Entrevistas Política y Economía

Mikel García-Prieto: «A la hora de tomar una decisión, por desgracia todavía nos debatimos entre la opción ética y la opción del precio barato»

Mikel García Prieto para JD 0

Mikel García-Prieto (Vitoria-Gasteiz, 1973) es ingeniero industrial de formación, aunque toda su carrera profesional ha estado ligada a la banca ética. Empezó formando parte de una startup financiera que tras asociarse con Triodos Bank acabó integrándose en la entidad. Desde entonces ha ocupado diferentes responsabilidades en el banco hasta acabar siendo su director general.

Entrevistar a Mikel en estos tiempos de greenwashed nos permite tomar conciencia de lo visionario de un proyecto que empezó a caminar hace ahora quince años. Mikel es cercano, directo y transmite confianza. Tras dos horas de conversación en la que entramos al banco como periodistas, sin percatarnos de qué ha podido ocurrir, hemos salido del mismo como clientes.

Según el gurú de la transformación digital Genís Roca, la próxima transformación en las empresas será la de la ética. ¿Ante dos propuestas de mercado similares se prefiere la que tenga componentes éticos y de sostenibilidad?

Creo que esa es la pregunta que hay sobre la mesa y aún no hay una respuesta definitiva. Venimos de un siglo XX donde lo que más importaba era crecer y ahora, como sociedad, en este siglo XXI, hemos cambiado la mirada porque tenemos ante nosotros desafíos como la salud del planeta o las desigualdades sociales. Desde luego está presente, mucho más presente, en las agendas políticas y también en la vida de cada una de las personas. Pero cuando llega la hora de tomar una decisión, por desgracia todavía nos debatimos entre la opción ética y la opción del precio barato, y ese es el dilema que tiene esta generación sobre la mesa para los próximos tres o cuatro años.

Tu carrera profesional está ligada casi desde el inicio a Triodos Bank. ¿Cómo entraste en el proyecto?

Pues mira, soy ingeniero industrial de formación y mi ocupación desde que acabé la carrera era buscar tecnologías apropiadas que pudiesen de alguna manera facilitar la mejora de la calidad de vida de las personas, y en ese trabajo, viendo cómo funcionaba la sociedad, me quedó claro que el dinero es una herramienta muy efectiva para favorecer el cambio. Conocí a una serie de personas que estaban iniciando un proyecto en este sentido y la verdad es que me convenció porque unía la capacidad de transformación social con la economía real. Nunca me llegué a plantear ser banquero; sin embargo, en la vida surgen oportunidades y hay que decidir, y yo estoy muy contento y agradecido de haber llegado a este mundo de la banca ética. 

La aparición en España de Triodos fue mediante un agente externo: el Grupo Trust y su líder Esteban Barroso, exapoderado de Barclays, que en 2004 se convirtió en el primer director general. ¿Formabas parte de Trust? ¿Participaste en la transición? ¿Se mantiene la fórmula de agente externo en otros países?

Efectivamente, todo comenzó con una startup en la que un grupo de personas españolas desarrollamos un proyecto bancario basado en banca ética. Lo primero que hicimos fue contactar con los bancos europeos que ya funcionaban con este modelo y Triodos nos dio una acogida estupenda. Vinieron aquí, se interesaron por lo que estábamos haciendo y al final, afortunadamente, pusieron en marcha un plan para abrir una sucursal de Triodos Bank en España. Nunca sabremos lo que hubiera pasado si hubiéramos tenido que seguir por nuestro propio camino. 

¿Y Triodos Bank en su plan de crecimiento tiene esa fórmula de partners todavía activa? 

Sí, y en general esta ha sido siempre la filosofía de expansión. No hemos dicho «vamos a crecer y estar presentes en toda Europa», sino «¿dónde hay iniciativas en marcha y cómo podemos apoyarles?». En Francia tenemos una agencia con un inicio de actividad de Triodos Bank. Y en Alemania, Reino Unido, Bélgica, Holanda y España somos ya sucursales.

En 2007 eras director de Banca Corporativa y entre tus responsabilidades estaba el estudio e inversiones en los proyectos de energías renovables. ¿Cómo os afectó la ruptura de la burbuja de renovables en 2010?

Tuvimos mucho trabajo. Empezamos en el año 2000, haciendo inversiones de renovación en pequeñas instalaciones fotovoltaicas en casitas aisladas rurales. En 2008, efectivamente, la cosa cambió mucho, pero de alguna manera nuestra visión  de largo plazo en el sector nos mantuvo a salvo de lo que pasó durante los años siguientes. No fueron momentos sencillos porque hubo un cambio muy radical de la noche a la mañana, un cambio que, a mi modo de ver, no tenía mucho sentido; destruimos muchas cosas que tenían un gran valor en el sector. En cualquier caso, nuestra estructura de financiación pudo absorber aquella situación y no tuvimos ningún disgusto financiero. 

El cien por cien de la cartera de inversiones de Triodos Bank en España se encuadra dentro de los sectores sostenibles, con las energías renovables en cabeza (19,9 %). ¿Cómo afrontáis el atasco en la REE por el nuevo boom de las renovables?

