Le besó la oreja.
El verano del año 2024 después de Cristo, un soplo caliente calibre .223 anunció la llegada del nuevo mesías. Primer y último año antes de Donald Trump (a. d. T.). Un Superman confeccionado al estilo Spaguetti Western —setenta y ocho años, pelo cobrizo— alza el puño al cielo. La sangre, los vítores y las campanas al ritmo de «You’re the Best» por Joe Esposito, terminan por anunciarlo: el líder ha resucitado.
En dos tercios del mundo, dos-dos-tres suena a prefijo telefónico fraudulento, a habitación de hotel sin llave, a artículo de código penal atascado. Pero al otro lado del charco, en el país que supo poner el pie sobre la luna, .223 suena diferente. Para algunos, ridículo. Por ejemplo, ningún cazador yanki se atrevería a carearse con un elefante usando tal proyectil. A menos, eso sí, que se tratase de un elefante rojo anciano, en cuyo caso, al americano de a pie, un 223 le sonará tan eficaz como conocido; le sonará a a caza humana.
Aquel 13 de Julio de 2024, Donald J. Trump debió haber muerto. Como los otros diecisiete mil que, tan solo en 2024, perecieron por disparo. Thomas Matthew Crooks, conocido en su colegio secundario por su mala puntería, lo había planeado detalladamente: voló drones sobre la zona, repartió explosivos por su automóvil a modo de distracción para después esfumarse de la escena, pero no recibió más ayuda, según el personal del FBI que pudo acceder a su historial de búsqueda, que la que le brindó Google a la pregunta:
—¿A qué distancia estaba Oswald [asesino de J. F. K.] de Kennedy?
—Unos cien metros.
Thomas M. Crooks debió desistir a tiempo. Debió darse cuenta de que, al igual que con John Fitzgerald Kennedy, las personas perecen, pero los personajes perduran. Desde hace décadas, el verdadero hogar del magnate inmobiliario americano oriundo de Queens —aunque él se empeñe en denominarse Manhattanite— no ha sido la Casa Blanca, sino la pantalla.
En los 80, apuesto y sediento, Trump surgió como el millonario kitsch de Manhattan que acudía asiduamente a Studio 54 en busca de atención esnob. En los 90 hubo conseguido la aprobación de la jet set neoyorquina, por lo que se afanó en darse a conocer en producciones hollywoodienses del corte de Solo en casa 2. En los 2000 terminó por coronarse: la cadena NBC le fabricó The Apprentice, un telereality a medida donde su papel, el de self-made millionaire, le otorgaba el mismo derecho divino que el de un monarca francés durante la ilustración: en lugar de ordenar guillotinar, berreaba «you’re fired!» para finiquitar concursantes. El muro, el MAGA, y su obsesión por China llegaron mucho después.
Esa noche, mientras el país se paralizaba ante la televisión, Trump hizo lo propio. Desde una pantalla más pequeña, vio repetirse la escena de su propia caída una y otra vez, como una oda a su divinidad. En cámara lenta, el proyectil impactaba en su oreja y el mundo se desgañitaba. Trump observaba sin parpadear. Nadie sabe si sonrió o si musitó algo. Pero muchos juran que alzó ligeramente la ceja, como quien ve un buen tráiler de sí mismo. En ese momento, Trump se inmortalizó en un episodio.
La escena del atentado
La luz de Butler, Pennsylvania, era dorada ese día. Las cámaras buscaban el mejor ángulo, el viento apenas movía las banderas, y el expresidente, desde su atril, hablaba con el desparpajo del que ya no necesita convencer.
6:11 p.m. – hora local
Un zumbido seco, casi imperceptible, cruzó el aire como un mosquito de metal, una partícula ardiente que no silbó ni tronó: besó. Rozó el cartílago de la oreja derecha y dejó un hilo de sangre caliente que descendió por el cuello de la camisa blanca. No fue una explosión. Fue un signo de puntuación. Un punto y seguido.
Trump retrocedió un paso. Alzó los ojos. No cayó. Los hombres del Servicio Secreto se lanzaron sobre él como sombras aleccionadas, cuerpos sin rostro. El público gritó con una voz que no era colectiva sino coral, como si el estadio entero repitiese una palabra que nadie entendía.
Desde la azotea del edificio adyacente, Thomas Matthew Crooks contemplaba el teatro de su fracaso. No hubo martirio. No hubo caos. Solo la viralidad inmediata del instante: el plano cenital del puño alzado, el zoom sobre la sangre, el freno óptico que congeló la historia y la devolvió como meme.
En la era del directo perpetuo, Trump no necesitó morir para resucitar. Bastó un roce. Una herida mínima, casi simbólica. No en el corazón ni en la cabeza, sino en la oreja, el lugar de la escucha. Donde resuena la alabanza, donde se graban los nombres. El disparo no interrumpió el relato: lo consagró.
