés pues cablegrafiaban una media de 30 piezas diarias desde París. Cablegrafiar supone empaquetar información y lanzarla por un cable submarino que cruza el océano. Cuando llega la información al otro lado se decodifica y convierte en texto y se reparte por las distintas cabeceras que seleccionan lo que más les interese, dependiendo de sus recursos y espacio. ¿Se imaginan ustedes a un/una cablegrafista parisino tecleando en varios idiomas a sabiendas de que solo podrá disponer del cable durante unas horas precisas? Hagan ustedes mismos la prueba: tecleen, cronometrándose, una página de un libro en español y luego hagan lo propio con una página de un libro escrito en una lengua que no entiendan. Apuesto que emplean más del triple de tiempo en la segunda operación. Y estaban las cosas en 1939 y 1940 como para perder tiempo. Rachel Gayman, fundadora de la agencia con Emery Reeves, lo explica quejosa en sus memorias: «me paso el día traduciendo del inglés, del español, del italiano».

Pero, aún si no fuera así, es tener muy poca estima por Chaves no excusar la nefasta redacción, por momentos ilegible, de muchas de sus notas argentinas deduciendo que se tratan de traducciones realizadas a toda prisa. ¿Cabe en cabeza sensata que un escritor español diga que los tanques alemanes se detienen «por la economía de la esencia», en vez de «para ahorrar combustible»? Eso no es un galicismo: eso es francés vertido literalmente al español. Es uno de los ejemplos que Morató aporta en su prólogo. Linares, al parecer, piensa que sí, que Chaves pudo escribir que los tanques alemanes se paraban «por la economía de la esencia», pero apuesto un dedo a que no se atreverá a publicarlo así cuando se decida a editar, según amenaza, en ese papel barato que tienen las ediciones fresadas de su Biblioteca Chaves Nogales, las crónicas ya publicadas de Chaves en edición de Morató. Como este ejemplo podríamos anotar varias decenas más. Pero el caso es que nosotros le tenemos afecto a Chaves y excusamos las nefastas redacciones publicadas por El Sol, entendiendo que se tratan de traducciones poco cuidadas y hechas a toda prisa, sin tiempo ni para corregirlas, y que han tenido la suerte de ser restauradas en la excelente edición de Diarios de la Segunda Guerra Mundial que ha cuidado, exquisitamente, David González y el equipo de EL PASEO. No cabe sino felicitarles porque se trata de un auténtico hito para el crecimiento de uno de nuestros mejores periodistas. Que en solo una semana haya tenido que ser reeditado es una gran alegría para cualquier chavista… menos para Abelardo Linares.

 

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11 Comentarios

  1. «siempre había un Zoetemelk, un Ocaña, un Fuentes, un Thevenet ganándole»

    Y sobre todo un Jacques Anquetil y un Eddy Merckx.

    «nunca ganaba el hombre una de las grandes vueltas.

    Poulidor ganó la Vuelta a España en 1964.

  2. Lola Burgos

    Estimado señor Bonilla:
    Dado que usted me menciona en su artículo, querría aclarar que en ningún momento he sido borrada por Abelardo Linares. Al contrario, cuando le comenté que había recopilado una gran cantidad de artículos de Chaves Nogales y de Corpus Barga publicados en los periódicos argentinos Crítica y El Sol, él me ofreció amablemente hacer una edición de los de Corpus en Renacimiento. A raíz de ello, hemos intercambiado materiales en estos últimos meses.
    Cordialmente,
    Lola Burgos (Universidad de Alcalá)

  3. Juan Bonilla

    Estimada amiga,
    esos artículos que usted localizó y recopiló, son los que el sr. Linares hizo pasar por descubrimiento suyo sin mencionarla a usted y los que, insisto, sin mencionarla a usted, hizo llegar a la editora de Diarios de la Segunda Guerra Mundial. Eso para mí es borrar. Que vaya a publicar su investigación sobre Corpus Barga es motivo de satisfacción por lo que la felicito por adelantado.
    Cordialmente,
    J

  4. María José Bautista

    Menudo giro de los acontecimientos… Tengo que confesar que hasta ahora no sabía a quién creer. Una profesora desconocida para mí Yolanda Morato, frente a un conocido editor, Abelardo Linares, que se presenta como descubridor y localizador de las crónicas argentinas en multitud de ocasiones… Hasta un antiguo profesor de Oviedo, J L García-Martín, le ha dedicado tertulia y dos entradas en sus blogs…

    https://cafearcadia.blogspot.com/2025/05/al-servicio-de-quien-me-quiera-el.html?m=1

    http://crisisdepapel.blogspot.com/2025/06/lo-que-no-se-quiere-saber-de-chaves.html?m=1

    Estoy siguiendo todo este asunto porque suena bastante mal desde el principio… A la profesora Morato la he oído explicar su trabajo y hablar maravillas de usted esta semana, Sra. Burgos. A Linares, le he oído decir que Morato le ha robado lo que él (y solo él) ha descubierto en sus viajes. A usted no la nombra nunca, para mí, la está eliminando. Creo que al final, y es triste que tenga que hacerlo un hombre, el Sr. Bonilla es el que tiene razón: Abelardo Linares no solo ha intentado borrar (diría yo difamar) a Morato, sino que la tiene a usted también borrada y cautiva. Qué pena…

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  6. Moliner, J.

    ‘…a Abelardo Linares tendría que dedicarle un libro dada la cantidad de autores a los que he llegado por su sello’.
    Decía el Sr. Juan Bonilla hace menos de un año en este mismo espacio.
    Sr. Juan Bonilla, ¡qué poca memoria! Qué poco favor con tantos descalificativos. ¡Qué poca imaginación! Y qué poco agradecidos tú y tu mujer la Sra. Yolanda Morató.

    • Juan Bonilla

      No me desdigo de lo que escribí. He llegado a tantos autores gracias a Renacimiento que igual escribo ese libro, sí, puede ser muy divertido (solo el caso Chesterton y su pugna con Acantilado dará para un capítulo muy cómico). Gracias por recordármelo y por leerme tan atentamente. Dele un abrazo a Abelardo de mi parte.

      • Andrea L P

        Sí, por favor, un libro así no me lo pierdo. ¿Hablarías de cómo le amargó la vida a Poli Navarro contra el que perdió cinco o seis juicios? Yo un libro así no me lo pierdo.

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  8. López Rico

    Se pregunta el articulista «si Linares tenía esos artículos y es dueño de una editorial, dado que estamos en pleno año Chaves, ¿cómo es que no los sacó si su casa lanza al mercado una docena de títulos al mes, no todos ellos mediocres? »
    Esta pregunta ya tiene respuesta y es de dominio público porque han salido los resultados de las ayudas a la edición. 7000 euros le han dado a Linares en el Ministerio de Cultura para publicar dos libros de Chaves Nogales con los artículos de HAVAS que han publicado ya en EL PASEO. Por eso estaba esperando el hombre. Porque mucho Chaves Nogales, mucho Chaves Nogales, pero a la hora de arriesgar dinero editándolo, mejor que sea dinero público para no correr ningún riesgo y llevarse más ganancia. Una cara tan dura es difícil tenerla, la verdad

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