Yo creo que hay dos cambios importantes en materia de la energía: uno es pasar de esa energía contaminante a la energía renovable, y otro pasar de modelos con producción de energía concentrada a una producción de energía distribuida; antes teníamos concentración de energía marrón, ahora concentración de energía verde. Estamos trabajando en esos dos focos: por un lado, seguimos financiando grandes plantas y, por otro,  apostamos por los modelos de autoconsumo. En las grandes plantas sí que vemos esa falta de predictibilidad, todos los planes que se iban a activar acaban atascándose. Sí hay un gran cambio en la posibilidad de que las pequeñas instalaciones empiecen a funcionar y ahí estamos haciendo un trabajo yo creo que muy interesante, aunque el ritmo todavía podría ser mayor. 

En 2009 te ponen al frente de la dirección regional de Madrid. ¿Con qué objetivo?

Era el inicio de nuestra apertura de red de oficinas, solo teníamos la oficina de Barcelona y de Sevilla y en aquel momento nuestro plan era desarrollar una red. Desde Las Rozas queríamos estar presentes en Madrid y también ver cómo funcionaba ese modelo, hasta dónde lo podríamos expandir en el resto de la geografía. Estuve ahí unos años, me vino muy bien dar la cara y estar al pie de calle para ver qué modelo de oficinas queríamos desarrollar y tenía sentido para Triodos Bank. La verdad es que fueron años estupendos donde las relaciones con los clientes eran muy cercanas y tenían una calidad distinta de la que tienen ahora. 

De los setenta bancos que hay en la AEB, cincuenta y seis estáis en Madrid…

Bueno, en nuestro caso tenemos la sede social aquí en Madrid desde que iniciamos la startup, y las personas aquí localizadas que hemos dado continuidad al proyecto intentamos abrir nuestras oficinas y nuestra presencia al resto de la geografía. No hay ninguna situación particular adicional a esa, y desde nuestro punto de vista siempre decimos que somos un banco europeo. Los principios que hay detrás de nuestro banco tienen mucho que ver con los principios europeos. 

¿Qué aporta Triodos a la AEB y viceversa?

Ahora, en este nuevo momento social del que hablábamos con la sostenibilidad tan presente, todos nos damos cuenta de que tenemos que hacer las cosas desde otra perspectiva. También en la banca europea hay un movimiento muy fuerte respecto a las finanzas sostenibles y nosotros hemos pasado de ser ese banco alternativo, social y ético, a ser una referencia de futuro. Cuando se habla de finanzas sostenibles, el punto de mira se centra en Triodos. Estamos aportando mucho valor para demostrar que es posible hacer banca de otra manera. No es un ideal, no es una entelequia; nosotros lo llevamos haciendo cuarenta años y es posible. En ese sentido, creo que nuestra aportación al sector a día de hoy es muy importante y cada vez tienen más peso las conversaciones que tratan sobre transformar el sistema financiero hacía un sistema mucho más vinculado con la economía real y con las actividades sostenibles

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Triodos Bank comenzó en Cataluña y en Cataluña hay un gran movimiento cooperativo basado en valores éticos. En el ámbito financiero tenemos a Fiare o Coop 57. ¿En qué se diferencia Triodos de proyectos como estos?

Las diferencias están en las actividades que desarrollamos. Triodos Bank y Fiare son instituciones financieras y Coop 57 es una cooperativa de servicios financieros. Mientras los bancos tenemos un amplio catálogo de servicios, las cooperativas de crédito se centran en ofrecer financiación de cercanía a comunidades que no necesitan la infraestructura de un banco y pueden ser más flexibles en el acceso al crédito. Y en cuanto a Triodos y Fiare, la principal diferencia es el nivel de desarrollo en España. Ellos son un banco cooperativo y nosotros no, pero al final el modelo de actividad que hacemos es muy similar. 

También en Cataluña surge en 2011 un medio de comunicación sobre economía y empresa que conecta con estos valores: Alternativas Económicas. ¿Los conoces? ¿Qué opinión tienes de los periodistas que conforman el medio?

Sí, los conozc,o y creo que son proyectos imprescindibles. La educación financiera es una asignatura pendiente y hablo de una educación no exclusivamente relacionada con las fórmulas, con entender cómo se hace un presupuesto, sino cuál queremos que sea la contribución social de la economía. Llevamos muchos años dejando la economía aislada desde ese punto de vista de ciencia casi matemática y perdiendo su vinculación con la sociedad. Necesitamos conectar esos mundos con mucha urgencia, y creo que iniciativas como Alternativas Económicas hacen un trabajo importante en eso. 

La segunda cartera de inversiones de Triodos Bank es en el sector de la salud y el bienestar. Una de vuestras historias de Banca Transparente es el Centro Médico Europeo de Homeopatía y Salud Integral y os dio problemas con algunos clientes. ¿Cómo se resuelven este tipo de conflictos donde para muchos clientes son proyectos válidos y para otros no? ¿Cuál es ahora vuestra posición con respecto a la homeopatía?