Donald John Trump, hijo y nieto de dos generaciones de Freds Trump, nació para dominar los medios. Orgánico, impredecible y obsceno, siempre se ha sabido atractivo cuando se trata de generar expectativa y audiencia. Como anticipó Marshall McLuhan: el medio es el mensaje. El hoy presidente de los Estados Unidos es el medio y es el mensaje, se corporiza con una precisión quirúrgica en la que entiende su cuerpo como canal y su voz como mensaje. Todos lo retuitean. Con ritmo y cadencia. Con escándalo. No razona, resuena.
El cuerpo como canal. El grito como forma
Después de décadas de investigación, el hoy conocido como el padre de la ciencia de la información concluyó que los medios no solo transmiten: transforman; que cada tecnología moldea no lo que decimos, sino lo que somos. Por lo cual, si hubiera conocido al Trump presidente hubiera sentenciado que él no se adapta al medio sino que lo encarna. Su carne es cámara lenta; su gesto, loop visual. Su cuerpo se ha convertido en una app: basta un toque para que reaparezca. No tiene programa, tiene formato.
Habla como se desliza un reel: frases cortas, repetitivas, con ritmo de mantra posmoderno. Funciona como una notificación: irrumpe, brilla, desaparece. Su estilo no se argumenta, se scrollea. No es un discurso: es un error de señal que se convirtió en fenómeno. Un glitch emocional.
McLuhan decía que los medios amplifican partes del cuerpo: la rueda, el pie; la radio, la voz. Trump es el primer líder que amplifica directamente la atención. La monopoliza sin discurso. Si Kennedy fue el presidente del teleprompter, Trump es el del retuit. No tiene ideología: tiene eco.
Trump no gobierna desde el Despacho Oval. Gobierna desde el feed, ese altar pixelado donde lo real compite con los reels. Su rostro, como un gif perpetuo, no parpadea: simplemente, aparece.
Ya en 1987, cuando publicó The Art of the Deal, Trump dejó claro que su intención no era argumentar, sino escenificar. En aquel manual de éxito empresarial escrito como una autobiografía parcial, Trump se presenta como criatura del esfuerzo. Pero también del espectáculo. Alterna frases de tres palabras, eslóganes internos y confesiones estratégicas. «I like thinking big. I always have». No escribe para narrar, sino para consolidar el personaje. Es un manifiesto de sí mismo, una escenificación en forma de texto. No busca lectores: busca testigos.
En una era en que las notificaciones han sustituido a las ideas y lo simbólico supera a lo real, Trump no es el presidente: es la pantalla encendida. Interrumpe, repite y distorsiona. Corta el flujo del discurso ordinario como si se tratase de un error de emisión. Es meme antes que político, interrupción antes que argumento, estética antes que lógica.
Y sin embargo, lo elegimos. Porque es familiar. Porque Trump representa lo conocido, muy por encima de aquello que se está por conocer. Lo vimos en la WWE, enzarzado con el CEO, Vince McMahon; presentando los certámenes de belleza Miss Universo que adquirió; bailando el «YMCA» al borde del escenario; en los ostentosos rótulos que rematan sus boyantes edificios. Porque el pastiche, cuando brilla, también seduce.
De Mussolini a Berlusconi (y viceversa)
Si Trump tuviera abuelos ideológicos, Mussolini y Berlusconi se disputarían la paternidad.
De Il Duce Donald heredó el uso del cuerpo como estandarte, la teatralidad del gesto, la oratoria bufonesca que no convence, sino que somete. Como Benito, Trump sabe que un ceño fruncido en el momento justo vale más que cien tuits.
Pero si Mussolini le presta el cuerpo, Berlusconi le presta el alma. La sonrisa impostada, la vulgaridad astuta, el negocio como sistema primo de gobierno. Ambos hacen del poder un show y del show una forma de inmortalidad. Porque los personajes perduran. Trump no es un imitador: es una destilación grotesca de ambos.
No hay en él ideología firme ni programa doctrinario. Hay escenario, rating y conflicto. La política es una secuela mal escrita, y Trump su actor principal. Si Mussolini gritaba desde el balcón, Trump lo hace desde su último juguete tech, Truth Social. Si Berlusconi compraba canales, Trump los devora.
La máquina de amplificación
La escena fue reproducida en todos los formatos posibles: 4K, vertical, dron, cámara lenta. Fox News la emitió durante tres días seguidos, con sonido y sin él, a pantalla partida, con la bandera ondeando. CNN alternaba el momento del disparo con montajes biográficos. En TikTok, un giro con voz de Loquendo la convirtió en meme, intercalando escenas de Rocky y predicciones bíblicas. En Threads, usuarios que hace meses habían compartido memes de Biden dormido, ahora escribían «#Blessed». El propio Trump, en Truth Social, subió una captura de la escena con una sola palabra: «DESTINY».