Creo que lo esencial en nuestra propuesta de valor como banco es que nuestros depositantes sepan lo que hacemos con su dinero y que eso les genere un valor, porque su dinero contribuye a un objetivo. Ese es el cambio positivo. Si preguntamos a nuestros doscientos mil clientes sobre proyectos concretos, igual tedremos ciento cincuenta mil respuestas distintas y además, a lo largo de los años, también hemos visto que la realidad es mucho más compleja que una tablita que dice si algo es sostenible y o no lo es. Entonces, nuestra idea siempre ha sido financiar y ser transparentes y explicar el porqué de lo que hacemos. Ese diálogo ya enriquece mucho la relación con nuestros clientes. No todos van a estar conformes con todas las inversiones. Y nos pasa hasta con la agricultura ecológica, donde hay quienes dicen que la agricultura integral debería estar incluida. 

Además tenéis un blog que tiene bastante movimiento, en el que participan clientes e incluso trabajadores, y eso me parece que es algo que ningún otro banco querría tener para evitar comentarios negativos.

Creo que lo que hay detrás de la puesta en marcha de este canal de comunicación es un entendimiento del oficio bancario diferente. Pensamos que el banquero tiene que decidir sobre la rentabilidad, sobre el riesgo y sobre el impacto de la inversión. Si el banquero solo habla de la rentabilidad y el riesgo y no habla de impacto, la profesión es una profesión distinta. Primero se analiza que exista ese valor añadido social y después se mira, como banco, que tenga una rentabilidad razonable y un riesgo que nos cuadre.

¿Qué análisis hace Triodos Bank de los proyectos que financia? Háblanos de los tres niveles que representa vuestro logo.

El análisis que nosotros hacemos tiene mucho que ver con la forma en que entendemos que la economía y los negocios deberían funcionar. Un elemento clave es el valor social de la idea que se quiere poner en marcha; es el primer elemento, su aportación social. En el segundo nivel buscamos que las personas que están desarrollando su idea tengan una vinculación personal, casi como proyecto de vida más que exclusivamente proyecto empresarial, y las capacidades suficientes para hacer esa iniciativa viable y que sea reconocida por la sociedad. El tercer nivel es que tenga viabilidad económica. Tienen que ser las tres, la una sin la otra no funciona, y eso es lo que nos hace singulares, porque si valoramos solamente la parte económica y la de gestión puede funcionar pero no va con nosotros.  

En 2014 te nombran director general además de presidente de la Fundación Triodos. Tu carrera en Triodos Bank es de auténtica promoción interna. ¿Es una política de la empresa que se aplica a todos los trabajadores o eres un caso excepcional?

Bueno, creo que en mi caso ha sido en parte debido al crecimiento del banco y cómo se ha desarrollado. Hay un cúmulo de circunstancias que han hecho que yo haya llegado aquí. Cada historia del banco en cada país ha sido distinta. Aquí la verdad es que hemos estado yendo muy bien, creciendo un 20, un 30 % cada año, y eso hace que en un año estés haciendo una cosa distinta. Cuando éramos solo siete había que hacer de todo, cuando éramos quince, la mitad y cuando éramos treinta y cinco acabas teniendo otro papel. También es clave la vinculación de las personas que trabajamos en el banco con Triodos, nos gusta como proyecto que va un poco más allá de ser una institución financiera y estamos todos dispuestos a hacer lo que en cada momento sea necesario. 

¿Cobran bonus los directivos de Triodos Bank? 

No, ese es uno de los elementos diferenciales de banco. Yo creo que si queremos un sistema financiero diferente, hay que incorporar medidas que lo hagan distinto. Un papel importante en el sistema financiero es distribuir la riqueza y tenemos que empezar en nuestra propia actividad. Cuánta riqueza va hacia los ahorradores, cuánta va hacia los empleados, cuánta va hacia los accionistas y cuánta va hacia los emprendedores. Y en ese equilibrio en el que exista un cierto reparto de la riqueza razonable entre todos, es donde podemos decir «esto es lo que estamos haciendo». Las personas que trabajamos en Triodos no cobramos bonus y la ratio entre el que más y el que menos cobra es como máximo diez. No tiene nada que ver con las retribuciones en el sistema financiero tradicional. Nosotros tenemos que poder gestionar los intereses que cobra el ahorrador y los intereses que paga el prestamista. Normalmente el ahorrador quiere que su interés sea el máximo y el que recibe el préstamo el mínimo, y nuestro trabajo es conseguir que se entiendan y nosotros estamos en el medio, tenemos que ser coherentes con esa idea. 

¿Te han hecho desde la banca convencional alguna oferta de esas que no se pueden rechazar en el marco del neoliberalismo?

Ahora tenemos ese tipo de desafío extraordinariamente importante sobre la mesa y es que la información sea real. En España creo que el sector financiero ha entendido que hay que hacer un cambio, aunque todavía no se están dando pasos reales en ese cambio. Entonces, como decimos nosotros, nuestro trabajo ahora es doble. Por una parte, tenemos que conseguir financiar aquellas iniciativas que hacen el cambio, y por otra, tenemos que conseguir cambiar las finanzas y ahí tenemos muchísimo trabajo en este momento. Yo estoy encantado de hacerlo… 

No te ha llegado ninguna oferta de esas brutales.

Estoy estupendamente bien donde estoy… [risas].

¿De quién es Triodos Bank? ¿Qué es la Fundación para la Administración de las Acciones de Triodos Bank (SAAT)?