No fue un atentado: fue un rebranding, un tráiler, una segunda temporada. Un capítulo añadido a su narrativa de mártir invencible, no gracias a la política, sino al performance. El balazo no atravesó su carne, sino el algoritmo, y lo potenció. Como si el propio destino le hubiese disparado con la bala del relato. Como si ese .223 no hubiese atravesado carne, sino algoritmo: una actualización violenta del relato.
Todo en él es parodia de algo anterior. Y aun así, da resultado. Porque como buen dictador mediático, Trump no nos representa: nos interpreta.
Epílogo: el cartílago sentenciador
Esa herida en la oreja de aquel 13 de Julio es hoy más una firma que una cicatriz. Es la rúbrica de su época. Un legado épico sin ferocidad. Una vida que Dios abnegó, como él mismo tradujo, a cambio de socorrer al mundo. No importa si fue un balazo, una caída o un montaje: la imagen funcionó. Trump lo sabe. Porque en su universo, lo simbólico siempre gana a lo real. La sangre no duele, estetiza.
A diferencia de sus predecesores, Trump no necesita repúblicas ni imperios. Le basta un código QR, una frase pegadiza, una escena viral. Su dictadura no versa sobre leyes sino emociones. Gobierna donde más vulnerables somos: en el deseo de mirar.
Y lo miramos.
No por fe. Ni por miedo. Lo miramos por costumbre. Por morbo. Por reflejo. Porque como en todo buen relato distópico, el monstruo está construido con trozos de nosotros mismos.
El verano del año 2024 un soplo caliente calibre .223 besó la oreja del Donald.
Esa bala no quiso matarlo. Quiso bautizarlo.
Y nosotros aplaudimos.
Así empezó el año 1 d. T., el primero de su nueva venida.
El único corrupto narcisista-psicópata está en España.
A caso de corrupción semanal desde hace 7 años, con la mujer, el hermano, el Fiscal General del Estado y sus ministros imputados; en tramas donde no faltan prostitutas, cocaína, buerdeles, saunas gays, mordidas, suicidados, falsedades documentales, testaferros, «información vaginal», coacciones, genuflexiones ante Marruecos y nacionalistas supremacistas y un largo largo etc…
De Trump se pueden decir menos cosas negativas que de «Falconetti Cum-Fraude», traidor corrupto a su país y adicto al poder.
«El único corrupto narcisista-psicópata está en España.»
«De Trump se pueden decir menos cosas negativas que de «Falconetti Cum-Fraude»…»
Así por encima, preguntando a ChatGPT:
Aquí tienes una relación detallada de casos de corrupción, fraudes, escándalos sexuales y otros asuntos legales y éticos relacionados con Donald J. Trump, hasta junio de 2025. La lista está agrupada por categorías y ordenada cronológicamente dentro de cada una para facilitar la comprensión. Se incluyen tanto casos concluidos como pendientes.
🧾 FRAUDES FINANCIEROS Y EMPRESARIALES
1. Trump University (2010-2016)
Hechos: Se acusó a Trump University de prácticas engañosas, incluyendo promesas falsas sobre los cursos inmobiliarios.
Resultado: Acuerdo extrajudicial en 2016 por 25 millones de dólares para cerrar tres demandas colectivas.
2. Fundación Trump (The Trump Foundation)
Hechos: Acusada de desviar fondos benéficos para fines personales y políticos.
Resultado: Fue disuelta por orden judicial en 2019. Trump y sus hijos tuvieron que pagar 2 millones de dólares en compensaciones.
3. Caso Stormy Daniels / Michael Cohen (2016-2023)
Hechos: Pagos de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels para silenciar una supuesta relación sexual antes de las elecciones de 2016.
Resultado: En 2023, Trump fue acusado penalmente en Nueva York de 34 cargos por falsificación de registros comerciales.
2024: Trump fue declarado culpable en mayo de 2024.
4. Fraude civil en Nueva York (Letitia James vs. Trump Org.)
Hechos: Inflado del valor de activos para obtener mejores condiciones de préstamos y seguros.
Resultado: En febrero de 2024, Trump fue condenado a pagar más de 350 millones de dólares. Se le prohibió dirigir empresas en Nueva York durante varios años.
⚖️ CASOS JUDICIALES Y OBSTRUCCIÓN DE LA JUSTICIA
5. Investigación sobre la interferencia electoral en Georgia (2020)
Hechos: Llamada a Brad Raffensperger, secretario de Estado de Georgia, presionando para «encontrar» votos.
Estado: Trump fue acusado en agosto de 2023 junto a 18 personas bajo la ley RICO de Georgia. El caso sigue abierto en 2025.
6. Asalto al Capitolio (6 de enero de 2021)
Hechos: Se investiga la responsabilidad de Trump en incitar la insurrección.
Estado: Acusado federalmente en 2023 en un caso presentado por el fiscal especial Jack Smith. Juicio pendiente (pospuesto por decisiones de la Corte Suprema).
7. Caso de documentos clasificados en Mar-a-Lago
Hechos: Ocultamiento y retención ilegal de documentos clasificados después de dejar la presidencia.
Estado: Trump fue acusado federalmente en 2023 con más de 30 cargos. El caso sigue abierto en 2025.
💰 ESCÁNDALOS ECONÓMICOS RELACIONADOS CON LA PRESIDENCIA
8. Violaciones de la Cláusula de Emolumentos
Hechos: Beneficios económicos obtenidos por el Trump International Hotel en Washington D.C. de gobiernos extranjeros mientras Trump era presidente.
Resultado: Varias demandas desestimadas por tecnicismos. Nunca fue condenado, pero el caso levantó críticas éticas significativas.
9. Utilización de fondos públicos
Hechos: Uso del cargo y recursos del gobierno para autopromoción, eventos partidistas y enriquecimiento personal.
Ejemplo: Convención republicana 2020 parcialmente celebrada en la Casa Blanca.
🚨 ESCÁNDALOS SEXUALES Y DE CONDUCTA
10. Stormy Daniels (ya mencionado)
Relación extramatrimonial + encubrimiento financiero.
11. Karen McDougal
Hechos: Se alega una relación con la exmodelo de Playboy y un pago por su silencio.
Relación: Parte del mismo entramado de pagos de silencio a mujeres antes de las elecciones de 2016.
12. Acusaciones múltiples de acoso y agresión sexual
Número de mujeres: Más de 25 mujeres han acusado a Trump de comportamiento sexual inapropiado, que incluye besos y tocamientos no consentidos.
Hecho notorio: En 2016 salió a la luz el «Access Hollywood tape», donde Trump decía que podía «agarrar a las mujeres por el coño».
Consecuencias legales: La mayoría de las acusaciones no han sido judicializadas, salvo:
13. Caso E. Jean Carroll
Hechos: Escritora que acusó a Trump de violación en los años 90 en unos grandes almacenes.
Resultado: En 2023, un jurado lo encontró responsable de abuso sexual y difamación.
Compensación: Trump fue condenado a pagar más de 80 millones de dólares en total por dos juicios civiles consecutivos (2023 y 2024).
📉 OTROS ESCÁNDALOS Y COMPORTAMIENTOS ÉTICAMENTE CUESTIONABLES
14. Trump y QAnon / extremismo
Hechos: Retuits y guiños públicos a teorías conspirativas y movimientos extremistas.
Crítica: Apoyos ambiguos a grupos como los Proud Boys o figuras conspiranoicas.
15. Negocios con gobiernos extranjeros (Arabia Saudí, China, etc.)
Hechos: Relaciones comerciales de su familia y empresa con entidades extranjeras mientras era presidente.
Críticas: Conflicto de intereses persistente, incluyendo lucrativos acuerdos con LIV Golf, financiado por Arabia Saudí.
🔚 CONCLUSIÓN
Donald Trump se enfrenta o se ha enfrentado a decenas de acusaciones penales, civiles y éticas, abarcando:
Fraude comercial y fiscal.
Obstrucción de la justicia.
Agresiones y escándalos sexuales.
Abuso del poder presidencial.
Conflictos de interés internacionales.
Trump ya era Millonario antes de ser Presidente.
El Dr. Cum-Fraude Sánchez y su tropa vienen a la política a hacerse millonarios.
Existen dos tipos de corrupciones: la delictiva y la no delictiva (la que afecta realmente a los intereses futuros de la nación, a su eutaxia).
Puede preguntar al chat GTP por Hunter Biden y por la guerras de Obama y comparar con lo de Trump…
Del PSOE lo más grave no son los cientos de Millones robados, sino los pactos con partidos políticos y países que quieren la destrucción/debilitamiento de España: Junts, ERC, PNV, BILDU, Marruecos, Gibraltar, etc.
Lo hoja de ruta de Zapatero fue legalizar el brazo político de ETA, avivar el Guerracivilismo y avivar la lucha de géneros (en detrimento de la lucha de clases); otros tres ejemplos de corrupción no delictiva; por no hablar de los problemas estructurales de la Deuda Pública, la pirámide demográfica y las ruina del sistema de pensiones…
Del PSOE puede buscar usted una lista de corruptelas (y crímenes de sangre) interminable, busque en el chatGTP o en libros y documentales: «Historia Criminal del PSOE»…
En fin, espero que por lo menos haya aprendido a diferenciar entre corrupción delictiva y no delictiva; la segunda, con diferencia, es la peor de todas; pudiendo sentenciar a un país de por vida, como España.