Otro de los elementos que también consideramos crítico el modelo de negocio del banco es su independencia. Como banco lo que queremos es mantener su misión, que es contribuir a un cambio positivo y sostenible de las sociedades de sistema financiero se mantenga. Desde ese punto de vista, tomamos la decisión de no cotizar en los mercados sino de que la propiedad del banco sea la primera en velar por que el banco se mantenga firme a su visión. Para eso nos hemos beneficiado de una estructura que es muy típica en Holanda, pero que es muy apropiada para nuestro caso. El propietario del banco es una fundación y sus patronos son personas independientes que representan a los sectores en los que trabajamos. La fundación, para que se entienda, emite derechos económicos a los accionistas, que son quienes luego aportan el capital. El capital del banco es el que tiene la rentabilidad por sus acciones pero no pueden cambiar la finalidad y el propósito del banco. Al final, el banco es de los ciudadanos, ahora mismo más de cuarenta mil personas, y la mayoría de ellos son particulares que quieren contribuir al banco, que también nos parece un cambio necesario en la sociedad. Estamos muy acostumbrados en España a que todo el mundo que es ahorrador quiera tener su dinero seguro, pero al final si queremos cambiar el rumbo de las empresas necesitamos dar el paso de hacernos inversores y copropietarios de las mismas. 

La última incorporación a la SAAT Board Members es la Española Mercedes Varcálcel. ¿Por qué ella?

Intentamos que en los órganos del banco haya una representación de su diversidad geográfica y cultural. Nos parece importante que siempre haya una persona española. Lo ha habido en la etapa anterior y esa persona ya acabó su ciclo. Ahora incorporaremos una persona nueva y Mercedes lleva muchísimo tiempo vinculada al sistema financiero, tiene una gran trayectoria y en un momento dado decidió dedicarse al sector social que es donde está trabajando ahora. Mercedes Valcárcel es en la actualidad la directora general de la Fundación Tomillo, y así unimos dos dimensiones que son importantes: la capacidad de entender cuál es el papel de un banco y la  de vincular el banco a la contribución en desarrollo social.

¿Hay alguna relación entre la Fundación Ashoka y Triodos Bank?

Hay una relación de colaboración. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y en la medida de lo posible si podemos servirle como banco lo hacemos, y si podemos además ayudar a desarrollar su modelo de negocio, pues también lo hacemos 

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Antes has dicho una cosa muy interesante que la SAAT Board tiene personas que representan espacios diferentes y lugares diferentes.  El único país que no tiene representación en la SAAT Board Member es Reino Unido ¿Por qué? ¿Cómo afectará el Brexit a Triodos?

Nosotros teníamos una sucursal en Inglaterra y ahora tenemos la obligación de convertirla en filial y la filial tiene sus propios órganos de gobierno, aunque es una filial cien por cien Triodos Bank.

¿Os estáis preparando para el Brexit?

Ya estamos preparados. Hemos tenido que hacer el cambio muy a nuestro pesar, pero es lo que regulatoriamente nos han exigido. 

El papa Francisco lanzó la encíclica Laudato que conecta con los valores de Triodos. ¿Estamos en una economía que mata?

Estamos en una economía que en este momento no está vinculada con la realidad social. Estamos en una economía que en este momento genera una acumulación de la riqueza y no genera desarrollo social y una acumulación de la riqueza en activos inmobiliarios o de carácter especulativo en la mayoría de los casos, y eso va generando una brecha social cada vez más grande y un impacto muy negativo en la salud del planeta. 

Los modelos de negocio siguen siendo cortoplacistas. Si estoy gestionando un negocio y los accionistas me exigen los resultados inmediatos, ¿por qué voy a tomar medidas para pensar en el mundo que estoy generando mañana? Digamos que en la forma de mirar la economía falta el que represente al futuro y cómo, de alguna manera, ese futuro se incorpora en el negocio. Lo que hagamos en los próximos diez años va a ser determinante. Vamos encaminados a una situación bastante complicada de gestionar en el año 2030 o 2040, y tenemos que empezar a tomar medidas ya. Esas medidas de hoy, como decíamos también antes, suponen cierta renuncia, pero si no las tomamos ¿qué situación vamos a tener en el 2030? El pensamiento y la representación de 2030 no está todavía incorporado ni en los negocios ni en la economía. 

¿La encíclica os ha traído clientes?

Pues la verdad es que nos ha traído buenas conversaciones, más que clientes.

Clientes también. Desde entonces, las diferentes Cáritas diocesanas empezaron a trabajar con vosotros. ¿Cómo es la relación de Triodos con Cáritas? 

Con Cáritas y con muchísimas organizaciones sociales hemos trabajado mucho. Nosotros hemos tenido un momento muy intenso con todas ellas durante la crisis, porque fueron de las más perjudicadas por falta de subvenciones y cortes radicales de financiación. Hemos actuado como puente hasta que la situación se normalizó y la verdad es que ahí hemos hecho cosas, yo creo, muy significativas y diferentes como institución financiera.

¿Qué es la Alianza Global de la Banca con Valores?