P:D: por lo menos a tenidio la honradez de no defender lo indefendible, es decir, a el psicópata de la Moncloa Falconetti Cum-Fraude—
Algunos parecéis preferir que ETA siguiera matando a que se encaucen los problemas políticos en los parlamentos, que es donde se deben tratar los asuntos de convivencia, y no con armas o tribunales penales. No habéis entendido que vuestra idea de España tiene que ser compatible con otras ideas de España, y vivís en una esencia que nunca existió salvo en las fantasías propagandísticas de Franco y los apologistas del Estado del siglo XIX. En vez de reivindicar un futuro para todos queréis la España que le valía a unos pocos, el Cortijo, la esencia de la corrupción, que en realidad os la trae al pairo. ¿O creeçéis que un Abascal que no ha dado un palo al agua en su vida, financia el partido con ayuda extranjera y ha vivido de chiringuitos toda su vida es la solución?¿buscando el chivo expiatorio con los inmigrantes?¿con las mujeres en un trasunto del Cuento de la Criada?¿Con los homosexuales en el armario y sirviendo de mofa en chistes casposos?. Es curioso que hables de lucha de clases y vengas con el cuento y la milonga del nacionalismo, que es la excusa perfecta de las clases dirigentes para no hablar de clases: guerras e imperialismo. A vosotros la lucha de clases os importa entre nada y 0, y de ahí los votos de la derecha en contra de cualquier sistema social, vuestro único programa es privatizar.
Pedro Sanchez será un oportunista, no sé si un corrupto, y durará lo que dure, llegaréis a gobernar, porque este país oscila como un péndulo. Así que menos hipérboles y más autocrítica.
@Arryn
Usted NO ha comprendido que con el PSOE, financiado por agentes extranjeros (Alemania-EEUU, Caso Flick), la «idea de España» ya fue cambiada y la estructura económica volada por los aires…
El PP no hace nada, vive mejor en la oposición; y VOX es otra víctima del Régimen Partitocrático del 78, como lo fue Podemos; mediocres extremos carcomidos por las dádivas y privilegios de su casta; todo político con independencia económica y pensamiento crítico es expulsado del partido.
Aceptar la realidad es lo que cuesta: en España NO hay democracia.
En España hay una partidocracia, blindada por una Constitución en origen, que limita el control del ciudadano del poder; la Constitución español blinda al poder político de los ciudadanos; cuando debería ser justo al revés.
Un monarquía sobrante y de postín y una ley electoral que beneficia el voto de odios nacionalistas-supremacistas endógenos en detrimento de solidaridad regional.
Ni que decir tiene, que, a nivel internacional España no existe, directamente; país sin soberanía energética, totalmente desindustrializado, dependiente del sector servicios (turismo), con sectores agrario, ganadero y pesquero cada vez más depauperados por las políticas verdes de la UE; con el chantaje permanente de Marruecos, con una colonia pendiente de descolonizar (Gibraltar) y con bases de EEUU por doquier.
Y los pobres saharauis confiaban en España…
P.D: la total desindustralización/privatización de España la llevó a cabo el PSOE de Felipe González y fue el peaje de entrar en la UE: «Privatización y desindustrialización durante la transición» (Alicia Melchor Herrera, 2021).
Andy, sonroja que hables de cum-fraude y cites a una técnico superior en desarrollo y aplicación en desarrollo de proyectos de construcción como si fuera politóloga, economista, historiadora o socióloga. Sí, me refiero a la mujer de Armesilla, que veo muy positivo que tenga inquietudes pero antes de escribir hay que formarse en la materia. De su esencialismo, que es el tuyo, ya ni hablamos.
Y Vox no tiene nada de víctima, son los que se escindieron del PP, el mismo partido que privatizaba muy contento cuando la UE lo mandaba. Los dirigentes de Podemos no estaban en el ámbito político antes, Vox sí, y chupando de chiringuitos. Muy mal por el PSOE pero éso no da licencia a que a Vox lo financie Orban, (ni que Vox desvíe dinero de subvenciones a partidos al chiringui de Abascal, Disenso).
@Arryn
Lo que sonroja es su clasismo, siendo usted ínclito integrante de la Izquierda Indefinida…
Falacia de autoridad al canto, para no contra-argumentar nada de lo expuesto (por una «técnico superior en desarrollo y aplicación en desarrollo de proyectos de construcción»), sea por un obrero de la construcción o por un Cum-Laude.
Lo de «Cum-Fraude» viene por la tesis de Pedro Sánchez manipulada y calificada por un jurado afín a el PSOE; es un delito de falsedad documental y prevaricación de libro; por no hablar de la Cátedra de su mujer Begoña, que no tiene ni el Bachiller y es directora de una cátedra.–
Solo hay una institución más corrupta en España que la política y es la Universidad: nepotismo, clientelismo, endogamia, mediocridad intelectual y sectarismo regionalista.
Producto de estas universidades son los dirigentes de Podemos, cuyo único CV es el activismo político del 15-M, aquel que nunca se iba a politizar, el que iba a «asaltar los cielos y a acabar con la casta»…; por mi parte, prefiero el antiguo «consejo de sabios» griego, es decir: a política NO entra nadie menor de 45-50 años; de esta manera se evita los arribistas que llegan a vivir íntegramente de la política, y como usted dice «no han trabajado en la vida» (que además, son de familias pudientes, como Errejón, Rita Maestre, Iglesias o Espinar, por citar algunos).