La idea de darle sentido al dinero desde el sistema financiero no es solo de Triodos. Es una idea social y todas aquellas instituciones que trabajamos bajo esa perspectiva nos hemos juntado y ahora mismo somos más de cincuenta bancos de todo el mundo, de Mongolia a Palestina. No se trata de una institución como Triodos, que está fenomenal, sino de un movimiento en el mundo que está, de alguna manera, reclamando que las finanzas se puedan gestionar de otra forma y demuestra que se pueda hacer. Hay un estudio muy interesante de la Alianza Global de la Banca con Valores sobre los resultados de los bancos asociados frente a los tradicionales de los diez últimos años que demuestra que, a largo plazo, la rentabilidad de los dos modelos es prácticamente igual. Nuestra rentabilidad es muy estable y la de las entidades convencionales se representa gráficamente con dientes de sierra: un año ganan mucho, otro año pierden mucho y al final en el medio plazo la situación es muy similar.

¿Hacéis préstamos interbancarios? ¿Tenéis alguna organización de la alianza a nivel práctico?

Creamos el fondo Saphire, una herramienta para generar capital para los bancos que estaban naciendo, creciendo dentro de la Alianza Global, y funcionó muy bien. Ahora estamos trabajando en el intercambio de productos y servicios. Por ejemplo, los fondos de inversión que hacemos nosotros les interesan a los otros bancos y los de otros bancos nos interesan a nosotros. También es muy enriquecedor el intercambio de experiencia y hemos creado una escuela entre las personas que trabajan en el banco porque hay mucho que aprender unos de otros. 

Vosotros seleccionáis fondos de inversión que tienen que cumplir un montón de requisitos. ¿Cuáles son esos requisitos a nivel general? 

Al final es la misma esencia que la que tenemos en el banco. Que las empresas en las que invertimos tengan un impacto positivo y trabajen dentro de sectores sostenibles y éticos. Eso en el mercado de valores no es tan sencillo. Tenemos veintiocho criterios de exclusión, lo que marca mucho la diferencia. Entre ellos hay bastantes de carácter ético: que no invierten en armas, que no promuevan la explotación infantil, que no haya pesticidas, que no haya manipulación genética, que no trabajen con productos perjudiciales para la salud, que no haya maltrato animal en el proceso productivo, etc. Todas  parecen de sentido común, y suman nada menos que veintiocho. 

La banca ética tiene una mora muy inferior a la de la banca convencional. ¿Es rentable la confianza?

Lo que es destacable es que los proyectos de vida de los emprendedores son muy distintos si lanzan un negocio con un interés puramente económico o no, y nosotros durante la crisis hemos aprendido mucho. Cuando una persona está desarrollando un proyecto en el que cree porque está, por ejemplo, trabajando con personas mayores, su vinculación le impide, en caso de tener dificultades, cerrar la puerta e irse. Su posición es la de «¿qué podemos hacer para sacar esto adelante?». Entonces la predisposición cambia y la confianza también. 

Entonces vosotros la crisis no la habéis sentido…

La hemos sentido porque ha afectado a muchos, pero el tipo de soluciones que hemos podido buscar con los clientes no tiene nada que ver con las habituales de la banca. Siempre hay alguna situación desafortunada donde igual nos equivocamos o no hemos conocido a las personas con suficiente profundidad, pero en general hemos sorteado con acierto la crisis y ahora nuestras relaciones con los clientes de entonces se han fortalecido. En el sector social nos ha pasado mucho, aquello que fuimos capaces de hacer en un momento de dificultad ahora se reconoce y saben que si vienen otra vez las vacas flacas están con alguien que quiere compartir el camino, no que simplemente está vendiendo un producto.

A nivel técnico y de usabilidad, ¿está Triodos al mismo nivel que la banca convencional? ¿Se alcanzará la paridad? ¿Estáis ya preparados para SCA [autentificación reforzada]?

Hemos trabajado muchísimo para cumplir con la normativa y hace tiempo que estamos preparados. Ya hicimos la transformación digital. Ahora, como decía al principio, se trata de hacer la gran transformación ética. Si no trabajamos al servicio de las personas, qué más nos da ser digitales o no, estamos generando destrucción. Desde ese punto de vista considero que nuestro modelo de negocio es avanzar en el terreno de la ética y la sostenibilidad porque ya tenemos un servicio tecnológico razonable que permite trabajar con Triodos, con banca móvil y banca por internet de forma suficiente para hacer una vida normal. Igual no tenemos todas las virguerías de algún otro banco, pero traemos lo esencial: que tu dinero trabaje en ese sentido y que puedas operar con cierto confort. 

Un debate que para nosotros es muy interesante es de la gratuidad de los servicios. Creemos que es una perversión pensar que los servicios bancarios pueden ser gratis. Los servicios bancarios tienen un coste y yo creo que todo el mundo lo ve ya. Es un servicio online que funciona veinticuatro horas al día y donde mi dinero está seguro. Hay un montón de servicios operativos en marcha para que todo vaya bien. Si eso es gratis solo hay dos posibilidades: que alguien no cobre por lo que está haciendo o que hace otros negocios para pagar este servicio. Tenemos claro que no queremos ninguna de estas dos cosas, así que el coste del servicio es el que es. Insisto, lo relevante es un uso responsable de dinero, en eso lo hacemos muy bien. Que tengas un buen servicio, lo hacemos razonablemente bien, y para eso es esencial que el coste sea un coste justo para todos los que están en la cadena. Y este es para nosotros el gran desafío, cómo la ciudadanía española asume este cambio de mentalidad.

Los clientes tendrán que reflexionar para que se dé ese cambio…

Cómo puede ser que a día de hoy no se conozca a los bancos por lo que hacen con su dinero. Solo se les conoce por lo que dan al cliente. En cualquier otro sector por lo que se conocen las empresas es por lo que haces, si el producto es galleta, pues galleta, si produces coches, coches, pero en sector financiero ¿qué estás haciendo con el dinero? Esta pregunta no nos la hacemos. En la factura de la electricidad puedes ver el origen de la energía que consumes. El banco también debería decir «mira, tu dinero está invertido en esto, esto y esto». 

Eso lo hacéis vosotros con vuestros clientes, supongo.

Eso hacemos, algo tan básico como decir qué hacemos con su dinero. Tenemos que hacer ese cambio de mentalidad y dejar de pensar solo en rentabilidad y en riesgo y empezar a pensar en ese impacto que tiene el dinero y después cómo se equilibra con nuestros intereses como entidad con la de los particulares como ahorradores o inversores. Los ciudadanos tenemos que repensar nuestra relación con los bancos en el siglo XXI, que tiene que ser distinta a la del siglo XX.

De todas formas, de diez años para acá digamos que es una asignatura que habéis superado; al principio sí que teníais más limitación de servicios.

Al principio teníamos un portfolio de productos muy limitado. Hoy en día tenemos la cuenta corriente, la de ahorro, la hipoteca, las tarjetas… En definitiva, todos los productos básicos para que cualquiera pueda operar, y tenemos una banca móvil y una banca internet que permiten realizar todas las operaciones veinticuatro horas al día, siete días a la semana.

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Hablemos de vivienda. Triodos comercializa hipotecas. ¿Solo para viviendas sostenibles? Explícanos cuáles son los requisitos para acceder a ellas.

La hipoteca Triodos es un buen ejemplo de cómo en el producto financiero se pueden combinar esas tres cosas: impacto, rentabilidad y riesgo. Nosotros vinculamos el tipo de interés de la hipoteca a la eficiencia energética. Cuanto más eficiente es la vivienda, menor es el tipo de interés. Esto no es ningún capricho. Entendemos que si una vivienda es más eficiente tendrá mucho menos consumo eléctrico en el futuro y habrá menos dinero que destinar al pago de la factura eléctrica y más capacidad para pagar al banco que, así, asume menos riesgo. Para nosotros es hacer real que esas externalidades de las que tanto hablamos se tengan en cuenta y tomar la decisión de dar un préstamo a mejor precio porque el activo que se compra es más sostenible y tiene más valor que otro. Y ahora estamos también en un proceso de intentar que se reconozcan en las transacciones bancarias el valor de la eficiencia energética, que es un valor real y todos nos beneficiamos. Una casa que emite menos CO2 y contamina menos en los entornos urbanos, que es un tema que ya sabemos que es muy problemático, y encima gasta menos en la factura eléctrica, paga menos en el tipo de interés. 

Si no lees la letra pequeña, parece otra cosa. Con esto que me estás contando parece que cualquiera puede hacer una hipoteca de cualquier casa, simplemente pagará más o pagará menos 

Efectivamente…

Digamos que no se necesita que sea una construcción alimentada por energía solar. 

No. Porque el parque de viviendas español es el que es. Nosotros lo que intentamos incentivar es la compra de las viviendas sostenibles y la reforma. Si compras una casa que no es eficiente y haces una reforma para que lo sea, automáticamente el tipo de interés bajará. Estamos intentando que, en la medida de lo posible, haya cierta reforma, porque hoy en día en las grandes ciudades no hay una oferta de vivienda sostenible, así que lo incentivamos a través de la bajada de intereses. 

¿Cómo habéis tratado las reclamaciones a las cláusulas suelo? ¿Habéis tenido muchas? 

Nosotros teníamos muy poquitas cláusulas suelo y hemos llegado a acuerdos con aquellos con los que teníamos. No ha sido un tema significativo en Triodos Bank. 

¿Os va a afectar lo del IRPH?

Tampoco. 

¿Qué opinas de la burbuja del alquiler? 

Parece que hay algo que no hemos aprendido de la crisis: que tenemos un problema con el precio del suelo y el de las viviendas, y volvemos a estar en la misma escala de crédito, la misma escalada de precio. Yo creo que ahí la conclusión es que volvemos a estar cometiendo el mismo error, y no solo en los alquileres, yo diría que con el suelo en general. Trabajamos mucho con la agricultura y los agricultores cada vez tienen más difícil comprar un suelo que puedan utilizar como explotación agrícola, porque es tan caro que los retornos agrícolas no dan para amortizarlo y se convierte otra vez en suelo urbano. Este problema con el precio del suelo está muy metido dentro de la forma en cómo los españoles entendemos la vivienda. Hay una solución extraordinaria para el acceso a la vivienda que son los alquileres sociales, muy poco desarrollados aquí, a pesar de ser una alternativa para la transición de un momento difícil a uno fácil, de joven a más mayor o de estar en un momento o estar en otro. Existe modelos que sabemos que funcionan, pero de momento no parece que se tomen muy en serio.

¿Tenéis vosotros alquileres sociales?