Y le repito, VOX es un partido igual de corrupto que Podemos y además es sionista y/o putinejo y amigo de Orban; mejor no me meto en los vínculos de la izquierda española con la Narco-Dictadura-Genocida venezolana, porque no acabo…
En fin, deje las falacias de autoridad, y vaya a los arguemetos; ambos coincidimos en que el Régimen del 78 es una institución que mina los intereses de la clase trabajadora española.
Dejemos entonces, el clasismo a un lado y el «y tu más».
Un saludo.
No confundas el clasismo con la solvencia que da el saber de algo por haberte especializado. El clasismo es el pretendido privilegio por haber nacido en una clase social. Currarse unos estudios y especializarte no es clasismo, todo lo contrario. Es mérito, es trabajo y es rigor. Si citas como académico lo mínimo es que cites a un académico que sepa del asunto.
Eres un propagandista de ultraderecha bastante torpe.
«Trump ya era Millonario antes de ser Presidente.»
Y qué.
Si mañana da otro golpe de estado o mata alguien, ¿todo se arregla con que ya era millonario?
Si mañana hablamos de un sátrapa oriental, ¿también sacaremos a Sánchez?
Hombre, si no re respetas a ti mismo, al menos respeta la inteligencia de los demás.
Sobre esto
«P:D: por lo menos a tenidio la honradez de no defender lo indefendible, es decir, a el psicópata de la Moncloa Falconetti Cum-Fraude»
Faltaría.
1 Como no sales del blanco y negro, te llama la atención que no defienda al corrupto y psicopatoide (y, sin embargo, aún legítimo) presidente del gobierno.
2 No corras tanto y escribe sin faltas.
3 Que hables de decencia es como oír a una gallina hablando de volar a un águila.
@Fachas no
El diálogo es nulo con alguien que lo niega en su propio nombre.
Para «golpes de estado» no se tiene que ir tan lejos, hombre…
Pero, no le pidamos peras al olmo; sujetos de economía de conciencia austera, como usted, ven «fachas Fracopantanos» a falta de argumentos…
Siga bien y no se olvide de tomar la pastilla.
Abrazo.
Usted se delata solo en los argumentos. Subyace la idea de que el poder político (u otro poder como el mediático ) está reservado para aquellos que ostentan el poder económico. Puro pensamiento de derechas de «solo los ricos deberían votar o ser elegibles». Creer que por ser millonario está curado de codicia es que es tremendamente ingenuo.
Seguimos con la berrea, Andrew.
Atacan a Trump por ser un revolucionario?
Los únicos revolucionarios buenos solo pueden ser pobres, negros y homosexuales? En serio? Que patético…
Trump tiene de revolucionario lo que Nerón o Lex Luthor.
Creo que el artículo acierta en compararlo con JFK, por la esperanza que su candidatura aportó al pueblo americano, independientemente de lo que durante su gestión haya promovido o aprobado.
Trump fue, es y será, un halo de esperanza para este mundo contaminado de modernidad trasnochada.
Del mismo modo que no se puede alardear de progresismo con el cimiento de la ciénaga actual, las supuestas virtudes políticas del nacional populismo de Trump no se van a sostener en su disparate y en su amoralidad permanentes.
Trump fue, es y será un niñato rico que no ve más allá de sus intereses personales.
Facha otra vez, el vocablo favorito de la izquierda mas rancia y cafetera; un cliché trasnochado manoseado que sirve para calificar a todo el que no está en nuestra órbita personal.
¿Es tambien facha Putin? ¿Lo es Jameini? ¿Kim Jong Un? ¿ Qué tal Maduro? ¿Era un proto fascista Julio Cesar o quizá Alejandro? ¿ Lo era Napoleon?
Facha es ya un adjetivo tan insuficiente como demodé.
Ensanchen su mente, su cultura tan simplona y su vocabulario. Porfa
La modernidad «trasnochada» la ha traído el capitalismo, que aún no habéis entendido que es cambio. La desgracia de la izquierda es el pésimo nivel intelectual de la derecha, ni una sola idea sin mistificar y alucinar.
Algunos de tanto criticar la modernidad quieren volver a la edad media del feudalismo.
Yo.
¿De siervo, que sería lo más probable?