Trabajamos con varias organizaciones que los realizan, cooperativas y promotoras que hacen proyectos de alquiler social y estamos intentando facilitar que ese modelo de negocio se replique un poco más, aunque es un sector extraordinariamente competitivo.

En 2017 os convertís al fin en un actor relevante en la emisión de deuda de una Administración pública en España como es el Ayuntamiento de Barcelona. Entre vosotros y Fiare aportáis financiación de 22,5 millones de euros, estando al mismo nivel que la banca convencional. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Hay en marcha peticiones relevantes de otras administraciones?

Hay un movimiento muy fuerte desde las administraciones públicas para empezar a incorporar criterios de banca ética en la forma en la que se financian y hemos tenido ya muchas experiencias, este año vamos a invertir cerca de cien mil millones de euros en distintos municipios grandes como Barcelona, y también pequeños por todo el territorio español. Es una alianza cada vez más interesante. La cercanía de los municipios a sus poblaciones nos permite muchas veces no solo hacer esta financiación, sino encontrar planes de financiación para necesidades concretas. Con el Ayuntamiento de Madrid colaboramos con préstamo para rehabilitación energética sostenible, y en un pequeño municipio con infraestructuras del sector social. Yo creo que ahí también hay algo de lo que históricamente hemos trabajado mucho con los emprendedores, y últimamente los municipios están tomando un rol más activo que nos permite hacer más cosas. Creo que es muy interesante esa implicación directa que está un poco más alejada del movimiento político nacional. 

Y en el momento en el que se legisle para que en los concursos públicos los criterios éticos y de sostenibilidad tengan más peso vais a estar en una posición ventajosísima.  

Y gracias a eso podemos seguir creciendo como banco. 

Mikel García Prieto para JD 4

España tiene como motor del PIB el turismo. ¿Es un sector sostenible?

Claro que es un sector sostenible. Como todo, depende como lo hagas. La España despoblada, por ejemplo, nos da una oportunidad buenísima para desarrollar lugares que ya no están ocupados. Tenemos un bonito patrimonio natural extraordinariamente conservado. Es una forma de aprender cómo relacionarse con la naturaleza. Creo que el turismo de sol y playa ya no tiene un desarrollo muy interesante y, sin embargo, como decía antes, el modelo de negocio no ha cambiado y me parece que hay un riesgo alto; aquellos lugares que son todavía importantes y ceden poco a poco a la presión de ese turismo con un modelo de negocio antiguo. La distancia entre la convicción clara de que tenemos que conservar los espacios y la realidad de los negocios de turismo clásico sigue siendo muy grande, y en los próximos años nos va a traer muchos dolores de cabeza.

Entonces, ¿vosotros sí que financiáis proyectos de turismo sostenible? 

Sí.

Hay una cosa que me ha encantado, que un banco utilice el crowdfunding como herramienta financiera. Háblanos del proyecto Agricultura Social y los Huertos Educativos.

Te voy a contar otra cosa si me permites. Lo que intentamos sobre todo con este crowdfunding es que entendamos que todos somos banqueros, todos tenemos dinero y tenemos que tomar decisiones sobre cómo queremos administrar nuestro dinero. Cuando uno mira las necesidades sociales, ve que hay organizaciones que necesitan un préstamo para desarrollar un negocio y que luego lo pueden devolver. Hay organizaciones que necesitan el capital para lanzar su negocio y otras necesitan una donación para desarrollar actividades que no generan un retorno económico. Entonces, cada uno de nosotros como banquero podría tener su pequeño balance y plantearse destinar una parte para ahorro, otra a invertir y otra parte como donación para mantener el equilibrio social y contribuir a la redistribución de la riqueza. 

Nuestro propósito en el medio plazo es conseguir que, a través de Triodos Bank, todas las personas puedan utilizar su dinero en esas tres formas. El dinero de donación, el dinero de ahorro y el dinero de inversión. Y mediante el crowdfunding se ha abierto un abanico extraordinario de posibilidades y un potencial bárbaro para canalizar ese dinero de donaciones en proyectos muy bonitos. En el proyecto de agricultura social tenemos como objetivo que todos los colegios tengan un huerto. En muchos hay una comunidad estupenda de padres, profesores y alumnos y un interés bárbaro en la educación. Que la educación se vincule a la agricultura y además se financie con donaciones nos parece un proyecto muy bonito, y lo hemos puesto en marcha ya en más de cincuenta centros.

Como otras plataformas de crowdfunding, ¿cobráis por ser una plataforma o no?

Sí, cobramos porque también tiene que ser viable económicamente. Es una forma de que ese servicio que damos, como decíamos antes, se pague. Queremos que sea una actividad sostenible económicamente en sí misma.

Y es curioso que el director general de Triodos sea también a la vez el presidente de la fundación. ¿Es una cosa hecha a propósito porque queréis que haya algún tipo de conexión o es una cosa circunstancial? 

Es a propósito, porque viene de la visión trifocal de Triodos. Desde el grupo Triodos queremos dar esas tres opciones de uso del dinero. Esto forma parte de desarrollo de grupo Triodos, un poco más allá que el dinero bancario exclusivamente.

¿Qué otros proyectos se canalizan o impulsan desde la Fundación Triodos?

Fundamentalmente ahora estamos con el dinero de donación, con el crowdfunding, tenemos el premio para los huertos también, para iniciativas que, de alguna manera están con planes educativos interesantes. Esa es la actividad principal. 

Y si yo tengo un proyecto ¿cómo hago? ¿A quién me dirijo? ¿A la oficina de mi ciudad? tanto si es de la fundación o si es de un proyecto…

Hay varias formas de hacerlo y cada uno, y más en esta época, elije la que quiere. O va a la oficina más cercana —tenemos veinte distribuidas por todo el territorio español, en las principales capitales de provincia— o puede solicitarlo en la banca telefónica e incluso por internet y nos acercamos. Que cada uno elija el canal que quiera y ahí estaremos, encantados de escucharlo. 

Me imagino que en cuanto recursos humanos, aparte de las personas que están en banca, tendréis especialistas en temas sociales.

En general, nuestros equipos, tanto en oficinas como en banca de empresas o personal, son equipos multidisciplinarios. Nuestra principal contribución a los sectores es la especialización. Tenemos equipos técnicos de especialistas en renovables, en agricultura ecológica y promociones de vivienda social, con biólogos, geógrafos, agricultores, ingenieros junto con los analistas de riesgo.

O sea, que de alguna manera vosotros auditáis los proyectos antes de invertir.

Claro, esa es la especialización que podemos dar y que el cliente ve. Cuando vienes a Triodos Bank con un proyecto de agricultura ecológica sabes que tenemos una experiencia de treinta años que puedes aprovechar. Además trabajamos en toda Europa. 

¿Es el director general de Triodos una persona accesible?

Pues yo creo que sí. Yo he hecho de todo en este banco…

Recomiéndanos un libro que hayas leído recientemente.

Pues mira, creo que el libro de Kate Raworth sobre la economía rosquilla es una buena ilustración de ese nuevo modelo de economía, de cómo intentar mirar a la economía no solo desde la idea del crecimiento sino dentro de esos dos límites que ella dice, el de la dignidad humana, no puede ser a costa de personas, y el de la salud del planeta —tampoco podemos expandirla hasta destrozar el planeta en el que vivimos—. Yo creo que es un libro para todos los públicos que puede estar muy bien. 

Mikel García Prieto para JD 5

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5 Comentarios

  1. Triodos Bank… Ese banco que habla de decrecimiento económico y de economía sostenible, pero que es de origen holandés y quiere crecer expandiéndose a la mayor cantidad de países posible, abarcando el mayor mercado posible, es decir, con el objetivo del crecimiento y el ganar poder de mercado (que obviamente sólo beneficia a la empresa, no a los consumidores, ni sociedad ni medio ambiente). Un banco defensor de la economía sostenible de verdad difundiría técnicas de banca sostenible para crear pequeños bancos regionales, no monstruos económicos que influyen en la economía y política de la mayoría de humanos, sean clientes o no. Los holandeses son muy buenos con los dineros y aparentando el verde.

  2. Suscripción cancelada con éxito.

    Todo tuyo campeón.

  3. Sería cuestión de informarse personalmente porque lo propuesto es bastante sensato en estos momentos de crisis de confianza. Los bancos, y especialmente las sociedades financieras me han dado siempre escozor, pero no es posible que no haya personas en ese sector que no vean el abismo al que nos vamos acercando. También sabrán que si no se cambia no hay posibilidad de volver atrás. Exagerando sería como la crisis de los misiles en Cuba. PD: Los «cien mil millones de euros en municipios grandes….» ?es un error de escritura o yo entiendo bien poco del flujo de dinero? Gracias por la lectura.

  4. El Triodos es el banco de los antroposóficos, ¿verdad? En el blog de Mauricio-José Schwarz había un artículo que hablaba de esa organización y no quedaban muy bien retratados. Más siniestros que el Opus Dei. Pero tras las amenazas de la organización Blogspot lo prohibió y borró. Debía de ser la opción más ética.
    Un artículo como el de Mauricio es lo que uno se hubiese esperado que publicara la Jotdown de hace años, como aquél de El Corte Inglés.

  5. «Este artículo no es mío, sino de Mauricio Schwarz. Recientemente ha recibido un correo de Blogger informándole del cierre de la publicación de este post por una denuncia de Triodos Bank.

    Este acto me parece una burda censura. Cualquier persona tiene el derecho a expresar sus opiniones en internet siempre y cuando no difame a otras personas u organizaciones y que no se insulte o se difunda falsa información, y creo que este post no incurre en ninguna de las dos consideraciones. Sólo muestra una visión crítica de las relaciones entre Triodos Bank, la pedagogía «Waldorf» en la que se basan las llamadas «Escuelas Waldorf» y la «antroposofía» de Rudolf Steiner. Estas relaciones se presentan documentadas con enlaces que acreditan los argumentos. Si no fuera así, entiendo que la denuncia tendría que ser contra esas páginas, y no contra quien las enlaza como fuente. Este cierre vulnera la libertad de expresión e impone una nueva censura, esta vez no dictada desde instancias gubernamentales sino desde otros poderes, los económicos privados. Por este motivo he decidido publicarlo en mi propio blog» (del blog de Eparquio Delgado http://www.eparquiodelgado.com/index.php/page/13/).

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