Yo no estoy muy bien de la cabeza, pero observo que puedo parecer “finísimo” para lo que se lee aquí. Caballeros; ensalzar a Trump; ¿en serio? Que el artículo no está mal, leñe… Que se puede estar en completo desacuerdo, pero denle a sus réplicas una dignidad. Lo de hacer el troll con las cosas de comer ya está muy visto. Aburre. Y no defiendo a Sanchez, que es un individuo lamentable, pero definitivamente harina de otro costal y fuente de otros problemas. Hay unos maravillosos españolitos para los cuales todo en el país es mierda, y para los cuales Milei y Bukele son genios incomparables, y Espinosa de los Monteros el nuevo mesías patrio liberal. Cuidado. Lo mismo que a los pro-etarras que llamaban txakurras a los vecinos que iban a ser asesinadlos, hay palabras que pueden y deben perseguiros en el futuro. Si alguien trabaja, por ejemplo, para denegar atención médica en las áreas rurales o matar a ancianos en residencias, o retrasar hasta el delirio tratamientos oncologicos, so pena de equilibrio presupuestario, no le veo gran diferencia con Txapote o Pol-pot, más allá de los medios. El truco es decir que nos lo merecemos. Los genocidios están cambiando, como todo lo demás, pero siguen también igual. Hail Donald,
Coincido, razón económica es razón instrumental, una de las muchas hijas de la ilustración, y ya hay quien apuntaba a ese vínculo con el fascismo hace 80 años.
En lo que va de año 2025 JotDown ya lleva publicados cuatro artículos sobre Donald Trump. Los últimos años en España han sucedido, y suceden, numerosos fenómenos que merecerían alguna atención por parte de la sección política de esta magna revista, concretamente hablo de la corrupción y la profunda degradación institucional, que nos afecta a todos independientemente de las afinidades de cada uno.
No deja de sorprenderme que no haya un solo artículo hablando del gobierno que más directamente nos afecta a todos, especialmente en esta revista que, se supone, pretende ir más allá en lo intelectual que los medios convencionales.
Ni soy fascista ni leches, por favor, sólo pido que la pluma y la lupa críticas se apunten un poquito al elefante rosa que tenemos en la habitación, al menos de vez en cuando, aunque sólo sea por tener algo de pudor, en lugar de decirnos una y otra vez que el loco Trump está loco, o lo que sea.
Hola, tienes toda la razón. Nos da miedo meternos ahí. De hecho estamos pensando una nueva cabecera: la Jot Down Times, para hablar de política sin que afecte a la cabecera cultural.
Lo que digo es que hay medios que cuando gobierna la derecha y la caga, sólo hablan de los Maduro, Chávez o Castro del momento, y por otro lado, están los medios que cuando gobierna la izquierda y la caga, sólo hablan de los Trump, Milei, etc. del momento; yo lo que digo – ejerciendo mi derecho gratuito al pataleo – es que de esta revista espero otra cosa, un espíritu crítico independiente. Tampoco sé por qué lo espero la verdad, no es que JD me lo deba o algo así, simplemente me gustaría que ocupara ese espacio, no de neutralidad política o equidistancia, si no de foro variado que no se casa necesariamente con nadie. Donde uno pueda leer artículos de crítica en todas direcciones y afilar su mente.
Nosotros, en política cultural, hemos criticado con dureza a varios «agentes de la izquierda», hasta ahora intocables, y nos está pasando factura.
A mí me afecta mucho más la corrupción en mi comunidad autónoma, que me deja sin sanidad, sin médico durs te meses. Privatizar es corrupción.
Ejemplo del problema del pensamiento críticos en España, véase: primero una observación errónea sobre la jerarquía institucional supeditando en relevancia la corrupción del Estado central a la corrupción o mala gestión de una autonomía; segundo, soltar una premisa de brocha gorda ideológica, y por tanto, falsa.
Si uno gestiona mal una región, afecta a los de la región; pero la de al lado si está bien gestionada sigue «tirando del carro», por decirlo mal y pronto. Es decir, la solución es más «sencilla» porque no es un problema generalizado. Si uno corrompe una institución central, afecta a todas las regiones y la solución es más compleja.
A lo mejor lo que no entiende usted es el sistema de competencias que tenemos en España. Mírese la Constitución y los Estatutos de Autonomía y se entera de algo antes de hablar gratuitamente No tiene más complejidad una administración por ser o no central, lo que tiene o no son competencias, exclusivas o compartidas, y éso da una idea de la complejidad. La gestión de la sanidad diaria recae en las administraciones autonómicas,y es la que nos afecta a todos por ser las más cercana. En todas el problema es el mismo porque es sistémico.
Tengo bastante claro el sistema de competencias transferidas a las Autonomías, incluidas Cataluña y País Vasco, que por cierto hacen una gestión desastrosa y crecen por detrás de la C. de Madrid desde hace décadas, donde, a mayor abundamiento, no para de llegar más gente cada año a pesar de que debe ser un sitio horrible (ahora alguno vendrá con lo del efecto capitalidad y ya las risas serán generalizadas).
Pero el caso es que no era el punto, ni siquiera un punto menor o paralelo, del razonamiento que hacía en mi primer comentario, el que da origen a este intercambio.
Yo criticaba la falta de artículos de denuncia/análisis crítico de la gestión del actual gobierno de mi país, que me afecta objetivamente mucho más que la gestión que el Sr. Trump pueda hacer de sus salidas de tono, políticas, etc. Que también me afectan, pero en menor medida, o de forma más indirecta. Así, quería quejarme sobre la proporción entre el número de artículos publicados y la cercanía de los personajes: cómo vamos a estar hablando todo el día del Sr. Trump y callando sobre el Sr. Sánchez?
Vd. respondió mi comentario diciendo que «A mí me afecta mucho más la corrupción en mi comunidad autónoma», concretando el tema en la sanidad transferida a la Comunidad de Madrid y la Sra. Ayuso ya de paso; concreción que realiza Vd., pero que nada tiene que ver con el tema que yo comentaba salvo un interés en cuantificar subjetivamente lo que cada uno cree que le afecta más, y evidentemente con una intención propagandística que ni siquiera disimula.
Vd. quiere creer que todo planteamiento, crítica, etc. que puedan afear a los partidos que le gustan, tienen una respuesta universal: Ayuso lo hace peor, Madrid es peor, etc. Algo parecido al «Francomodin» de los memes que circulan por internet; y me parece muy bien, cada uno se envenena como quiere.
Yo sigo pensando que la colonización por un partido político de instituciones estatales para utilizarlas como poderes coercitivos con los que domeñar un país, eliminando los contrapesos de poder, etc. sigue siendo algo bastante escandaloso y con efectos nocivos variados y muy desastrosos.
Intentando acudir a un criterio imparcial, en mi respuesta a su comentario propuse medir el impacto o gravedad y complejidad de una mala gestión relacionándolo con el número de personas a las que afecta directamente dicha gestión; donde es evidente que las «iniciativas» de un Ministerio de transportes, o de Sanidad, o de Justicia, o de Interior, etc., impactan sobre un mayor número de personas (Población española en 2025: 49.153.849) que la gestión de una Comunidad autónoma, y para más inri, de una competencia específica, como la sanidad (Población en la CAM en 2025: 7.157.541).
Ni si quiera lo que se haga en Madrid, locomotora de media España, tiene un impacto equiparable a lo que se decide en un Consejo de ministros.
En cualquier caso, no es excluyente lo uno de lo otro en cuanto a los artículos publicados; yo no me quejaría de que en lugar de analizar por enésima vez a D. Trump, se publicasen en JD artículos sobre el Sr. Sánchez y su organización, y sobre otros políticos del color que sean, o que digan ser. Pero no sé, no creo por sus comentarios que he podido leer, que a Vd. esta igualdad le interesase.
En un artículo sobre Trump usted ha venido a hablar de su libro, y se queja después de que los demás hablemos de las corrupciones que más nos afectan. Un poquito de coherencia no le vendría mal.
El argumento del número es bastante falaz porque la gestión de un Ministerio de Sanidad es diferente a la gestión de una Consejería desanidad y la clave, le repito, está en las competencias. Gestionar la ayudas Europeas no es lo mismo que gestionar hospitales, asistencias medicas, pruebas y análisis u horarios de atención. Lo primero lo hace el Estado y lo segundo es competencias de la UE. Lo primero me podrá afectar mínimamente en cuanto a que el Estado es una mera correa de transmisión pero lo segundo, como se gasta el dinero y a quien se da, nos incide de forma vital.
El emperador Trump, el que inspiró el asalto asu Congreso, tiene la capacidad nuclear de formar guerras mundiales, de poner patas arriba el orden internacional y de exigir un incremento brutal en el presupuesto de los países, Sánchez por muy Presidente que sea no.
jajajaj Trump y la consejería de sanidad son el problema, el gobierno central de todo el estado no porque es solo una mera correa de transmisión jajajaja que me da algo! a este ritmo va a tener más peso y responsabilidad el estanquero de la esquina que el Ministro de Justicia jajajaj
Estamos hablando de sanidad, no de justicia, así que menos jajaja y a dejar de decir sandeces mezclando todo sin ton ni son.
Y lo mismo ocurre con la jerarquía, que las marca las competencias. No por ser Estado Central se tiene más jerarquía en los asuntos, dependerá de las competencias en el asunto. Y por éso Mazón o Ayuso son culpables de su ineficaz y corrupta gestión, que nos acaban costando la vida a los ciudadanos de a pie, lo que me parece muchísimo más grave.
Trump se y coronado con la muerte de cientos de civiles en las inundaciones en Texas, tras despedir y recortar a los gentes y el presupuesto de quien puede evitar: La Agencia de Meteorología. Eso es corrupción y de la peor.
Oiga, ya que le gusta hacer listas y tildar de asesinos…. que pasa con Pedro Sánchez, Salvador Illa, Pablo Iglesias, Irene Montero, Marlaska, y un larguísimo etc.
Todos estos han sido -y siguen siendo algunos- autoridades en diversos momentos como los que describe; pandemias, catástrofes naturales, reformas legislativas, atentados……….. pero, estos no se cuentan o qué?
¿Tenían las competencias en la gestión de residencias o de las alarmas y las emergencias? No, verdad. Pues éso. A cada cual según su responsabilidad. Lo que está feo es enfangar y decir que todos son iguales, cuando no lo son. Y a su gestión me remito.